Escribí estas diferencias hace algún tiempo atrás, y me parece necesario compartirlo con ustedes en este medio. Primero, porque no sólo lo sé, sino que lo he creído, y lo tengo por convicción personal.
Muchas veces las cosas en nuestro mundo exterior se enfatizan por lo que se vé. En ocasiones, la gente se deja llevar por lo que las diferentes corrientes de intereses humanos nos presentan. Es difícil para muchos ver la diferencia de este mundo terrenal, y la oferta del reino de Dios a través de el evangelio de Jesucristo.
Lo de este mundo perece, lo de Dios permanece. Lo terrenal es pasajero, lo espiritual es eterno. Lo material nos detiene en ansiedad y depresión; sin embargo, lo que no se ve con los ojos físicos nos da esperanza y aliento de vida.
Lo incongruente está en las cosas contrarias a lo que la razón nos dictamina. Esto no es asunto de lógica, sino asunto de fe. Dios llama a las cosas que no son como si fueran, porque sólo por el aliento de su voz todas las cosas subsisten.
Donde te encuentres hoy, y cuales quiera sean las circunstancias alrededor, piensa en la necesidad de tener valores imperecederos en el corazón. Cosas por las cuales debemos estar en pie y vencer. Situaciones que son incomprensibles al entendimiento natural, se convierten en desafíos para escalar hacia una posición de poder en Dios. Dijo un profeta hace muchos años, y sus palabras quedaron registradas en la Biblia: «No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu ha dicho Jehová de los Ejércitos.» Zacarías 4:6.
Tus valores determinan lo que eres. No es delante de los hombres, porque ante ellos puede que estés mal; sino delante de Dios, quien ha establecido las leyes espirituales por las cuales no da la capacidad de vivir confiados en El.
Archivo de etiqueta: Promesas
EXPRESIONES DEL ALMA

Las expresiones del alma son multifacéticas. Puede expresar desde un suspiro, hasta gritos de alegria, dolor o tristeza. Todo depende del escenario y las circunstancias alrededor. Y es que somos entes humanos con carne y corazón. Somos seres con evidentes y diversas maneras de aflorar nuestros sentimientos y emociones. Quizá sea una de las razones por las cuales hay variadas personalidades. Creo que no hay dos personas parecidas entre sí; y aunque hayan ciertas comparaciones, siempre habrán diferencias abismales en muchas de las áreas de la personalidad humana.
En mayor o menor grado, cada uno tiene sus propias formas de externar sus frustraciones; así como también las alegrías. Somos capaces de expresar nuestro sentir cuando hablamos, reimos, lloramos; y también cuando nos enojamos. Algunos son meditabundos, otros son parlanchines. Hay quienes saben escuchar, y quienes no dejan de hablar. Unos piensan lo que dicen, y otros dicen lo que piensan. A veces pienso que somos complicados, y que lo simple lo enredamos; así como lo difícil, lo simplificamos.
El Rey David, como un salmista, refirió al máximo sus expresiones de alabanza hacia Dios. en cada una de sus inspiraciones, se puede ver eso; las expresiones del alma de un ser agradecido. Es algo que se anida en el corazón por la gratitud de tantos favores inmerecidos de parte de Dios, y que tienen que salir para ser evidente ante los demás.
Cada poema de David, se centraliza en la variedad de expresiones que atribuyen la grandeza y la majestad de su creador. Cada inspiración es una obra de arte, es una pieza maestra, elaborada, diseñada y enfocada en Dios por medio de la expresión. David inventó instrumentos de música, danzó, cantó, aclamó y expresó libremente sus sentimientos a Dios.
El Salmo 145 de la Biblia es eso, un salmo de expresiones que revelan las expresiones. Es un despertar del lenguaje, que al final de cuentas se queda corto por la abundancia de sentimientos que despuntan del alma. Se grita, se proclama y se enaltece a Dios hasta los cielos. Se despliega por la tierra, en la creación animal y humana; así como fluye un río, brota a borbotones la inspiración para engrandecer a Dios.
Digamos hoy: Alma mía, bendice a Dios. Alma mía, no calles. Alma mía expresa tu sentir, y que brote como manantial de aguas limpias y cristalinas tu alabanza.

