Las profecías del Nuevo Testamento son muy delicadas e importantes como para pasarlas desapercibidas. La palabra profética de los apóstoles sigue vigente para estos últimos días. El término «apostasía» es la palabra clave con la cuál el apóstol Pablo definió las señales del tiempo final. La apostasía viene a ser una prueba manifestada de que los últimos tiempos han llegado. El tiempo de la apostasía se caracteriza por la confusión y el engaño entre los fieles y santos de la Iglesia. El apóstol Pablo puso un énfasis en los tiempos, las personas, y la manifestación del engaño. La claridad de la profecía se puede ver por los detalles que define a los portadores de la mentira y el engaño.
Los hombres involucrados en estas profecías del Nuevo Testamento tendrán mucha influencia ministerial. El poder de la mentira y el engaño es tán sutil, que pocos son los que pueden distinguirlas. Habrán predicadores que enseñarán el engaño con sutileza y autoridad; sin que muchos puedan ver la influencia demoníaca en sus mensajes. La verdadera doctrina bíblica será contradicha por hombres con influencias masivas en las iglesias. Muchos prohibirán asuntos concernientes al matrimonio y establecerán dietas que contradigan la fe en la palabra de Dios. La apostasía en sí es un peligro, y muchos son los peligros para caer en apostasía. Lo más peligroso de la apostasía está en los hombres vectores del engaño y la iniquidad. Los transportadores de la apostasía usan púlpitos y ministerios para hacer caer a sus oyentes. El apóstol Pedro corroboró el mensaje apostólico y profético del apóstol Pablo; de tal manera, que sus palabras, son un motivo de estudio. Pedro escribió:
«Casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos é inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para perdición de sí mismos. Así que vosotros, oh amados, pues estáis amonestados, guardaos que por el error de los abominables no seáis juntamente extraviados, y caigáis de vuestra firmeza.» -2 Pedro 3:16-17.
Antes de la venida de Señor vendrán muchos burladores, para negar y contradecir la paciencia de nuestro Señor Jesucristo en favor de la salvación de las almas. El apóstol Pedro dice que el apóstol Pablo fue enfático, amplio, claro, y a la vez profundo; al abordar los temas proféticos del tiempo final. Se deja ver entre líneas, que el apóstol Pablo respaldó elocuentemente por medio de las Escrituras antiguas de la profecía sus enseñanzas. Quiero dirigirme con dos cosas importantes: Primero, la exhortación de Pedro a los fieles en la espera del Señor en su venida. Segundo, la definición de los personajes y las señales que los define como apóstatas del tiempo final (es ahí donde incluyo detalles de vocablos griegos).
EXHORTACION A LOS FIELES: La pluma del apóstol Pedro acentúa su preocupación por los amados en Cristo. El apóstol Pedro les advierte deliberadamente con muchos detalles el peligro de la apostasía. Al exhortar, el apóstol Pedro pide que se «guarden» para no ser arrastrados por el error de otros. Aquí no se mencionan pecados de inmoralidad o de otra índole, de los que deben ser evitados por su influencia espiritual. La carta del apóstol Pedro se refiere, a la afluencia de enseñanzas de aquellos que como líderes, pueden apartar a sus oyentes de la verdad. El pecado del error (Operación de error), es un pecado del alma, y es peor que los pecados del cuerpo. Cuando un líder cae en pecado de inmoralidad, muchos lo detectan y no lo siguen; sino más bien se definen, para no escucharlo, no imitarlo, y no caer en el mismo error. A diferencia de líderes que caen en pecados de error carnal, los que caen en el error doctrinal, pueden arrastrar a otros y engañarlos, torcerlos, y hacerlos caer hasta perderlos con sus enseñanzas. Los cristianos verán a Jesucristo en su venida; si son advertidos, si se cuidan y permanecen firmes en la esperanza, la santidad, y La paz.
¿Cómo se puede un cristiano «guardar» de semejante afluencia é influencia de líderes ministeriales en error? — Primeramente, saber con exactitud el tiempo profético en que la iglesia cristiana vive en la actualidad. Estos son tiempos de apostasía, y la iglesia como entidad cristiana lo discierne y lo publica. Además, cada cristiano debe conocer las Escrituras proféticas del Nuevo Testamento. Apelando a la Biblia, todo cristiano debe defender ardientemente su fe, sin negociar sus creencias con el mundo por nada, ni con ninguna corriente ecuménica religiosa. Tiempos de oración por protección y guianza del Espíritu Santo; junto al conocimiento de la verdad, son necesarios para guardar la fe y la esperanza. Buscar el consejo pastoral y la enseñanza ministerial, ayudará a fortalecer y aumentar el conocimiento de la doctrina de Cristo. No dejar las relaciones fraternales entre los domésticos de la fe, ayuda a permanecer nutrido de amor, confianza, y paz en el Espíritu Santo.
APOSTASÍA DECLARADA: Se trata de identificar el peligro, para no caer en el error del engaño y la mentira que falsos líderes (astutos e imitadores), tratarán de inducir al corazón de los que no se guardan en la fe. El apóstol Pedro desenmascara a los falsos, con unas cuantas frases escritas a la iglesia a través de su carta. Desconocer a fondo las Escrituras, pone de manifiesto el peligro al cual se somete aquel que decrece en su interés por la verdad. Las Escrituras contienen la verdad divina; pero, el error puede venir disfrazado de verdad, hecho por un mal manejo de su interpretación doctrinal. Jesús dijo: «…Erráis ignorando las Escrituras, y el poder de Dios.» -Mateo 22:29. — Sal fuera de la ignorancia e inconstancia, ya que te puede costar muy caro si te mantienes frío, débil, e insensible a la exhortación apostólica en las Escrituras. Sin una interpretación correcta de la doctrina bíblica, las Escrituras se tuercen.
El término «torcer», viene del griego στρέφω (strephō), y significa: Doblar o voltear alrededor de un lado a otro. Es un término literal o figurativo que indica retorcer forzadamente algo. Por tal motivo, Pablo le escribió a Timoteo:
«Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello; pues haciendo esto, á ti mismo salvarás y á los que te oyeren.» -1 Timoteo 4:16.
A continuación las características de los falsos ministros que ponen en peligro la fe cristiana:
1. ERRÁTICOS: La palabra viene del griego πλάνη (planē), y significa: «Fraude». La palabra sugiere el movimiento de un lugar correcto, para tomar otro curso u otra posición. También sugiere dejar una postura ortodoxa por una posición contraria e irreverente. La palabra «error» es más comúnmente conocido como «engaño». Los que tienen el engaño anti cristiano, pueden persuadir a los recién convertidos, a los nuevos en la fe, y a los que no quieren prepararse para reconocer la verdad y desechar la mentira. Santiago escribió:
«Fieras ondas de la mar, que espuman sus mismas abominaciones; estrellas erráticas, á las cuales es reservada eternalmente la oscuridad de las tinieblas.» -Judas 1:13.
2. ABOMINABLES: Está palabra mencionada por el apóstol Pedro es muy dura; pero, sirve para identificar la apostasía inmersa en el corazón de los hombres. «Abominable», viene del vocablo griego ἄθεσμος (athesmos), cuyo significado concluye a una persona «sin ley» o «malvado». Esta palabra la aplica la Escritura á anticristos, y al personaje abominable, llamado: «Inicuo». La profecía ubica al personaje profético que hará abominaciones, cuyo nombre es: «Anticristo». El apóstol Pablo los definió así:
«Profésanse conocer á Dios; mas con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados para toda buena obra.» -Tito 1:16.
3. EXTRAVIADOS: Esta palabra viene del griego συναπαγω (sunapagō), y su significado es desviar por seducción, sacar fuera, llevar, dirigir o conducir fuera. También se aplica el término «Condescender». Es algo similar a la sentencia que Jesús le dio a los fariseos, diciendo: «Dejadlos: son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.» -Mateo 15:14. — Todos hemos vivido extraviados y fuera de la voluntad de Dios. Sin embargo, quien ha conocido a Dios, y vuelve a su mal camino; es apóstata, y su estilo de vida afecta fuertemente a los demás. Una vez más Pablo lo dice, de esta manera:
«Porque también éramos nosotros necios en otro tiempo, rebeldes, extraviados, sirviendo á concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y en envidia, aborrecibles, aborreciendo los unos á los otros.» -Tito 3:3.
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CONCLUSIONES: El peligro está en caer en el peligro mismo. El resultado de la ignorancia y el acomodamiento a una estado de inconstancia y fluctuación espiritual, hace caer a cualquiera, en el peligro de la apostasía. Caer es un término derivado del griego ἐκπίπτω (ekpiptō), cuyo significado es «desplomarse» o «descender verticalmente». También se define como «Ser llevado fuera de curso». Figurativamente, tiene el sentido de perderse, o convertirse en ineficiente, sin efecto alguno. Por amor a Dios, despierta y ubícate en el lugar donde Dios te quiere tener para bendecirte. ¡No caigas en la apostasía! — ¡Pelea por tu fe, y permanece firme, en la fe de Jesucristo!.
«Por lo cual, hermanos, procurad tanto más de hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.» -2 Pedro 1:10.
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Saludos desde Jordania.