
«Honra á tu padre y á tu madre, porque tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.» -Éxodo 20:12.
He oído y también he dicho la frase respecto al amor incondicional; y muchas veces, se dice como un dicho acuñado á una pareja, á los padres y á los amigos. Para decir la verdad, creo que sí aplica; pero, no es del todo cierto en un sentido absoluto. Puesto que el ser humano está contaminado en su esencia por el mal; por lo tanto, no puede tener un amor puro, honesto y perfecto en lo absoluto. Si lo juzgamos apegados á la realidad, la frase amor incondicional no existe en la relación de los seres humanos. El ser humano ama bajo la única perspectiva de sus propios intereses. El amor humano está más condicionado á las conveniencias circunstánciales que apelan á su propio bienestar egoísta y personal.
No estoy proponiendo que como amamos humanamente sea necesariamente malo, porque eso es parte de lo que somos y vivimos en el día á día. Hablo de que no hay una perfección en lo absoluto en el amor de los seres humanos, á diferencia del amor de Dios. El amor trae honra, fidelidad y obediencia entre los seres que se aman y se respetan mutuamente. Por tal motivo, las Escrituras del Nuevo Testamento apelan a la conciencia del amor en la familia. Se ha dicho que el amor humano es una decisión y no un sentimiento. Sin embargo, el amor se convierte en un sentimiento necesario, arraigado en el corazón por necesidad propia. El amor se lleva en la sangre y fluye de forma natural en la fidelidad y la misericordia hacia otros.
«Astorgos» (ἄστοργος), es el tipo de amor que fue conocido en la antigua Grecia, y se veía como el afecto natural entre las personas. La Biblia también se refiere al afecto natural entre los seres queridos que nos rodean (Romanos 1:31). «Astorgos» es un término menos recurrente en la Biblia que los anteriores tipos de amor mencionados en esta serie del amor. Sin embargo, «Astorgos» es un tema que trasciende en la sociedad humana. «Astorgos» se refiere a las relaciones familiares y de amistad, y asimismo tiene que ver con el afecto entre padres é hijos. Cuando Pablo refiere las cualidades negativas de vida en los seres humanos en los tiempos del fin; habla de la falta de afecto, superado por la peor presencia del engaño (2 Timoteo 3:3 y 13).
El afecto natural del amor «Astorgos»; supone un compromiso que se mantiene con el tiempo, y surge de forma sosegada y cautelosa en las relaciones. El amor natural de cada persona se va transformando en la búsqueda de más compromiso que perdure; para tener satisfacción afectiva y placentera, sin darle mucha importancia á la apariencia física. Los mandamientos de la Biblia que hablan del amor en la honra con la obediencia, se amplía cuando dice: «Honra á tu padre y á tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.» -Deuteronomio 5:16. — Dicho mandamiento fue repetido varías veces por Jesús y el apóstol Pablo (Mateo 19:19; Marcos 7:10; 10:19; Lucas 18:20 y Efesios 6:2).
En una serie de obras de Picasso, donde se representa la desdicha de sus protagonistas á través de la pintura con tonalidades azules, se encuentra la obra que lleva por título: Madre é hijo, presentada en 1901. Los expertos dicen que los protagonistas se ven aislados por la frialdad del tono de los colores; pero, se percibe el estrecho vínculo del amor entre ellos. Esta pintura podría ser un buen ejemplo del amor que se conoce como el afecto natural «Astorgos». El amor entre familiares se puede ver representado también en poemas como la poesía titulada: «Dulzura» de Gabriela Mistral (1924). En sus versos poéticos se percibe el amor correspondiente de una hija hacia una madre, donde se demuestra el vínculo materno y filial que viene desde el vientre de la madre y parece unir á ambas mujeres de por vida. Aquí un fragmento de ella:
«Madrecita mía, madrecita tierna, déjame decirte dulzuras extremas. Es tuyo mi cuerpo que juntaste en ramo; deja revolverlo sobre tu regazo.»
En las actuaciones del cine también se han plasmado obras históricas, donde ha quedado representado el afecto puro y sincero del amor «Astorgos». Un ejemplo se encuentra en la película: «La vida es Bella»; del director cineasta: Roberto Benigni. El personaje es un padre de familia, llamado: Guido, quien hace hasta lo imposible por salvar la vida de su hijo. El amor «Astorgos» se muestra en un campo de concentración en los tiempos de la guerra en Europa. El excelente protagonista hace creer á su hijo; que todo se trata de un juego, y de esta forma consigue salvar á su pequeño, á quién amaba entrañablemente, aunque le costó su propia vida. Sea por el arte ó las historias de la vida real; el amor ó afecto natural sale á relucir en la relación de los seres humanos.
Hay muchas cosas que no le permiten al ser humano la expresión del afecto en el amor «Astorgos». Primero, porque desde que nace (sin comprenderlo), viene con un bagaje de situaciones que giraron alrededor del engendramiento y la concepción de su ser físico, emocional é intelectual. Incomprensiblemente, muchas cosas afectan y marcan el alma de todo ser viviente; entre varias circunstancias que giran alrededor del crecimiento. Mucho ha tenido que ver la familia, la educación, la cultura y la comunidad próxima al desarrollo de una persona. Las circunstancias que sean, forman la personalidad y el carácter de cualquier persona de manera incipiente. Con el correr del tiempo, al vivir y afrontar los retos individuales, se improvisa y se aprenden nuevas formas y valores de superación personal.
Entre otras cosas, el hombre puede hacer que surja de su corazón en sus posibilidades, y haga desarrollar la capacidad innata de amar á los demás que va conociendo en el camino de la vida. No importando el pasado, se pueden cambiar los patrones de conducta por la fuerza del amor. Si se puede cultivar una planta ya casi marchita, también se puede cultivar el amor que se da ya por perdido. No es un asunto de suerte y buenos augurios de parte de los que rodean nuestro existir, lo que podría cambiar y mejorar nuestra manera de demostrar el amor. Lo que puede realmente trastornar ó transformar el ambiente que nos rodea, es un asunto de decisiones acertadas ó equivocadas que tarde ó temprano se tengan que afrontar. Las decisiones equivocadas trastornan; pero, las decisiones acertadas transforman.
*Los versos bíblicos corresponden á la versión Reina Valera.
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