No hay súper pastores, ni hay mega rebaños para pastores extraordinarios. Es decir, no hay rebaños de proporciones grandes que necesiten de un pastor especial. Tampoco hay rebaños con un grupo pequeño de ovejas que necesiten de cualquiera que se nombre como pastor sobre ellos. La proporción del rebaño marca la capacidad del pastor y nadie debe sentirse inferior ni avergonzado por ello. No es un pastor mejor o más importante que otro solo por la cantidad de ovejas que tenga. Cada pastor es especial e importante en su labor e imprescindible para el bienestar de sus ovejas; sean éstas pocas, o sean éstas muchas en número. Al final de la jornada cada pastor dará cuenta de lo que le dieron y será recompensado por su fidelidad y obediencia. Dios no califica a un pastor por las capacidades ministeriales, sino por las cualidades intencionales para servir. Podrían haber personas peor calificadas según la opinión de la gente; pero al final, vendrán a ser las personas mejor capacitadas según la opinión de Dios.
Los pastores no deben competir entre ellos, ni las ovejas deben escoger que pastor prefieren conforme a sus gustos. Dios no escoge a un pastor para que siga a las ovejas, Dios escoge a un pastor para que las ovejas le sigan. La importancia y la gran responsabilidad del pastor está en mostrar su interés por las ovejas. Pastorear es un ministerio especial para las ovejas, como algo que ninguna otra oveja podría hacer por ellas mismas. Pastorear es un ministerio que viene del corazón de Dios para levantar a las ovejas del abandono (Zacarías 10:2). Cuando el ser humano toma a una persona, lo contrata y lo usa para “trabajar” por una paga temporal. Cuando Dios toma a una persona, lo llama y lo usa para “servir” por una recompensa eterna. Vivimos tiempos en los que se menosprecian las labores pastorales porque hay otros que enseñan superación, prosperidad y liderazgo como requerimientos del ministerio. La perspectiva del ministerio pastoral cambia, cuando se quieren sustituir sus funciones por una proyección equivocada de valores fuera de la noble labor que Jesús encomendó a los hombres. En Jesús se reconocen las mejores características de lo que es un pastor de ovejas. El ejemplo de Jesús es el mejor modelo de los ministros.
SEGUNDA PARTE
El texto del apóstol Pedro tiene la clave en unas cuantas palabras para definir una gran parte del ministerio pastoral en sus requerimientos. La clave del pastoreo está en darse para dar. Es decir, pastorear es entregarse al servicio de Dios atendiendo a quienes necesitan ser guiados y alimentados por la palabra. Esta es la continuación (Segunda Parte), de una explicación ordenada y sencilla de las palabras del apóstol Pedro definiendo los requisitos básicos del trabajo pastoral:
“…sino de un ánimo pronto; y no como teniendo señorío sobre las heredades del Señor, sino siendo dechados de la grey. Y cuando apareciere el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.” -1 Pedro 5:2-4*.
6- DAR DE SÍ MISMO
«…sino de un ánimo pronto;…»
El ánimo del pastor muchas veces decae por la responsabilidad de predicar y enseñar constantemente a las ovejas. Un pastor podría predicar más de un centenar de veces en un año y para muchos es un desgaste físico y emocional constante. Es muy acertado el consejo de delegar a otros la responsabilidad de la predicación. Es aconsejable que se les enseñe a más discípulos para que puedan ayudar al pastor con la enseñanza para darle ciertos días de descanso. Creo que es bueno delegar si se tienen personas idóneas e identificadas con el ministerio pastoral. Mientras el pastor sea puesto por Dios es irreemplazable. Los predicadores en turno como ayudas ministeriales tienen que tomar en cuenta que las funciones de su pastor son necesarias, para no tratar de compararse o sentirse mejor que él. El «ánimo pronto» del pastor es su «disposición» de dar lo mejor de sí mismo todo el tiempo para el cuidado de la grey.
La Biblia dice: «Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche, porque está escrito: Heriré al Pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.» -Mateo 26:31 (Lea también Zacarías 13:7). — ¿Porqué es importante un pastor? — El pastor es la imagen más importante para las ovejas; que si fuera atacado y desvanecido, el rebaño sufriría las consecuencias. Un pastor es insustituible por lo que representa para las ovejas. Los enemigos al acecho de las ovejas observan, planean y atacan cuando el pastor se descuida. En lo espiritual, los ataques del enemigo de las almas son una prueba a la eficiencia del pastor en sus funciones. La función del pastor es cuidar de la grey para que cada oveja permanezca saludable y protegida. La protección del pastor al rebaño comienza entre oveja y oveja, buscando la armonía y la paz entre ellas mismas. Y aunque sea estresante la labor pastoral, es una responsabilidad que es insustituible, aún por lo que otros hagan al colaborar con la carga del pastoreo. — ¡Ánimo pastor, no desmayes!
7- DAR HUMILDAD
«…y no como teniendo señorío sobre las heredades del Señor,…»
Hay una línea muy delgada entre liderazgo pastoral y el señorío sobre las ovejas del Señor. El liderazgo pastoral se define por la conducción del rebaño con el ejemplo, la paciencia y el amor hacia cada una de las ovejas. Sin embargo, el señorío se caracteriza por el mal manejo de la autoridad y que muchas veces se impone a la fuerza sobre las ovejas del Señor. El abuso de autoridad es un acto déspota de parte de aquellos que su orgullo es más grande que su cerebro. La ambición orgullosa del liderazgo es ver por debajo de sus hombros a los demás y considerar débiles a los que tienen cercanos. El apóstol Juan en su tercera epístola habla de un hombre que tomó el señorío de una iglesia (3 Juan 1:9-10). Las características de un líder que se impone en la iglesia como Diótrefes, son: La ambición del primer lugar, no dejarse enseñar, ser embustero (mentiroso y charlatán), ser demandante y autoritario y creer tener derechos que no le corresponden.
Juan le enseñó a otro pastor llamado Gayo, y le dice: «Amado, no imites lo que es malo, sino lo que es bueno. El que hace lo bueno procede de Dios, pero el que hace lo malo no ha visto a Dios.» -3 Juan 1:11. — Si un pastor cree ser imprescindible para no necesitar de nadie, está completamente equivocado. Si alguien dijera (hay muchos que así opinan), no dependo de nadie sino sólo de Dios porque estoy conectado directamente a Él, ellos también están equivocados. Que quede claro, estoy tratando de desenmascarar una treta del enemigo en el orgullo y la independencia. También estoy descubriendo una falsa espiritualidad y misticismo sin fundamento en líderes incompetentes. No me mal interprete, porque todos los pastores necesitan la ayuda de otros pastores y ministros. — ¿Cómo se puede ver a Dios, sino permitimos seguir e imitar el buen ejemplo de otros? — Lo que procede de Dios es bueno y está en aquellos que presiden (lideran) con el ejemplo de humildad (Mateo 11:29).
8- DAR EJEMPLO PERSONAL
«…sino siendo dechados de la grey.»
El pastor es la persona preparada por Dios para amar, guiar y cuidar la grey de Dios. Una oveja puede ser líder en el rebaño; pero, no la guía permanente de otras ovejas. El diseño del ministerio pastoral es el modelo con los requerimientos necesarios que se ajustan a la vida de las ovejas. Si el pastor es la figura del liderazgo en la iglesia para las ovejas; entonces, su ejemplo es importante y necesario. El ejemplo transparente es la influencia correcta digna de imitar. El apóstol que escribió a los Hebreos dijo: «Acordaos de vuestros dirigentes que os hablaron la palabra de Dios. Considerando el éxito de su manera de vivir, imitad su fe.» -Hebreos 13:7. — Hay dos cosas importantes del dechado o ejemplo del pastor: Primero, «su manera de vivir«; y segundo: «su fe«. Se podría decir que el estilo de vida del pastor se define por su fe. Una grey o manada de ovejas se conduce con el poder de la palabra de Dios enseñada y predicada por el pastor. Un pastor es un dirigente o guía de los cristianos en vías de desarrollo en su fe. Por lo tanto, el ejemplo pastoral es vital para marcar a las ovejas de su rebaño.
El pastor predica la fe; pero, con su manera de vivir la enseña. La fe del pastor es una influencia poderosa en las ovejas, porque les transmite confianza y seguridad. Si la fe le trae éxito y prosperidad al pastor, las ovejas querrán imitarlo. Las ovejas ven y consideran primero el éxito del caminar del pastor, mucho antes que él defina la fe por medio de sus palabras. El apóstol Pablo le dijo a un rebaño en la fe: «Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz será con vosotros.» -Filipenses 4:9. — Un pastor es un maestro, un proveedor, un consejero, y un ejemplo viviente para otros. El ejemplo personal es insustituible. Para el creyente en la fe de Jesucristo su asignación personal para crecer es: «Acuérdate, considera e imita«. No hay mejor expectativa de crecimiento en la fe, si no se considera el buen ejemplo de otros. Todo líder está a tiempo y puntual en sus funciones para hacer lo que se supone que otros harán para imitar su fe.
9- DAR EN ESPERANZA
«Y cuando apareciere el Príncipe de los pastores,…»
A algunos pastores les ha tocado un camino escabroso y a otros posiblemente les haya ido mejor en el ministerio. Algunos pastores han visto el incremento de sus ovejas y otros quizá vean menos prosperidad en su rebaño. Otros han crecido en el número de sus ovejas y hasta se han multiplicado en otros rebaños. Otros Pastores quizá aparentan un estancamiento numérico muy notorio en su rebaño. Las cosas positivas y negativas se dan en el transcurso del tiempo como parte de un proceso individual en cada pastor. La clave está en realizar el ministerio pastoral con la esperanza de la manifestación gloriosa del “Príncipe de los pastores”. El ministerio pastoral es una labor de expectativas con la esperanza del beneplácito del Señor. Si el pastor sabe para quien trabaja, su labor será llana y transparente. «Cuando» llegue el día de entregar cuentas, cada obrero sabrá que su justa paga será de acuerdo a su fe y a su esfuerzo.
El apóstol Pedro decía: “Ruego á los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de las aflicciones de Cristo, que soy también participante de la gloria que ha de ser revelada.” -1 Pedro 5:1. — Con solo el hecho de ser tomados en cuenta, cada uno tendría el combustible suficiente para arrancar en la carrera hacia la victoria. Hay una gloria en el ministerio pastoral y ésta abrirá otra gloria mayor para la recompensa. Esa esperanza de recibir, ver y estar entre los testigos presenciales de la aparición de Jesucristo no tiene precio. El ministerio pastoral tiene un valor muy grande, solo por el hecho de tener al Pastor de pastores a quien se le sirve. Por nada ni por nadie deben ser tenidos en poco los ministerios pastorales, ya que el señorío pastoral de Jesús sobre ellos. Ningún ministerio en Dios es incambiable; mucho menos el ministerio pastoral, porque su participación de la gloria eterna es segura e inminente.
10- DAR ES RECIBIR
«…vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.”
No importa lo difícil que sea el ministerio pastoral, ese enorme privilegio de ser llamados a servir a Dios tendrá un victorioso final. No debiera existir ni el desánimo, ni la altanería en el corazón de un servidor de Dios. Ninguno debiera sentirse inferior por no hacer ni tener mucho, ni nadie debiera sentirse orgulloso por hacer o tener abundancia y prosperidad en el liderazgo. No es tan importante el comienzo del ministerio, sino el final del mismo. El sabio Salomón decía: «Mejor es el fin del asunto que el comienzo. Mejor es el de espíritu paciente que el de espíritu altivo.» -Eclesiastés 7:8. — La carrera del atleta no comienza al inicio del evento, sino al inicio de su entrenamiento. El evento competitivo del atleta es la prueba final de su esfuerzo preparándose para ganar. Una cosa es cierta, los pastores serán premiados por haber hecho el ministerio en la tierra con la medida de su fe y de su esfuerzo. La versión RV1909 dice: «…recibiréis la inmarchitable corona de gloria.» — El apóstol Pedro tenía visualizado claramente el momento de la premiación atlética a la usanza griega. La corona de los atletas griegos se marchitaba en horas así como su gloria. La corona de los servidores de Dios es para gloria eterna. La premiación de los competidores es la gloria final de los triunfadores.
Algo similar proponía el apóstol Pablo diciendo: «Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho por medio del cuerpo, sea bueno o malo.» -2 Corintios 5:10. — La palabra «tribunal» es traducida en interpretada del término griego «Bema» (βῆμα), Según la concordancia Strong numero: G968, con el sonido castellano be’-ma. Las versiones en inglés traducen el término “Tribunal de Cristo” como “Asiento de juicio”. Se trata en sí de un lugar que define una plataforma donde está sentado el juez de los galardonados. La plataforma o tribuna está levantada sobre bases a manera de gradas o escalones. Desde ese lugar se ponían los ganadores de las competencias griegas para ser galardonados con guirnaldas o coronas hechas de ramas del árbol de laurel. Cristo tendrá un tribunal donde serán puestos en posición de honor aquellos que hayan servido en obediencia e integridad conforme al Espíritu Santo. Cada pastor será puesto frente a Jesucristo al final de su carrera para ser premiado por su labor. Es mejor esperar pacientemente en lo que Dios ha dispuesto para cada uno. Si comenzaste la carrera procura terminarla, porque el día de las recompensas está ya marcado en el tiempo de Dios.
CONCLUSIONES
No se puede enfocar la fe por lo se tendrá en el futuro, sino se sabe valorar lo que ya se tiene en el presente. No se puede poner el corazón en la recompensa, antes de ponerlo en la responsabilidad del ministerio. La gratitud antecede a cualquier clase de servicio práctico que se pueda dar. Nadie vivirá activo y contento por lo que hace, sino tiene y mantiene una actitud de gratitud. El apóstol Pablo dice: «Y todo lo que hagáis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.» -Colosenses 3:17. — Servir por servir no tiene sentido, sino lo impulsa un corazón agradecido. Cualquier cosa que se haga en favor de otros siempre será mejor con gratitud; de lo contrario, resultará tedioso e infructuoso al corazón. En el servicio es donde la experiencia personal con Dios se agradece y se aprecia para ayudar a los demás. Querido pastor, tu recompensa viene con el Señor Jesucristo cuando Él venga y aparezca por segunda vez.
*Los versos bíblicos corresponden á la versión Reina Valera.
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