¿Hacia dónde van los jóvenes de esta generación? —El error de estas nuevas generaciones es pensar que no necesitan hacer un compromiso legal de matrimonio. Los más jóvenes hoy en día piensan que se mantendrán unidos a una persona solo por sus atracciones físicas, sus conveniencias é intereses comunes. Después de un tiempo viviendo solo unidos, vienen los hijos, y una pareja dedican su vida a su crianza y manutención. En el peor de los casos, hay parejas sin el compromiso matrimonial que se separan, y lo hijos quedan bajo la responsabilidad de alguno de ellos como solteros, donde llevarán la carga de hacer que ellos sean más importantes que su propia vida.
Una persona soltera, pero con hijos, pone en «pausa» su vida para darle de todo a ellos, y terminan tratándolos como si fueran sus pequeñitos, sacrificando su propia felicidad. Así como sufre una persona soltera con responsabilidad paternal (es triste pero real); también sufren los hijos. Otros viven buscando la pareja perfecta de relación en relación, y a veces se llenan de hijos de uno y de otro. Si estás a tiempo, formaliza tu relación con la persona que amas, y juntos propónganse criar a los hijos con determinación. Pongan a Dios en primer lugar, y manos a la obra, en la responsabilidad paternal. Atención varones y mujeres, en cada uno de ustedes está la responsabilidad de un matrimonio y un hogar feliz en el temor de Dios.
Soy padre de familia, y creo que aunque no he sido de los mejores; sin embargo, he aprendido algunas lecciones en la crianza de mis hijos, aún a pesar de mis errores y tropiezos. Trataré de ser claro, aunque algunas de las cosas que comparto se generalicen, podrían haber excepciones. Tomen estas palabras como consejos para su vida conyugal y paternidad. Espero que lleguen mis aportaciones a tiempo y éstos puedan bendecirles.
«Bienaventurado todo aquel que teme á Jehová, que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado tú, y tendrás bien. Tu mujer será como parra que lleva fruto á los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivas alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendito el hombre que teme á Jehová. Bendígate Jehová desde Sión, y veas el bien de Jerusalem todos los días de tu vida. Y veas los hijos de tus hijos, y la paz sobre Israel.» –Salmo 128:1-6.
1- LO QUE SIEMBRAS COSECHAS
La siembra y la cosecha es un principio universal enseñado en la Biblia. No puedes dejar que tus hijos hagan lo que quieran. Cuando tú les enseñes lo que es correcto y aceptable, ellos sabrán lo que es contrario e inaceptable. El 1, 2, y… No funciona, si no cumplimos con el supuesto castigo que decimos aplicar. Una vez, estuve solo en una tienda viendo algunos artículos; de pronto oía a un niño hiperactivo hablar y moverse de un lado a otro, tocándolo todo. De pronto la madre lo amenaza con salir de la tienda, y el niño le dice: «no, no». La madre responde: está bien, pero compórtate. Luego, todo sigue igual, el niño repite las mismas escenas, y la madre lo amenaza con contar…; a lo cual, el niño responde manipulando con el llanto, y el «no, no». —Esto fue de nunca acabar. En el mal y en el buen comportamiento de los hijos deben haber consecuencias. Los padres no quieren que sus hijos sean mentirosos, pero ellos les enseñan a mentir al no cumplir con lo que dicen. Si tu hijo es chismoso, mentiroso, fraudulento, etc.; eso es precisamente lo que ha aprendido en la casa. Si tu hijo es de buenos modales, educado, correcto; también eso lo aprende en el hogar.
2- ¿SERÁN LOS HIJOS MÁS IMPORTANTES QUE TODO EN LA VIDA?
Realmente no lo son, ni deben serlo. No mal entienda, los hijos son importantes, pero en orden de prioridades. Los hijos no son la razón de la unión matrimonial. Si es el amor del uno y el otro la razón del matrimonio; entonces, los hijos tendrán su lugar de importancia en sus vidas. Cuando los hijos se vayan, no habrán razones para separarse, sino el deseo de envejecer juntos. La actitud de un hijo cuando se cree importante, es manipular y tomar el mando por sus derechos. Posiblemente, cuando veas a algunos de tus hijos diciéndote lo que tengas que hacer, es porque lo has sobrestimado. Ama a tus hijos sin poner condiciones; pero, no pongas su felicidad por encima de todo. No pongas a tus hijos antes que tu matrimonio y que tu propia felicidad. Vale la pena sacrificarse por ellos incondicionalmente, pero no al punto de sacrificar otros valores importantes. Varias veces intervine en la discusión de mis hijos con su madre y les dije: sabes qué, un día, cuando crezcas, tú te vas a ir de la casa, y ya no vas a estar con nosotros. Sin embargo, tú mamá y yo vamos a estar juntos aún sin ustedes; por lo tanto, quiero que la respetes y le obedezcas. Mi consejo es: Amen a sus hijos, esfuércense por ellos, pero vean por el futuro de ellos, basado en el ejemplo que ustedes le puedan dar.
3- TÚS HIJOS NO SE MANDAN A SÍ MISMOS, NI ELLOS MANDAN EN LA CASA
¡Es mi hijo, y yo le dejo hacer lo que quiera! —Esta parece ser una frase muy trillada de algunos padres, sin medir sus consecuencias. La vida de los hijos depende de los padres desde su temprana edad. En esa gran responsabilidad paternal, los hijos serán lo que los padres autoricen que sean. Queramos o no, un hijo hará lo que los padres le permitan. Talvés no lo quieras aceptar, pero los hijos son producto de tu paternidad. Hay cierta edad de los hijos que son la responsabilidad de los padres. Entiendo que después que los hijos salen de casa o hayan madurado, serán responsables de sus propias decisiones. Mientras estén bajo tu techo, en edades de juventud, y si la vida de uno de tus hijos está en enredos y desastres, tú eres responsable. No es agradable oír de otros lo que no quieres ver, pero tienes que aceptarlo. Las culpas no están en la música, las películas de Hollywood, los juegos digitales, el sistema educativo de tu país, los amigos, y mucho más. Los hijos dependen de tu manera en que lo educas y le enseñas los valores más importantes de la vida y la familia.
4- TUS HIJOS NECESITAN VER LA REALIDAD DE LA VIDA
La realidad de la vida que has experimentado, es la que necesitas compartirle a tus hijos. No le pongas mucho adorno de azúcar al pastel, que solo eso se querrán comer tus hijos. Tu hija es una «princesa» y tu hijo un «campeón». Cada uno de tus retoños nacieron en un ambiente de amor, y quieres verlos crecer con lo mejor que puedes darles. Talvés no lo quieras ver; como me ha pasado a mí, porque si cuesta entenderlo, y también cuesta aceptarlo. Los hijos son preciosos a nuestra vista como «angelitos». Pero, ¿Sabes qué? —No son tan especiales para los demás. En la escuela, en el vecindario, donde hay acoso por el tamaño de su nariz, donde le van a decir «cuatro ojos» porque usa gafas, tu hijo o tu hija va a ver la realidad. Hacerles ver que son especiales para ti como padre y madre, es correcto; pero, muéstrale la realidad del mal fuera de las puertas de tu casa. Ellos (los hijos), deben saber que el hogar es un pedacito de cielo comparado al mundo, donde nadie los amará incondicionalmente, como los padres pueden amarlos. En la realidad del mundo que tus hijos van a vivir, no habrán princesas ni campeones; sino la realidad de lo que tú les enseñes para sobrevivir y vencer.
5- QUE TIENEN TUS HIJOS Y QUE LES DAS
¿Te has sentado a platicar con tus hijos de algún tema específico? —Uno de estos días, platícales a tus hijos de lo que es la vida, la familia, el hogar, la comida, el estudio, etc. Por otro lado, platícales a tus hijos de los gastos extras en ropa, zapatos, juguetes, mascotas, vacaciones, etc. Dales a conocer la diferencia entre derechos que tienen, y privilegios que ustedes como padres les dan. La lección que pueden aprender los hijos de parte de los padres, les va a durar toda la vida. Tratándose de dinero, ellos tienen que aprender que todo tiene un precio, y si algo que no lo tienen; pero, lo quieren, tendrán que ganarlo con sacrificio y esfuerzo. Enséñale a tus hijos que la vida se negocia con actitudes, comportamiento y preparación. Mientras más tengan en su haber de estudio y buen comportamiento, mejores serán las cosas que recibirán. Es decir, cuando se portan mal, corrígelos sin premiarlos; y cuando hagan lo bueno, elógialos y recompénsalos.
6- TODO TIENE SU TIEMPO
Algo muy difícil para los padres de familia, es medirse cuanto tienen en abundancia. Cuando los hijos son pequeños, cualquier regalo les parece bueno. Muchas veces es orgullo de los padres darles ropa, zapatos y juguetes de marca y precios altos a los hijos. Están en su derecho, pero todo tiene su tiempo. Cuando los hijos tengan conciencia de marcas y popularidad de los productos (de eso se encarga la sociedad de consumo en los comerciales); entonces, si tendrán de que preocuparse los padres. Lleva a tus hijos conforme a tus posibilidades y de acuerdo a las edades que tengan. Un ejemplo simple: El refrigerador está lleno de alimentos, frutas y golosinas. Sin embargo, enséñales que todo lo que está ahí, es para ellos; pero, no pueden tomar nada sin el respectivo permiso y momento adecuado. Tú como padre de familia, entiendes que después de ser alimentados pueden pedir y tomar lo que quieran, y no antes. De igual manera, un teléfono móvil, una tableta digital, juegos electrónicos, y más, vendrán en su respectivo tiempo de acuerdo a sus edades. Si tú dices, la tableta que tengo ya no la quiero, porque voy a comprarme la más nueva, y ésta se la doy a mi hijo o hija; si ellos están muy pequeños, les puedes hacer más daño que bien.
7- LA AUTOESTIMA O AMOR PROPIO
Promueve en tus hijos los valores del éxito, y ellos serán motivados a la superación. La tarea de los padres es animar a los hijos a alcanzar sus metas, y apoyarlos cuando están en las etapas de su preparación. ¿Qué de la autoestima? —La autoestima solo lo alcanzan los hijos en su afán de superación. Es difícil para un padre proporcionar apoyo de autoestima, sin la disposición de los hijos a vencer los desafíos del éxito. Promueve en tus hijos la educación, la lectura, los deportes, la música; y verás que ellos lograran muchas de sus metas propuestas. Promueve en tus hijos la excelencia en todo lo que hagan. Promueve la perseverancia, que lo que se comienza debe ser terminado. Promueve la constancia, como uno de los valores del éxito duradero, la lealtad y la amistad. A los logros de naturaleza sacrificial, le sigue la autoestima o el amor propio. Como en todo, también en el éxito hay peligros de orgullo desproporcionado. Por lo tanto, promueve en tus hijos la humildad con poco, o con mucho. Promueve el servicio y la utilidad de sus talentos, para beneficio de otros. Promueve que la autoestima o amor propio, nunca estará sobre los demás como para denigrarlos y humillar a quienes ellos quieran. Promueve el temor a Dios, como el «principio número uno de la sabiduría«.
CONCLUSIÓN
Al final de la jornada en la vida, cada padre quiere ver coronado sus sacrificios con el bienestar en sus hijos. ¿Qué padre querría ver el fracaso de sus hijos? —Creo que ninguno tendría un corazón malo para ver terminar a sus hijos viviendo mediocremente. ¿Sabes una cosa? —Quienes sean diligentes en enseñar a sus hijos desde pequeños, cuando éstos sean adultos, verán a sus padres como sabios maestros del bien. Tú final será ver a tus hijos bendecidos, como unas plantas que llevarán mucho fruto. Solo así, tú hogar estará bajo la bendición de Dios.
«Instruye al niño en su carrera; aun cuando fuere viejo no se apartará de ella.» -Proverbios 22:6.
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