Cada uno de nosotros tiene un pasado, un destino, una vida, y más capítulos por escribirse. El asunto es, —¿Cómo encontrar la medida exacta de nuestro calzado, para recorrer el camino de la vida que aún nos resta? —Esta es mi meditación y mis pensamientos alrededor de esta pregunta.
Escoge el personaje, por el cual, suplantado por ti mismo, podrías vivir su historia. No sería fácil escoger a una persona, de tantos que posiblemente admiramos y tengamos en alta estima, para vivir como ellos han vivido. Tenemos que tomar en cuenta, que la vida es una escuela, donde aprender a vivirla es una prioridad. El camino de la vida no es de atajos y veredas cortas, para llegar antes de tiempo. Tampoco puedes comprender la vida de otros, si primero no aprendes a vivir la tuya. Otros viven su realidad, tú vive la tuya sin temor.
No puedes vivir la vida de otro, fuera de tu propio diseño. Vivir en los zapatos de otros es un sueño de cenicienta, sin carroza, sin Ada madrina, y sin Príncipe en el palacio. Cada uno tiene que afrontar realidades en determinados momentos. La vida humana no es una historia ficticia y de fantasía. En estos tiempos se presentan a manera de entretenimiento, historias irreales que nos distraen de las vivencias que enfrentamos día a día. No permitamos que una dosis de historia falsa nos embote los sentidos, para no ver lo que realmente tenemos en la vida.
«Trata de encajar dentro de tus propios zapatos«, para la realidad que en estos momentos es parte de tu caminar. Se trata de tu vida, de tu existencia, de tu realidad; y eso es lo que importa, y la cual, debes superar con valentía. De eso se trata, de caminar hacia el frente sin temores, recorriendo la vida con los «zapatos» de tu realidad y vivencia. Si el camino es escabroso y largo, será más seguro su recorrido con tu propio calzado. No pruebes otras medidas, colores y diseños de calzado que no favorezcan a tu destino. Vive tu vida y tu realidad con valor.
Les cuento una pequeña parte de la historia de Ezequiel: Era un profeta de Dios, que al igual que todos, recibía los oráculos divinos por medio de lo que experimentaban en su diario vivir. Su mensaje al pueblo, no siempre fue fácil, ni agradable a los oídos. Un día, dando un mensaje de Dios con frustración, dolor, y pesar; tuvo en su propia experiencia, el sufrimiento de la muerte de su esposa. Dios le habló mucho antes y le dijo:
«Reprime el suspirar, no hagas luto de mortuorios; ata tu turbante sobre ti, y pon tus zapatos en tus pies, y no te cubras con rebozo, ni comas pan de consuelo.» -Ezequiel 24:17.
¿Cómo podría entender el profeta; por un lado, el dolor del corazón de Dios por la actitud indiferente de su pueblo; y por el otro, la fuerza del mensaje que tenía por dar? —El camino y el destino de la vida del Profeta Ezequiel no fue tan simple. Ezequiel tenía que enfrentar su realidad, para recorrer su destino, con sus zapatos bien puestos.
Dios quiere que seamos fuertes, que vivamos con dignidad y valor, y que caminemos de frente sin retroceder. Ata tus zapatos a la medida, enfrenta la vida, y recorre tu destino si temor. La vida es de valientes y esforzados hombres y mujeres de Dios.
Sembrando en Corazones 