Parece ser que ser cristiano en estos tiempos fuera una especie de aventura pasajera. La falta de compromiso, de conocimiento, de convicción; y aun, de enfoque en la perspectiva bíblica, hace que algunos que estén bajo ese título sean mediocres en su fe. La verdad es que la fe se ha tergiversado poniéndolo a un nivel de sensaciones emocionales muy fuera de la realidad de las convicciones bíblicas. Algunos creen que la fe cristiana se debe probar primero temporalmente para ver sus resultados, y así evaluar el nivel de compromiso al cual cada persona se pueda someter.
Ser cristiano parece ser una prueba o la opción que algunos quieren para experimentar primero y ver si aquello les funciona. Muchos creyentes de renombre en la fe vivieron años creyendo; y aunque no vieron resultados de su fe en las promesas divinas, se mantuvieron en sus convicciones. La Biblia dice: «Y todos éstos, aunque recibieron buen testimonio por la fe, no recibieron el cumplimiento de la promesa,…» -Hebreos 11:39*.
Anteponer los resultados de la fe antes de la fe misma, es un suicidio espiritual. Por eso digo: “Hay quienes creen que son cristianos, y hay quienes son cristianos que creen.” La diferencia entre querer sin hacer y hacer por querer, radica en las convicciones abrazadas por la fe. “La fe sigue siendo el recurso divino para tomar, poseer y alcanzar lo que todavía no se puede ver.”
Los propósitos de Dios no se pueden conocer desde la comodidad de una falsa e inestable sensación de seguridad. La fe produce una expectación real por lo que no se ve; pero, que sí se espera bajo los parámetros de la confesión y la oración constante. “Quien cree, confiesa lo que cree, porque lo sueña y lo abraza sin soltarlo, hasta que lo ve en su posesión“. —”Quien cree, avanza sin detenerse, sin importar el tiempo y las circunstancias“. —”Creer, es el motor de fuerza que impulsa las motivaciones genuinas de un luchador, para llegar a ser un vencedor“.
No te de temor dudar, titubear, flaquear, tambalear; porque eso es parte de la escuela de la fe. En la medida en que superes todo temor, verás la fe fortalecerse y tus convicciones confirmarse. Por supuesto, que lo que Dios ha establecido como promesas para quienes las lleguen a creer, serán las motivaciones mas grandes para mantener la fe. La vida de todos los hijos de Dios depende de las promesas divinas reveladas en las Escrituras.
La Biblia dice: «Abraham creyó contra toda esperanza, de modo que vino a ser padre de muchas naciones, de acuerdo con lo que le había sido dicho: Así será tu descendencia.» -Romanos 4:18.
Cualquiera que sea tu medida de fe, auméntala a través del conocimiento de las promesas de Dios. Confiesa lo que crees, ora por lo que crees y serás un cristiano creyente que vives por la fe.
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