AVIVAMIENTO

«Entonces oído esto, fueron compungidos de corazón, y dijeron á Pedro y á los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?» -Hechos 2:37.

Como cristianos conocemos como inició la manifestación de la iglesia en el mundo. Previo al descenso del Espíritu Santo y durante cuarenta días; primero sucedió en secuencia la manifestación del Cristo resucitado. Jesús se mostró vivo á muchos discípulos y con pruebas fehacientes los convocó á reunirse para esperar la venida del Espíritu Santo. Diez días después de la última reunión donde más de quinientos hermanos vieron á Jesús ascender al cielo, vino el avivamiento de Pentecostés donde todo empezó y no ha podido parar hasta el día de hoy. Las reuniones convocados por el mandamiento del Señor producen avivamiento.

El avivamiento representó un tiempo de preparación en procesos individuales con la ministración del Cristo resucitado. Jesús había previsto la gloria de la venida del Espíritu Santo, porque lo profetizó y lo programó con el mandamiento de que se reunieran en Jerusalén para esperarlo. El Espíritu era ya una promesa del Padre, y Jesús enseñó que vendría sobre los discípulos y se quedaría con ellos. El Espíritu Santo descendió y marcó la vida de ciento veinte discípulos que perseveraron en la fe de Jesucristo. El avivamiento es un despertar en cadena, que tiene una trayectoria divina de persuasión del Espíritu de Dios.

Claro que el protagonista principal fue y seguirá siendo el Espíritu Santo; pero, eso no descarta los mandamientos de Jesús, la preparación de los apóstoles, el lugar asignado y las instrucciones que dio el apóstol Pedro, para conducir á los congregados al arrepentimiento y á la obediencia del bautismo en agua. La Biblia, dice: «Empero hágase todo decentemente y con orden.» -1 Corintios 14:40. — Aquí hay un principio: «Dios es ordenado». – por consiguiente, el avivamiento no fue pasajero, y la evidencia está en que ha permanecido por siglos. Ningún avivamiento ha descartado la intervención de personas en el orden de la fe.

Por supuesto que el avivamiento fue una responsabilidad del Espíritu, porque solo Él podía provocarlo. Cuantos eventos extraordinarios no ha causado el Espíritu; y por su soberana participación, se han levantado muchos defensores de la fe. — ¿Y después qué viene? — Aquí es donde entra la pregunta que hicieron los hombres del avivamiento de Pentecostés — ¿Qué haremos? — El Espíritu Santo siempre ha tenido personas capacitadas para dirigir á los congregados hacia el orden correcto de la voluntad de Dios. Ahí estaba Pedro y fue él quien tomó la palabra y condujo á los que estaban con ellos, al orden del evangelio de Cristo.

El mensajero de Dios habló, y la Biblia nos dice: «Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y hablóles diciendo: Varones Judíos, y todos los que habitáis en Jerusalem, esto os sea notorio, y oid mis palabras.» -Hechos 2:14. — Aquí es donde me atrevo á pensar en Pedro, el negador, el parlanchín, el impetuoso y atrevido discípulo de Jesús. Pedro lleno del Espíritu Santo fue movido á poner las pautas de un avivamiento, y ha dejado las estructuras para que detectemos lo que es de Dios. Todo avivamiento tiene identidad, propósito, orden y permanencia de los frutos del Espíritu Santo.

Pedro,….

1. Fue la voz del mensaje de avivamiento, cuando dijo: «no están borrachos» (Hechos 2:15).

2. Fue la voz del mensaje de las Escrituras (Hechos 2:16).

3. Fue la voz del mensaje Cristo céntrico (Hechos 2:22-23).

4. Fue la voz del mensaje de la resurrección (Hechos 2:24-32).

5. Fue la voz del mensaje del derramamiento del Espíritu y su manifestación (Hechos 2:33).

6. Fue la voz del mensaje del señorío de Cristo (Hechos 2:36).

7. Fue la voz del mensaje de arrepentimiento, bautismo y don del Espíritu (Hechos 2:38).

La vida cotidiana tenía que seguir en su normalidad de compromisos y responsabilidades sociales y civiles. El avivamiento fue el comienzo de una nueva etapa de impacto social, de evangelismo y de expansión de la palabra. Éstos asuntos ya quedaban en la responsabilidad de cada individuo. La vida cristiana es en fe, y no se fundamenta en emociones y euforia con discrepancias en las instrucciones bíblicas. Si el cristiano quiere permanecer en avivamiento, tiene que afirmar su fe en el conocimiento de las Escrituras. Las emociones son pasajeras; pero, las convicciones de la fe son duraderas.

Obviamente, la adversidad se presentó con toda su fuerza. Muchos religiosos no quedaron contentos, porque les removieron los cimientos del conformismo y la mediocridad de sus actos. Las autoridades seculares intervinieron en oposición de un movimiento imparable; de gente convertida y valiente, porque daban testimonio de su fe. Las fuerzas del mal no se quedaron pasivas y se abalanzaron con ímpetu sobre los ministros como Pedro, Jacobo y los demás apóstoles. El avivamiento trajo vida á la Iglesia; pero, despertó la rabia del mundo, los enemigos de la fe y los demonios.

Los que entran en avivamiento tienen que entender que no pueden dejar de ser llenos del Espíritu Santo. El poder del Espíritu es para ser testigos (mártires), y para enfrentar la oposición á las potestades espirituales en los aires. El avivamiento no es para dejar la escuela, los trabajos, la familia y enclaustrarse en un lugar de comodidad y satisfacción religiosa. Ser conformistas, es caer en un rito ceremonial cristiano, sin una visión de vida de fe y de valores espirituales sólidos. Es tiempo de volver al camino y vivir el avivamiento del Espíritu, en una experiencia de responsabilidad individual.

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Es tiempo de reforzar la colectividad de los creyentes que practican y creen lo mismo. Es tiempo de seguir la marcha de la vida de fe, hacia el cumplimiento de la esperanza de ver venir al Amado del cielo. Es tiempo de prepararse para dar razón de nuestra fe, con una vida de santidad y perseverancia en hacer la voluntad de Dios. Es tiempo de pararse firmes y decir no á la apostasía y á las doctrinas mezcladas de un evangelio progresista y vago del conocimiento de Dios. Es tiempo de levantarse y disponer el corazón para lo que viene; sea lo que sea, y poner en alto el nombre del Cristo resucitado.

Desde el primero y más connotado avivamiento apostólico en Pentecostés, el EspírituSanto ha seguido haciendo los mismos derramamientos de fuego y poder. Yo soy producto junto con mi esposa de un avivamiento que nos transformó; y de eso hace más de cuarenta y cinco años, y no ha parado todavía dentro de nuestros corazones. Mi pastor, Dr. Othoniel Ríos Paredes, dijo: «No hay avivamiento que perdure, si no hay palabra revelada y alabanza restaurada.» — Antes de que la iglesia sea arrebatada, continuará la apostasía; pero, los avivamientos provocados por el Espíritu Santo, darán la pauta de que el tiempo está cerca.

*Los versos bíblicos corresponden á la versión Reina Valera.

Si desea compartir y copiar todo ó una parte de estos escritos, por favor de crédito al autor de ellos con el nombre: http://www.ovidiobarrios.org

Publicado por ovidiobarrios

Me considero dichoso de tener una familia integrada, principios cristianos; y sobre todo, de tener mis metas y mis sueños enfocados en lo que creo. Esta vida es para aprender a vivirla con entusiasmo y energía. Sobre todo, considerando a aquel que nos sostiene con aliento de vida desde que nacemos, hasta que demos el último suspiro. Dios es el creador de todo. Es el autor de la vida y de todas las cosas que nuestros ojos pueden ver. Dios no es la naturaleza. Dios es el creador de la naturaleza. El es invisible, sabio, omnipotente y misericordioso. Su gracia se muestra en el amor por medio de Jesucristo, el Señor. Su vida entregada en la cruz, es la muestra mas grande de amor para toda la humanidad. Sencillamente, "el don inefable de Dios."

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