UN REGALO

Un regalo

¿A quién no le gustan los regalos? – Sería extraño encontrar a más de alguna persona que diga que no. Recibir algo como regalo le trae a cualquiera de nosotros gozo, gratitud, así como una amplia sonrisa. Los regalos son sorpresas, por esa razón vienen envueltas, y adornadas para dar un mensaje de afecto a aquel que lo recibe. Los regalos son muestras de cariño y una manera de decirle a la persona agasajada que se le tiene en el corazón; por esa razón, se le reconoce de esa manera.

Hay regalos finos y costosos, grandes y pequeños, absurdos y ridiculos quizá; pero al final, un presente es un presente y no se debe menospreciar. Toda celebración entre los humanos de la sociedad actual promueven los regalos. Es algo ya establecido en cualquier cultura. Los regalos son agradables, tanto para el que los da, como para el que los recibe.

El regalo mas grande, y que no tiene un precio fijo por el dinero o todo el oro de la tierra; es el amor de Dios para toda la humanidad. El amor de Dios se manifestó en la entrega de Jesucristo para salvación a todos los hombres. No sólo vino y se entregó por nosotros, también ha decidido estar en nosotros para siempre. El regalo, la dádiva, el don y la gracia de Dios, son la muestra de ese amor eterno y de incalculable valor. Gracias a Dios por su don inefable y perfecto.

Jesucristo es el regalo de Dios, recibelo, no te cuesta nada; solamente cree en él y experimentarás lo que se siente recibir un regalo de tan gran valor, que ni tu ni yo merecemos.

Sólo extiende tus manos en fe y recibe el regalo de Dios en tu corazón.

SANIDAD DEL CORAZÓN

Sanidad del corazón

Todos sabemos lo que es ser lastimados en alguna parte del cuerpo. Si hay algo que conocemos bien respecto a las heridas, somos nosotros. En más de una ocasión hemos pasado por esa experiencia grande o pequeña. Todo sucede repentinamente, a veces es asunto de descuidos, y a veces algo avisado, a lo cual no le hicimos caso. El asunto está en que querramos o no, todos pasamos por un accidente o incidente que nos ha marcado para toda la vida. Lo que sucede en un momento, puede durar muchos años, o la vida entera para que lleguemos a sanar.

Las heridas del alma son las que a veces causan mas estragos en la vida de la persona. Si la persona no busca la ayuda y la atención inmediata, las consecuencias serán desastrozas. Lo que sucede en el alma no se ve. Muchas veces una herida se oculta con facilidad guardando las apariencias. Sin embargo, tarde o temprano se nos cae el telón, y somos expuestos a que cualquiera toque y contamine la herida interior. Para los daños internos del alma, hay que encontrar la medicina que sea efectiva en la cura y en la sanidad del corazón.

Jesucristo es el médico del alma por excelencia. Basta con saber que él ha venido para sanar corazones, para que le busquemos en la necesidad mas profunda que tengamos. El trae paz y reposo al alma que le cree y confía en él. No esperes mas, acude a él creyendo que al toque de su gracia por medio de la fe, él responderá y traerá sanidad interior a tu corazón. Jesucristo trajo el mensaje de sanidad y salvación eterna para todos los que sin ver creen en él.

Recibe a través de Jesucristo sanidad para tu alma y corazón.