PALABRAS QUE TRANSFORMAN 

La Biblia relaciona constantemente, y en repetidas ocasiones, el conocimiento de Dios, porque Dios es el dueño del conocimiento. Las Escrituras dicen que Dios es perfecto en conocimiento. Sólo en el libro de Job, está escrito: «Porque de cierto no son mentira mis palabras; contigo está el que es íntegro en sus conceptos.» Job 36:4. — «Escucha esto, Job; detente, y considera las maravillas de Dios.» Job 37:14. –— ¿Has conocido tú las diferencias de las nubes, las maravillas del Perfecto en sabiduría? Job 37:16. — Dios no tiene límites, ni los conoce. Su sabiduría y entendimiento es inescrutable. Insondables más que las profundidades del mar, y más alto que los mismos cielos. Dios es vasto en el poder de su conocimiento.

En las Escrituras encontramos con frecuencia la relación del conocimiento con otras cualidades y atributos relacionados con Dios y los seres humanos, tales como: La sabiduría, el entendimiento, el discernimiento, y la capacidad de pensar (Proverbios 2:1-6, 10, 11.) — Cuando se alcanzan a comprender las diferencias básicas existentes entre estos términos, se entienden mejor las razones del poder y la capacidad de obrar mejor. Como ejemplo veamos lo siguiente: Al adquirir el conocimiento de las cosas, éste nos dará entendimiento. Por lo tanto, el entendimiento de las cosas nos provee una mejor manera de vivir. Luego, al vivir aplicando el conocimiento correcto en todas las cosas, se manifiesta la sabiduría. 

El conocimiento, es el saber que se adquiere mediante la disciplina de estudio y la experiencia personal en la vida. La Biblia insta á que se busque y atesore el conocimiento, y que se le de el valor que le pertenece. De ahí, la importancia de leer y ser educados é instruidos en cualquier rama del saber humano. El conocimiento bien adquirido y aplicado tiene más valor que el oro, según Proverbios 8:10. — Leer algunos libros importantes, nos traen el conocimiento de las cosas. Informarse, investigar, instruirse, buscar el conocimiento correcto de las cosas, es parte de la necesidad interior en el corazón del ser humano. 

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Dentro del conocimiento de las cosas, hay asuntos que atañen a lo temporal y pasajero de la existencia. Sin embargo, hay otros asuntos que tienen que ver directamente con las cosas del alma y del corazón; son cosas que atañen a la vida espiritual, y a la eternidad. La fuente de los libros de las Escrituras Sagradas, hablan en repetidas ocasiones del valor del conocimiento, diciendo: «Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento,..» Filipenses 1:9. — «Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.» 2 Pedro 3:18.

Jesús enfatizó la importancia de llegar a un conocimiento verdadero de él y de su Padre. Por esa razón, afirmó: «Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.» Juan 17:3. — Conocer a Dios es importante, y la fuente para saber de él es la Biblia. La necesidad del alma no se sacia con el conocimiento intelectual de las cosas solamente. Es necesario traer al corazón sabiduría de lo alto, palabras que no sólo informan; sino que también transforman y traen paz y seguridad al corazón. Los buenos libros informan, las palabras de Dios transforman. 

«Jesús,… dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.» Lucas 4:4. — La fuente del conocimiento es Dios a través de su palabra (La Biblia), y el poder de sus palabras, transforman. 

*Los versos bíblicos corresponden a la versión Reina Valera. 

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