LOS FRUTOS (Segunda Parte) 

Lo que se ha sembrado tiene que fructificar, y los frutos que se produzcan, tienen que ser cosechados. El fruto de cualquier clase de siembra, es requerido por orden y principio de Dios. En la vida de todo ser humano, sea quien sea, se aplica el principio inalienable de la siembra y la cosecha que Dios estableció en la tierra. La Biblia fija el orden divino de la siembra y la cosecha, en todas las ramas de la vida y en el conocimiento de todo lo que el hombre posea. En este escrito les presento siete razones bíblicas sobre el requerimiento de varios frutos que Dios espera de sus hijos. 

«No os engañéis: Dios no puede ser burlado: que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.» -Gálatas 6:7. 

1-FRUTO A SU TIEMPO: La siembra de las semillas tienen su tiempo, así como la cosecha de los frutos su tiempo. No es fuera de lugar esperar los frutos en su debido tiempo, a menos que no se haya sembrado nada. El pueblo de Israel fue escogido para ser un pueblo especial, y Dios requirió de sus frutos en las visitaciones de sus profetas. Jesús fue el último en venir para ver los frutos de los suyos, y fue desechado por ellos. La falta de frutos en Israel, permitió la apertura a los gentiles, para que estos produzcan los frutos de Dios. 

ENSEÑANZA: Si ya le perteneces a Jesucristo, el fruto de vida y salvación es requerido por Dios en ti. Dios es quien sembró en ti su semilla; por lo tanto, Él también espera por sus frutos. No te jactes por ti mismo de lo que haces, si eres de Dios, una de tus mayores responsabilidades es fructificar. 

«Pero cuando se acercó el tiempo de la cosecha, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos.» -Mateo 21:34. 

«Le dijeron: —A los malvados los destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores, quienes le pagarán el fruto a su tiempo.» -Mateo 21:41. 

«Por esta razón os digo que el reino de Dios será quitado de vosotros y será dado a un pueblo que producirá los frutos del reino.» -Mateo 21:43. 

2-FRUTO NUEVO: El fruto de la vid son las uvas, y de las uvas se hace el vino. Jesús estuvo familiarizado con el vino en sus tiempos, porque era parte de las costumbres de Israel. Jesús muchas veces refirió el fruto de la vid y el vino en sus mensajes. Si habrá vino en el reino de Dios; lo sé, porque Jesús lo dijo. La gran diferencia está, en que será un vino nuevo, para cuerpos nuevos y glorificados. 

ENSEÑANZA: El fruto de la vid produce el vino para ser bebido en memoria de Cristo en la mesa de la comunión. Esto representa tu relación e intimidad con Jesucristo en la vida práctica. Mientras más te acerques al Señor en comunión y devoción (no por tradición o costumbre), mejor será el fruto nuevo de tu relación personal con Él. 

«Pero os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.» -Mateo 26:29. 

3-FRUTO O RECOMPENSA: La versión más antigua de la Biblia, usa el término «fruto»; la más moderna (1960), usa el término recompensa. Una recompensa es el resultado de un servicio con el cual la persona ha hecho méritos para recibir una premiación. El fruto, es el resultado de un servicio con el cual la persona se ha reproducido para generar vida. El Señor te libró del pecado y te acercó para que le sirvas; por lo tanto, tú tienes que generar una vida reproductiva con frutos que agraden a Dios. 

ENSEÑANZA: La santificación viene como el resultado de la obra de gracia en cada uno de su hijos. La santificación es el resultado de la preparación de Dios sobre el terreno, donde habrá de poner las semillas para cultivarlas y cosecharlas con el tiempo. 

«Mas ahora, librados del pecado, y hechos siervos á Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y por fin la vida eterna.» -Romanos 6:22 (RV1909). 

«Pero ahora, libres del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis como vuestra recompensa la santificación, y al fin la vida eterna.» -Romanos 6:22 (RVA). 

4-FRUTO DE ENTENDIMIENTO: El fruto de la oración estriba en la forma de acercamiento y comunión con Dios por medio de declaraciones ante Dios y testigos. La oración no es un misterio de liturgia incomprensible y complicada. La oración es la forma de mantener una relación interlocutora entre el creyente y Dios. Es el espíritu humano es quien realiza el contacto con Dios por medio de las palabras en oración. El fruto del ejercicio de la oración está en la aplicación del entendimiento en el terreno de lo espiritual. Todas las cosas hechas de manera devota para Dios tienen que estar en el entendido de la comunión y el respeto. 

ENSEÑANZA: La oración práctica como devoción, debe traer un beneficio interior puro, estable, y relajante al entendimiento. No niego que hayan sensaciones internas del alma; pero, sin fe y una actitud de alabanza, tales síntomas serían innecesarias. Ora a Dios con el entendimiento, y su fruto te será deleitoso. 

«Porque si yo oro en una lengua, mi espíritu ora; pero mi entendimiento queda sin fruto. ¿Qué pues? —Oraré con el espíritu, mas oraré también con entendimiento; cantaré con el espíritu, mas cantaré también con entendimiento.» -1 Corintios 14:14-15. 

5-FRUTO DE JUSTICIA: Es clara en la Biblia la terminología que interpreta lo natural aplicado a lo espiritual. Los elementos de la siembra y la cosecha son más explícitos con las aplicaciones que se dan en el Nuevo Testamento. Dios provee las semillas, las hace germinar, enraizarse, crecer, y fructificar; para luego cosechar. Uno de los frutos que vienen de la simiente divina es la justicia. La justicia es fruto del Espíritu de Dios en paz y para la paz. 

ENSEÑANZA: La justicia se evidencia en el cristiano con hechos apacibles de confianza y esperanza en Dios. Vivir la vida cristiana en tranquilidad es producto del proceso por el cual Dios lleva a cada cristiano. El producto de vida en justicia, es un testimonio de rendición y fe en los propósitos de Dios. 

«El que da semilla al que siembra y pan para comer, proveerá y multiplicará vuestra semilla y aumentará los frutos de vuestra justicia.» -2 Corintios 9:10. 

«llenos del fruto de justicia, fruto que viene por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.» -Filipenses 1:11. 

«Al momento, ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que por medio de ella han sido ejercitados.» -Hebreos 12:11. 

«Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.» -Santiago 3:18. 

6-FRUTO DE LA LUZ: El fruto de la luz en el cristiano se evidencia con hechos correspondientes a una vida conectada al Espíritu de Dios. El resultado de la luz en la oscuridad se evidencia en la justicia que disipa la injusticia, la bondad a la maldad, y la verdad a la mentira. No hay tinieblas que resistan a la luz. Donde hay luz está Dios. Donde está Dios se evidencia la luz sobre la oscuridad. La luz y las tinieblas no se atraen. La luz hace huir las tinieblas. 

ENSEÑANZA: La luz es el testimonio de la transparencia y la honestidad. Lo que es de las tinieblas, se esconde; lo que es de la luz, se expone y alcanza a otros. El cristiano con fruto de la luz, no tendrá tropiezo cuando camine; ni otros tropezarán en él. 

«Porque en otro tiempo erais tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor: andad como hijos de luz (Pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad).» -Efesios 5:8-9. 

7-FRUTO DE LABIOS: El fruto de un cristiano en relación con Dios y los hombres, es de alabanza. La alabanza no existe si no hay fruto de labios. Es decir, la alabanza sin expresiones no es alabanza. Es más, un sacrificio de alabanza debe ser expresada en confesiones de exaltación del nombre de Dios el Padre. Jesucristo hizo la reconciliación del hombre con Dios por medio de su sacrificio redentor. Es Jesucristo el mediador entre Dios y los hombres. Solo a través de Jesucristo se coordinan las expresiones de alabanza para Dios. 

ENSEÑANZA: La práctica de alabanza debe ser motivada en la vida del cristiano todo el tiempo, y en toda circunstancia. Antes, por medio de la ley se dieron mandamientos de sacrificios y ofrendas. Ahora, por Jesucristo, se motiva a los sacrificios y las ofrendas a través de cada expresión como el fruto de labios. 

«Así que, por medio de él, ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.» -Hebreos 13:15. 

CONCLUSIONES: Cada fruto expuesto anteriormente, es requerido por Dios. Si no pudiéramos fructificar, Dios no estaría demandando frutos. Si no tuviéramos los recursos para llegar a ser fructíferos, Dios no pediría lo que no se puede dar. Dios trabaja en cada corazón con barbecho, para que caigan las semillas de su palabra. De acuerdo a la preparación del terreno, así serán las siembras para las cosechas de Dios. 

Lea el tema: TEMPERATURA DE CONVIVENCIA SOCIAL 

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Publicado por ovidiobarrios

Me considero dichoso de tener una familia integrada, principios cristianos; y sobre todo, de tener mis metas y mis sueños enfocados en lo que creo. Esta vida es para aprender a vivirla con entusiasmo y energía. Sobre todo, considerando a aquel que nos sostiene con aliento de vida desde que nacemos, hasta que demos el último suspiro. Dios es el creador de todo. Es el autor de la vida y de todas las cosas que nuestros ojos pueden ver. Dios no es la naturaleza. Dios es el creador de la naturaleza. El es invisible, sabio, omnipotente y misericordioso. Su gracia se muestra en el amor por medio de Jesucristo, el Señor. Su vida entregada en la cruz, es la muestra mas grande de amor para toda la humanidad. Sencillamente, "el don inefable de Dios."

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