Cuando algunos terminen de leer este escrito se darán cuenta que este nombre «mequetrefe«, no es suficiente calificativo para muchos hombres que han hecho tantas barbaridades en contra de algunas mujeres. Este nombre se acuña bien a personas que no tienen ética, ni valor alguno por sus «fechorías inmorales» y por su «cobardía» en el trato de las mujeres. Algunos hombres dejan mucho que desear a pesar de su apariencia varonil, cuando se trata del comportamiento abusivo en contra de las mujeres. La práctica del «machismo» es muchas veces falta de «hombría» ante lo que llamamos el sexo «débil«. Muchos hombres son «fantoches» llevados solo por sus instintos de popularidad, machismo y cinismo ante lo que ellos llaman «una gran oportunidad«. Un «mequetrefe» es un oportunista descarado y deshonesto cuando se trata de tomar ventajas a como de lugar, aún pasando sobre la decencia y la candidez de algunas mujeres jóvenes. «Mequetrefes» que buscan secretarias, asistentes y recepcionistas y las cambian o las despiden cuantas veces quieran para aprovecharse de otras nuevas empleadas. Mi objetivo es denunciar a aquella clase de hombres que seducen a las mujeres aprovechándose de su posición de trabajo por “despotismo” sobre algunas mujeres. Mi tema en esta oportunidad es hablar sin tapujos de algo que parece muy normal en la sociedad de nuestros días y descubrir a esos tipos maliciosos, canallas y miserables a quienes llamó «mequetrefes«. Muchos hombres solo porque tienen un puesto según ellos superior a otros, creen que pueden jugar «al gato y al ratón» con las mujeres que se les pegue en gana. Aparte de denunciar a tales «calañas«, quiero retarlos a que busquen tener el verdadero carácter de hombres respetuosos y cordiales con las mujeres, como si estuvieran tratando con su madre, con alguna de sus hermanas o con sus propias hijas.
MEQUETREFES EN LA BIBLIA
La mujer vale por lo que es y no porque necesite hacer algo para ganar un lugar especial para que los hombres la respeten. Jesús levantó la dignidad de la mujer y la protegió de actitudes machistas en una sociedad cien por ciento «misoginia«. “Mequetrefes” también hubieron en las historias de la Biblia en los tiempos de Jesús, y fueron aquellos de mente cerrada que veían a la mujer como un instrumento de uso sexual. Jesús le habló de esperanza a una mujer que se suponía no debía hablarle por las creencias, la practica y la cultura discriminatoria de su tiempo. La llamada «Mujer Samaritana» quizá estaba tan acostumbrada a que todos la vieran como la mujer de muchos maridos. Sin embargo, Jesús llegó a su vida no para avergonzarla, sino para darle una nueva esperanza y salvación (Juan 4:29). Hubo otra mujer muy conocida entre la gente y querían exponerla públicamente por su mala conducta. Cuando unos hombres querían apedrear a esa mujer porque la encontraron en plena relación sexual con un hombre, hicieron impunidad con el hombre que según la Ley también él debía morir como ella (compare la Ley de Levíticos 20:10, con Juan 8:4). Jesús fue quien defendió a la mujer y la protegió de «mequetrefes» religiosos, egoístas y abusadores que estaban contra ella; entonces, Jesús le dijo a la mujer: «…ni yo te condeno.» -Juan 8:11*. — El carácter compasivo y trasparente de Jesús rompió los moldes o estereotipos despreciables de los religiosos. Por tal razón, Jesús sanó a una mujer con hemorragia y le habló con ternura y misericordia (Lucas 8:47-48). Jesús también defendió a una mujer que fue el blanco de las burlas por lo que había hecho con un perfume que había derramado sobre la cabeza del Maestro con gratitud (Mateo 26:10). Jesús hizo mucho por las mujeres que le seguían y le apoyaron en su ministerio con sus bienes (Lucas 8:1-3).
El hombre puede ser consiente del bien que le puede hacer a una mujer evitándole hacerle un mal. Esta realidad del valor y dignidad de la mujer que iniciara con Jesús, se pone de manifiesto en mayor proporción en los escritos de los apóstoles del Nuevo Testamento. La Biblia llama a las mujeres «vasos frágiles» y eso se puede leer claramente en las cartas del Nuevo Testamento: «Vosotros, maridos, de la misma manera vivid con ellas con comprensión, dando honor a la mujer como a vaso más frágil y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas.» -1 Pedro 3:7. — Las mujeres no valen menos que los hombres, y no porque se vean frágiles e indefensas deban ser menospreciadas. La empatía con las mujeres me hace entenderlas en el dolor y la agresión que sufren por personas aprovechadas de su vulnerabilidad. A la mujer se le cuida con la comprensión y la honra que ellas se merecen. El apóstol Pablo pone a la mujer casada como un ejemplo de la Iglesia que Jesús amó habiéndose entregado hasta la muerte por ella (Efesios 5:25). Para Dios, todos los de la fe de Jesucristo son sus hijos, y no hay distinción ni diferencia alguna entre el hombre y la mujer (Gálatas 3:26-28). Tanto valor tiene el hombre con Dios como lo tiene la mujer en el mismo rango. Los principios bíblicos sobre el tema de la mujer hacen la diferencia en el corazón de los hombres de integridad y de fe. Hoy le digo a los varones que sean hombres de verdad, que imiten a Jesús y se comporten con valores de fe y respeto ante las mujeres. La Biblia dice: «Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.» -1 Corintios 16:13.
EL ABUSO SEXUAL DOCUMENTADO
El abuso de las mujeres es un mal que se da en todas las esferas sociales. De igual manera, el abuso a la mujer es un mal que se viene practicando desde tiempos remotos, promoviendo una conducta errada que no corresponde a verdaderos hombres en todas sus capacidades viriles. Los abusos sexuales de personas influyentes sobre mujeres subalternas en los lugares de trabajo son condenables. Casi siempre el hombre que tiene una posición de autoridad toma ventaja y abusa sin medida de mujeres a quienes les piden favores sexuales. Este tema del abuso sexual se hizo más notorio y tomó más significado cuando a través de los medios mundiales se dieron a conocer muchos casos realizados en Hollywood. Fue en el año 2017, luego de que el productor Harvey Weinstein como el fundador de las grandes compañías cinematográficas fuera señalado como un agresor de más de 60 mujeres. Miramax y The Weinstein Company fundadas por Harvey, tenían un gran prestigio y nadie imaginó que cosas malas pudieron haber sucedido dentro sus instalaciones y fuera de ellas. El caso Weinstein apuntaló la intimidación, el hostigamiento y la violación; y Weinstein no pudo negar ninguna de esas demandas. Como en todos los casos el productor quería chantajear acondicionando algunos papeles importantes de películas a cambio de favores sexuales. Son muchas las actrices que han alegado ese trato abusivo de acoso y violación por parte de Weinstein. La noticia corrió como pólvora diciendo que las mujeres actrices y modelos más jóvenes eran invitadas a algunas habitaciones de hotel u oficina con el pretexto de discutir el futuro de sus carreras. Aprovechándose de la ocasión Weinstein les pedía masajes o relaciones sexuales abiertamente. En uno de los audios revelados públicamente se puede escuchar a Weinstein presionando a la modelo Ambra Battilana Gutierrez a que le acompañe a darse un baño. Dado a que ella se negó, el productor le insistió con la frase: «No te haré nada, te lo juro por mis hijos». El caso de Weinstein del año 2017 no es nuevo en Hollywood, ya que muchos incidentes con demandas han ocurrido desde 1980 hasta el año 2015. Sin embargo, este caso de los abusos en Hollywood desató una cadena de demandas y rompió el silencio de muchas mujeres abusadas. Las acusaciones en contra del productor Harvey Weinstein iniciaron un número considerado de víctimas de otras agresiones sexuales por parte de hombres del medio cinematográfico. El caso es que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas y la propia compañía de Harvey Weinstein que llevaba su nombre, expulsaron al agresor.
EL ABUSO SEXUAL SOLAPADO
Los abusos sexuales han sucedido en oficinas publicas y privadas, en centros de negocios y en fábricas donde laboran muchas mujeres. Estos casos de abuso sexual a las mujeres muchas veces son vistos de forma común y a manera de una «conquista» entre los hombres. A veces los hombres bromean y compiten por «levantar» a una mujer dentro del trabajo, a base de instigarla y hostigarla sexualmente como sus «víctimas«. Estas cosas suceden a diario y no son tomadas en cuenta como «acoso sexual«. «Mequetrefes» hay por todos lados y son hombres sin escrúpulos. Hombres que practican el «nepotismo» ofreciendo beneficios a cambio de humillaciones que algunas mujeres no detectan como tales. Hay pocas mujeres que reaccionan y deciden dejar un lugar de trabajo a pesar de ser acosadas. Algunas mujeres no abandonan un lugar de empleo aunque sean víctimas de acoso sexual por la necesidad de tener un trabajo para suplir las necesidades de su familia. Algunas mujeres no reportan a los «mequetrefes» que los acosan, por temor a represalias o quizá porque han sido amenazadas. Los hombres se pueden justificar culpando a las mujeres diciendo que ellas los provocan, y yo se que hay excepciones. Sin embargo, por regla general son los hombres quienes se aprovechan de las circunstancias para lograr sus caprichos. Algunos hombres «machos» son como lobos en búsqueda de su presa más débil entre las mujeres. A estos hombres «mequetrefes» no les interesa si son casadas, madres de familia o jóvenes recién egresadas del colegio; ellos solo quieren aprovecharse de ellas. Para un hombre «abusador de mujeres» sus instintos son más fuertes que su «hombría«. Hay hombres casados que aún teniendo esposa, madre, hermanas e hijas, no se ponen la mano en la conciencia antes de hacer sus fechorías. He llegado a saber que algunas mujeres con tal de no perder su trabajo ceden ante los chantajes de estos «sin vergüenzas«. Hay otras mujeres que habiendo creído en las promesas que les hacen se dejan y se meten con ellos de forma voluntaria. Algunos «mequetrefes» son tan «cínicos» que les dicen a las mujeres que están divorciados y que terminarán con la relación que tienen. Algunas mujeres jóvenes se dejan embarazar con tal de retener al hombre que creen que las aman. En el peor de los casos, las mujeres piensan que esos abusos terminarán y las dejarán en paz con un embarazo. Hay historias muy tristes de esta dura realidad en todas las clases sociales, y creo que hay que hacer conciencia de ello.
CONCLUSIONES
Yo se que hay hombres de bien y de buenos modales que respetan a las personas y especialmente a las mujeres. Hay hombres casados que honran su matrimonio, a su familia y a sus hijos y no se dejan llevar por sus deseos carnales. Hay personas consientes y consideradas con las mujeres y las llegan a tratar con la dignidad que ellas se merecen. Pero, lamentablemente hay otros que se creen «Don Juanes» y andan parloteando y presumiendo de «conquistadores«. — ¿Qué es lo que trato de hacer con esta información? — Estoy tratando de dar un mensaje a los hombres que han sobrepasado la raya del respeto y han cometido faltas graves de inmoralidad. Estoy diciéndole a los hombres que no sean «mequetrefes» y que no caigan en la desfachatez de hombres simples y ruines que dañarán la vida y el futuro de más de alguna mujer. Además, estoy diciéndole a las mujeres que se den su lugar, que se valoren, que guarden su dignidad y se den a respetar. Este es el tiempo y hay que levantar la voz por el silencio de mujeres abusadas.
Si alguna mujer ha caído en la trampa de una relación forzada denúncielo a las personas en los puestos más altos de su trabajo. Si consideran que esos lugares son corruptos en la práctica crónica de los abusos a las mujeres, salgan de ahí y hágaselo saber a otros. Algunas organizaciones, oficinas de gobierno, y compañías privadas tienen reglas para evitar toda clase de acosos en detrimento de la dignidad personal de hombres y mujeres. Es decir, hay lugares de trabajo que impulsan el respeto y defiende la diversidad en las personas. Hay números de teléfonos para denunciar toda clase de abusos incluyendo los de acoso sexual. Muchas organizaciones mantienen la privacidad e información de las víctimas y pelean por sus casos. Ninguna mujer necesita quedar en silencio y perder su valor y dignidad por ser humillada y maltratada. Mujeres no se dejen engañar, y no traten de jugar el juego de los “mequetrefes” porque siempre las más perjudicadas serán ustedes. Mujer no te vendas a cambio de mejores puestos de trabajo entregándote humillada ante un hombre que solo quiere usarte sexualmente. Mujer no te dejes llevar por lo que te ofrezcan a cambio de darle un placer momentáneo a un «mequetrefe«.
*Los versos bíblicos corresponden á la versión Reina Valera.
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