
He trabajado por más de 35 años en los Estados Unidos hasta la fecha. Después de 16 años de trabajo en una organización cristiana desde mi juventud; decidí salirme, y trabajé unos cuantos años inestablemente por mi cuenta. Después de eso, por 20 años he trabajado solo en 2 compañías seculares, y el pastorado a la misma vez. Inicié junto a mi familia y con la gracia del Señor; el ministerio del pastorado de una iglesia, al mismo tiempo que hacía mis turnos de trabajo. Se lo que es madrugar por todos esos años para cumplir con 8 a 10 horas de labores; desde las 4:00 de la mañana, hasta las 2:00 ó 3:00 de la tarde. Sé lo que es tener 10 minutos de descanso y 30 minutos de almuerzo; en esos periodos de tiempo, en turnos agitados de trabajo físico. Actualmente me encuentro dedicado al pastorado, desde Julio del 2019.
Sé lo que es viajar los fines de semana, para cumplir con las invitaciones de salir a predicar; tomando de mis horas de vacaciones, e invertirlas en el ministerio. Sé lo que es regresar después de predicar con desvelos y cansancio; y luego, volver al siguiente día con puntualidad a marcar la tarjeta sin falta. Además, he contribuido responsable y económicamente a la congregación mes a mes, durante esos años hasta la fecha. Sé que no soy, ni seré el único en hacer estas cosas; sin embargo, les comparto lo que considero bueno, Justo, y digno; respecto al trabajo honrado y responsable de un pastor. Aún tengo mucho que aprender; sin embargo, me atrevo a compartirle mi experiencia y mis puntos de vista del pastorado.
BENEFICIOS LABORALES EN ESTADOS UNIDOS
Las compañías en los Estados Unidos tienen leyes para beneficios de todos sus trabajadores. El país está diseñado para la prosperidad de los pequeños empresarios, los profesionales, los inversionistas, y los trabajadores en general. Hay legislación y control de los impuestos para todos. Hay también beneficios y oportunidades en caso de accidentes y discapacidades. No todo es perfecto, porque hay desequilibrios sociales, injusticias, y casos complicados. Sin embargo, entre muchos países, Estados Unidos es uno dentro de algunos pocos, que cuentan con las mejores oportunidades y beneficios para los obreros, en los diferentes sectores laborales que existen. Hay abogados especializados para defender los casos laborales, en cualquiera de sus categorías. En Estados Unidos se pelea por los derechos personales; y hay organizaciones que velan por la justicia empresarial, para los miembros de un gremio o de los sindicatos laborales. Las compañías son supervisadas porque tienen reglamentación sobre seguridad médica, ambiente adecuado, ergonomía, relaciones sociales, beneficios e inversiones.
Hay cedes gubernamentales que están supervisando el cumplimiento de las reglas establecidas, para el beneficio de la clase obrera. Hay entre compañía y compañía, grandes diferencias, y todo depende de la administración, manejo de los bienes, y de las ganancias. De cualquier forma, un trabajador en este país tiene mejores expectativas para su futuro con su esfuerzo, responsabilidad, y dedicación en sus labores. En tiempo de crisis económica, laboral, política, desastres naturales, pandemia, recesión, etc.; el trabajador tiene la oportunidad de administrar sus bienes en situaciones extremas. A decisión personal cada trabajador puede figurar y preparar su futuro para su mejor retiro, o jubilación laboral. Si el trabajador u obrero decide, puede ahorrar e invertir para obtener ganancias y reclamar un futuro de estabilidad médica, ahorro, y sostén de ciudadano en retiro. Las exigencias de un trabajador estriban en su puntualidad, asistencia, aprendizaje, relaciones internas, y colaboración con los demás, en las respectivas instalaciones de su desarrollo laboral.
RESPONSABILIDADES LABORALES
Después del trabajo y fuera de sus responsabilidades laborales, cada persona es dueña de sus acciones, y del sistema de vida que escoja para él y su familia. Hay algunos que separan los aspectos del diario vivir con las actividades laborales. Algunos dicen que el trabajo es el trabajo, y los asuntos personales son asuntos privados. A las empresas (con algunas excepciones); no les importa la moralidad, austeridad, honestidad, religiosidad, paternidad; y demás cosas que afectan la vida de sus trabajadores, fuera de sus recintos. Obviamente; y en alguna forma, la calidad de vida de una persona afecta en sus relaciones laborales, aunque ésta no parezca importarle a los empresarios.
Los homicidios, suicidios, abusos, y aún los accidentes en los trabajos, y en las carreteras; tienen que ver con la vida de personas que están activamente relacionados con otros por muchas horas, en sus puestos de trabajo. El comportamiento y la relación de una persona con los demás empleados, se atañen a consecuencias por las condiciones de vida que tengan con los suyos y sus amistades. En las aplicaciones de trabajo algunas empresas ya piden que se den a conocer los nombres de las cuentas o sitios personales en las redes sociales, para analizar sus prioridades.
Algunas empresas modernas han implementado las reglas de la diversidad, para evitar los acosos, el aislamiento, la soledad, y los traumas en los trabajadores. Han puesto números en línea telefónica con privacidad, para los reportes anónimos. Además, hay lugares en la línea del internet, para informar secretamente de las posibles secuelas que tengan los trabajadores, por causa de sus vicios y adicciones. Las empresas modernas ya ofrecen ayuda profesional de siquiatras y sicólogos, para las necesidades traumáticas y mentales de sus obreros. Hay otros empresarios, que ya proveen hasta seguros farmacéuticos, con beneficios de medicamentos y tratamientos médicos especiales, en casos donde hubiera daños sicológicos irreversibles.

Esa es la realidad en los ambientes laborales de la sociedad actual en los Estados Unidos. Hay muchas cosas de las cuales se saca una cobertura benéfica, e incentivos laborales que son ventajosas, para los trabajadores en este país Americano. Existen oportunidades para crecer laboralmente, y mejorar considerablemente la economía familiar en las compañías empresariales de los Estados Unidos. Con el aprendizaje del idioma, la adaptación a la cultura, y el aumento de la educación; para ser mejor retribuidos económicamente, en este país del primer mundo, se puede lograr un sueño de oportunidad. Estados Unidos ha sido mencionado varías veces, como el lugar o el país de las oportunidades (con algunas excepciones).
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LABORES EN LA EMPRESA ESPIRITUAL
«Obedeced á vuestros pastores, y sujetaos á ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como aquellos que han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no gimiendo; porque esto no os es útil.» -Hebreos 13:17.
Solo en los Estados Unidos hay miles de pastores que tienen el ministerio como una posición laboral; y en algunos casos, ellos les dan trabajo a otros, dentro de las instalaciones o edificios donde ejercen sus funciones. Muchos que son pastores y están al frente en una congregación, han tenido una profesión, una posición económica, y puestos importantes de trabajo. Algunos han renunciado a mejores propuestas empresariales, con tal de servir en el pastorado. Muchos pastores no son hombres improvisados que han buscado el pastorado para sobrevivir. Muchos se han preparado con estudios académicos, y tienen capacidades empresariales para dirigir una empresa de fe, como lo es una iglesia.
Aunque el pastor no tenga la rutina de un horario empresarial de fábrica, de taller de reparaciones, o de trabajos artesanales; el pastor también tiene un trabajo importante que hacer, con esmero y dedicación. Posiblemente, algunos no lo acepten así; pero, el trabajo de un pastor no es solo físico, sino también espiritual, emocional, y afectivo a quienes él llega a conocer en el lugar de sus funciones. El ministerio pastoral no tiene que ver con máquinas, sino con almas, para ser alimentadas y cuidadas (Hebreos 13:7-16). Pastorear es un trabajo digno, aunque el pastor no se sienta digno de su llamado. Si alguno se siente inmerecido de su llamado, es aquel siervo fiel que se considera indigno de un alto honor, y a quien Dios le ha concedido el ministerio pastoral.
Las labores pastorales se aprecian mejor en la sociedad americana; y cuentan con muchos beneficios; siempre y cuando estén respaldados por organizaciones grandes, prestigiosas, y debidamente registradas con el gobierno. Las estadísticas de las iglesias cristianas más connotadas no mienten. Sin embargo, no es el mismo caso de miles de pastores que trabajan en la misma profesión y llamado divino, en otros países y continentes. Hay muchos pastores independientes, y otros que viven pobremente en diversos lugares del mundo, con algunas excepciones. La biblia claramente dice: “Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que un infiel.” -1 Timoteo 5:8. — El pastor tiene que proveer para las necesidades básicas materiales de su familia; y también, para las necesidades básicas espirituales de una iglesia. Es innegable la labor empresarial de los pastores en las comunidades del mundo.
LABORES PASTORALES
Considero que la sociedad le exige más a un pastor; y a veces, de manera exagerada, desigual, e injusta. Son muchos los que piden más de los pastores, que de cualquier otro trabajador igual de útil en la comunidad. De los trabajos públicos, el de pastor, es el más criticado. Algunos consideran que el servicio pastoral está al mismo nivel que el trabajo corrupto que algunos tienen en puestos públicos, y que son reconocidos de mala reputación. Hay mucha gente que se refiere a los pastores como vividores, ladrones, aprovechados, chantajistas, estafadores; y todos los epítetos denigrantes, que se les pueda ocurrir. La gente espera que hasta los hijos del pastor sean «mini pastores», y esperan verlos como una familia de seres humanos intachables. La perfección es algo que no se ajusta a la realidad pastoral en ningún caso. Sin embargo, aunque hayan algunos de mal vivir y de testimonio dudoso, no se puede hablar así de los pastores en todo el mundo.

Por ignorancia, muchos no aprecian la labor pastoral, ni la consideran una función digna. Un pastor es tan necesario e importante en la comunidad como lo es un abogado, un médico, un sicólogo, un entrenador de fútbol, un arquitecto, un maestro de obras, etc. Un pastor es alguien que algún día cualquier persona tendría que buscar para recibir ayuda espiritual, y ser beneficiada de su labor. Yo se que hay escépticos, algunos que se llaman ateos, y otros que son anti-religiosos; y muchos de ellos ven con desprecio y desconsideración una labor pastoral. Pero, ellos no se dan cuenta que están peleando contra algo que no pueden cambiar dentro de la sociedad. Entiendo que la gente es materialista, y viven en un mundo de maldad y de pecado; pero, deben ser consientes que tarde o temprano; ellos, o sus hijos, sus amigos, o algún familiar cercano, llegarán a necesitar de lo que los pastores saben hacer.
La labor de los pastores es aconsejar, orientar, enseñar, y predicar la palabra de Dios. Los pastores asisten a los enfermos, orientan a los jóvenes, aconsejan a las parejas en matrimonio, y guían a sus miembros a una vida de excelencia en fe y santidad. Las labores pastorales son multifacéticas y a veces de mil diseños. Los pastores tienen carácter, personalidad, son emprendedores, tienen nuevas ideas, y son impulsores de otros al ministerio. Lamento decirles que algunos pastores a veces fallan, aburren, son tediosos, y hasta insoportables; pero, si son persistentes, pueden aprender a ser buenos ministros. También los líderes espirituales necesitan renovarse; y afilar sus herramientas en el carácter, para que realicen una mejor función en sus labores pastorales.
LABORES DIFÍCILES PARA EL ÉXITO HUMANO
Personalmente, al haber trabajado muchos años con pastores en mi juventud; creo tener mucho que aportar respecto del tema. He visto las necesidades de algunos pastores, habiendo tenido una relación y colaboración más cercana con ellos. No hay nadie que quiera llegar al fracaso cuando se trata de servir como pastor. Sin embargo algunos han fracasado en la obra pastoral. Algunos hicieron muy poco para proveer a las necesidades básicas del hogar; y colapsaron, quedándose rezagados y pobres económicamente. Otros pastores trabajaron duro y lograron mantener una familia; y cuando sus hijos crecieron y maduraron, ellos fueron los que les ayudaron para su vejez. Sin embargo, otros pastores tuvieron consecuencias en el hogar; por la falta de equilibrio entre sus labores de la iglesia, y en sus responsabilidades familiares. He visto a otros que cesaron de su labor pastoral por distintas razones, y no surgieron exitosos en su intento de hacer el ministerio.
Algunos iniciaron una iglesia, y se hicieron pastores por sí mismos; y por ende, han sufrido por años los desprecios, y la falta de aceptación popular. Algunos pastores no tuvieron mucha orientación; por lo tanto, no fueron ni bien educados, ni muy bien capacitados. Por tal motivo, algunos pastores incipientes, han fallado en poner sus prioridades en orden. Aunque los candidatos a pastores sean fieles, leales, honestos, bien intencionados, y llenos de fe; no es suficiente, para la realidad que hay que enfrentar en estos días del siglo veintiuno. A falta de liderazgos que los guíen; muchos pastores han invertido mal su tiempo, su esfuerzo, y su liderazgo comunitario. La labor pastoral es una empresa espiritual; por lo tanto, es difícil, como para medir su éxito por los parámetros seculares.
La labor pastoral comparada con otras, es más difícil y demandante en su desarrollo. Las personas de las iglesias, suelen ser muy exigentes en las actividades del pastor. De manera comparativa con los trabajos seculares más comunes; muchos con una labor pastoral no tienen incentivos económicos, aguinaldos, aumentos, ni tampoco tienen ahorros; para sus necesidades más vitales, y ni siquiera un plan decente para su retiro. Y por favor, no me diga que si algunos pastores llegaran a estar en condiciones precarias, es porque no son llamados, o porque les hace falta fe y confianza en Dios. La labor pastoral es difícil, por los retos constantes que representa el ministerio. Los pastores necesitan actualizarse constantemente, para mantener el desafío ministerial; no solo por la globalización de los medios, sino por la exigente competitividad laboral. Muchos de ellos necesitan ayuda y una mejor preparación, para llegar a ser mejores servidores en su labor pastoral. ¡Esa es la realidad!
LABORES BENDECIDAS Y REMUNERADAS
¿Quién dice que los pastores no pueden tener un retiro honroso? — No hablo de un retiro ministerial, sino de un retiro o pensión por la edad; cuando como ciudadano en su país de origen sea un contribuyente del seguro social. No solo es un deber ciudadano reportar las ganancias como obrero; sino también debe ser un íntegro tributario, al sistema de la sociedad a la que pertenece. Realmente, muchos pastores están descuidados en las orientaciones más básicas de una realidad laboral tan importante, como lo es el ministerio pastoral. Yo sé lo que muchos dicen, que si se metieron a servir por fe tienen que vivir por fe. Que si el Señor los puso, Él se encargará de cuidar de cada uno de ellos.
No podemos ver de soslayo la responsabilidad pastoral laboral, porque ésta va paralela a un llamado espiritual, en favor de la sociedad. La fe es real; pero, las condiciones estresantes y depresivas, también son reales en el ministerio. Sin embargo, yo considero que el pastor; como cualquier otro trabajador, necesita estar preparado en su labor para los momentos de crisis personales y familiares. Los grandes ministerios latinoamericanos con liderazgos masivos, no han considerado una forma de cobertura integral de seguridad médica, para sugerir o proveer a sus líderes. Muchos pastores no tienen un seguro médico para ellos y sus familias. Muchos obreros no están garantizados por su iglesia, para una ayuda en hospitalización y medicinas; ni mucho menos, para un seguro de vida.

Los pastores también pasan por momentos de estrés; y si ellos llegaran a colapsar, les quedarían algunas secuelas por sus depresiones. Es más, si un pastor en algunas circunstancias de negligencia, o en algún accidente llegara a morir; posiblemente su familia no esté preparada, para cubrir sus gastos de defunción. No tengo que poner ejemplos de decesos ministeriales por divorcio, incomprensión marital, incapacidades físicas; porque muchos los conocen. Hay muchos motivos más que han llevado a algunos pastores hasta el suicidio. Este mal es latente en la sociedad evangélica de hoy, y debe ser visto y atendido como tal.
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LABORES ASEGURADAS PARA LA FAMILIA
También un pastor podría quedar inhabilitado por diversas circunstancias, y quedar sin ayuda económica para sufragar sus gastos. Si llegara a suceder un percance familiar, o le suceda algo directamente al pastor; posiblemente sus más íntimos lleguen a recibir ayuda de gente muy cercana de la Iglesia. Algunas amistades más sensibles, podrían ayudar a la familia de un pastor en deceso, o con limitaciones médicas; pero, no habría garantías de una ayuda permanente a largo plazo. Muchos líderes influyentes sobre otros pastores, a veces solo piensan en la provisión a la preparación ministerial, y en darles enseñanzas espirituales como sus herramientas de trabajo. Después de eso, los obreros les aportarán donaciones para las cedes, oficinas, centros, talleres, y proyectos que engrandecerán sus nombres, títulos y organización. Sin embargo, muy pocas de las mega organizaciones cristianas dan beneficios a los que ellos consideran que son miembros del ministerio pastoral.
Por favor, no me diga que no está en la Biblia la labor empresarial de un Pastor, como para evadir una responsabilidad cristiana. Hay que tomar en cuenta el tiempo en que vivimos, y las leyes empresariales del país donde se vive. Hay organizaciones que hacen de la Iglesia, una empresa cristiana legalmente ordenada; por lo tanto, que otras también sigan el ejemplo, y tendrán una consideración justa y adecuada de los pastores en el ministerio. Yo sugiero a los líderes con grandes ministerios; que investiguen, porque hay compañías y empresas aseguradoras que cubren con coberturas básicas, a las organizaciones cristianas que califican. Esa sería una solución justa. Habría que instruir a los pastores, respecto a una preparación anticipada de los futuros riesgos a causa del trabajo estresante, al que puedan someterse. Mientras estén inscritos por grupos y con cantidades considerables a un seguro, menos serán los costos para cada pastor, y más serán los beneficios familiares para todos.
Las iglesias como empresas cristianas, son algo similar a las empresas seculares, en cuanto a los beneficios de un seguro. Los costos de los seguros de los empleados es mínimo, en vez de que el trabajador negocie su propia cobertura de beneficio familiar, y de forma particular. Las aportaciones de los pastores al ministerio de una empresa cristiana, podría ayudar a cubrir sus propios seguros; y serían más beneficiadas sus familias, y redundarían en una acción justa, considerada, y honesta de parte de los ministerios que los cubren. Con una mejor orientación de liderazgo, de visión, y de trabajo eficaz; un hombre en el servicio pastoral, podría estar más capacitado y mejor remunerado en su labor.
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FUNCIONES PASTORALES
En cuanto a sus funciones, un pastor es el motor de arranque, la energía que impulsa, el timón que mueve la dirección de la nave, y el piloto que guía a la iglesia al puerto seguro. El pastor tiene que ser maestro, líder, consejero, administrador, proveedor, y organizador. Algunas personas quisieran definir la actividad pastoral a su propio estilo y conveniencia, cuando no han estado en los mismos zapatos de ellos. Es muy común oír la opinión de la gente respecto a un pastor, de cómo y de que manera debiera comportarse. La diferencia de un miembro de la Iglesia con un pastor, está en su liderazgo funcional en la predicación, en la enseñanza de la Biblia, y en la responsabilidad de cuidar de la grey de Dios.
En cuanto al carácter, muchos exigen un pastor que solo inspire respeto y que tenga mucha seriedad. Algunos desean al pastor sin errores en su trato, y con una santidad extrema. Por consiguiente, muchos quisieran un pastor intolerante con algunos y bonachón con otros.
En su personalidad se le requiere como amigable, paciente, tolerante, y un serio representante de su grey en la comunidad. Otros prefieren a un pastor poco serio; y enfático en algunas cosas que atañen a los intereses de unos, más que de otros.
En relación al carácter y personalidad, algunos pastores son comediantes, actores, narradores de historias, motivadores, y los líderes activos que muchos necesitan en la comunidad.
Muchos quisieran que el pastor mostrara infalibilidad hasta en su hablar, pulcritud en sus atavíos, exceso de amabilidad, y cordura en todo. Algunos quieren ver al pastor tradicional en su vestuario, de corbata y saco de ejecutivo todo el tiempo. Mientras que hay otros pastores que están en la actualidad de la moda, y vestidos con algunos de los atuendos más modernos. Todos sabemos que un pastor será agradable para algunos y para otros no. Nunca un pastor llenará las expectativas de todas las personas a la misma vez.
Un pastor es una imagen que se ve muy a menudo en el púlpito, en las celebraciones, en los eventos, y en las actividades programadas de la iglesia. Por lo tanto, la gente tiene un concepto muy distinto de un pastor, cuando se sale de su zona funcional de su labor. A un pastor también se le puede ver trabajando en el jardín, comprando en la tienda, bromeando con algunos amigos, o debajo de un vehículo haciendo sus respectivas reparaciones. Los pastores también son esposos, padres, proveedores del sustento familiar, y responsables de sus propios bienes. Como personas, los pastores también tienen pasatiempos, gustos deportivos, amistades selectas; y necesitan ciertos espacios de entretenimiento, para disfrutar de su tiempo personal. El pastor es un ser humano común y corriente, como cualquier otro.
SOPORTE ECONÓMICO DEL PASTOR
Es muy claro que el pastor debe ser el primero que necesita de Dios, para motivar a otros a buscar la espiritualidad. Es obvio que el pastor tiene que ser el que más estudie y se prepare, para compartir e impartir las verdades del evangelio de Jesucristo. También es verdad cuando se dice: «Si Dios te puso, Dios te ayudará». Sin embargo, un pastor también debe ser considerado; que como hombre, necesita ser ayudado y sostenido económicamente. El éxito de una iglesia se debe en parte a la comprensión que sus miembros tengan, de la persona que está al frente de su liderazgo espiritual. La iglesia necesita que sus miembros comprendan que una aportación espiritual, moral y servicial; es tan necesaria, así como su aportación de sostén económico pastoral.
El sostén económico de un ministerio no solo es con un porcentaje financiero que se aporte, sino también con la oración, el respeto, y la comprensión de la labor pastoral. Un pastor también aparte de sus incentivos económicos, necesita estímulo de gratitud verbal, de compañerismo social, de solaz; y esparcimiento emocional, de tiempos de entretenimiento, y de meditación personal. Los pastores también necesitan ser entrenados para ser capaces, y reactivar sus talentos con la enseñanza de otros. Ellos deben escuchar a otros, y estar en conferencias de capacitación ministerial. De cada pastor depende cumplir con integridad y responsabilidad su ministerio. Los asistentes y miembros de una congregación podrían faltar a los servicios, y hasta cambiar de iglesia si así lo desean; pero, no el pastor. Si hubiera un clima frío o caliente, esté lloviendo o nevando; la gente decide ir o no ir, a los servicios; pero, no el pastor.

Los miembros de la congregación pueden dar o dejar de dar de sus bienes materiales; pero, el pastor tiene que seguir pagando sus expensas de edificios, y servicios de utilidades; porque son gastos necesarios del lugar donde se desarrolla el ministerio. A las personas les pueden suceder cosas en el hogar, con la casa, con los hijos, y hasta posiblemente pasar desapercibidos; pero, lo del pastor será evidente y hasta señalado y criticado más que cualquier otro. Si la iglesia está consciente de la responsabilidad pastoral, soportará a su líder espiritual económicamente. El pastor predica e instruye hacia la prosperidad espiritual y material, y sería incongruente que viviera como un pobre y desamparado. El pastor necesita y debe estar justamente asegurado, para ser compensado terrenalmente. Para un pastor, no es falta de fe tener un seguro, sino prudencia y sentido común.
El pastor necesita y debe ser bien pagado de acuerdo a la calidad de su labor. Como cualquier otro empleado, el pastor también tiene un trabajo limpio y digno, pese a lo que la gente mal intencionada pueda decir. Hay casos, y me pueden dar uno o mil de ellos, en donde un pastor ha sido malversador de fondos, vago, irresponsable, infiel y desatendido, etc. Sin embargo, nada de eso cambia los principios de la Biblia respecto a la labor pastoral. Aún con todas las exigencias del caso, el trabajo pastoral está asegurado con honra, recompensa, galardones, y corona de parte del Príncipe de los pastores. El apóstol de la Biblia dijo: “Y cuando apareciere el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.” -1 Pedro 5:4. — En el Nuevo Testamento existen las cartas pastorales que ubican, instruyen, definen, y honran el ministerio pastoral. La Biblia pone el pastoreo como una buena labor, como una obra digna, y como un trabajo honrado.
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CONCLUSIONES
“Palabra fiel: Si alguno apetece obispado, buena obra desea.” -1 Timoteo 3:1.
Si algunos hubieran sabido lo que representa el trabajo del pastoreo, no se hubieran metido a dicha labor. Tanto por lo difícil y exigido que es como pastor en su liderazgo, como lo mal comprendido y criticado que es por su función de líder espiritual. Sin embargo, aunque haya un llamado identificado por otros ministros que presiden a los pastores, el apóstol Pablo dice que el ministerio debe desearse. Por supuesto, si Dios pone el deseo de servir, será por alguna razón del quehacer ministerial (Filipenses 2:13). Y aunque, el ministerio pastoral no pareciera muy bien remunerado, para algunos en la tierra, sí será grandemente recompensado en la eternidad de gloria por el Señor. Pastorear es una buena obra; dicho de la manera correcta y de acuerdo al tema, «pastorear es un trabajo digno». El obrero de Dios es merecedor de un salario (Lucas 10:7). Un salario pastoral, no significa ser asalariado, como la meta del ministerio; en tal caso, no habría un llamamiento genuino de dependencia divina.
Si para algunos pastorear es vivir bien, es obtener ganancias materiales fácilmente, es lucrar con la fe de la gente; se equivocan, porque cada pastor nombrado tiene por jefe a Dios, y Dios no se equivoca, ni tampoco puede ser engañado. Si alguno piensa solo en ganancias en el ministerio; y se ocupa en la obra del pastoreo descuidadamente, debe recordar que un día también tendrá que entregar cuentas del trabajo espiritual que le pusieron en sus manos. Dios no es injusto para olvidar los esfuerzos y sacrificios de los suyos (1 Corintios 15:58). Pero también, Dios será justo en pagar a cada uno en la manera en que trabaje fielmente, o en la manera en que descuide indolentemente su llamado de pastor (Hebreos 13:17). El trabajo pastoral no debe tomarse como merecido, sino como un privilegio digno de ser cumplido, de ser honrado, de ser respetado, y de ser realizado con la frente en alto.
Solamente Dios les da la gracia y la bendición, para hacer la obra que ha puesto en las manos de los pastores fieles. Espero que cuando hables de un pastor lo hagas considerándolo por su trabajo, y cuando veas a un pastor le puedas expresar tu aprecio por su función, si fuera necesario. No juzgues a un pastor solo por su apariencia, ni por lo que otros puedan hablar, ya sea mal o bien de él. Mira a un pastor con el mismo respeto que puedas ver a un padre de familia, a un obrero de fabrica, a un empresario emprendedor, o a un servidor público dentro de tu comunidad. El trabajo pastoral es digno de cualquiera que se suba a esa plataforma privilegiada, porque ha estado en la lista de los que son llamados por Dios.
*Los versos bíblicos corresponden á la versión Reina Valera.
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