La vida humana a veces la complicamos mas de la cuenta. Casi siempre nos inclinamos a retroceder a cosas pasadas; o nos adelantamos con afanes a cosas que aun no han sucedido, y que probablemente no pasarán. Alguien ha dicho: Si fuera la vida como un casete, sería mas fácil vivir. Sin embargo, no es así; porque hay situaciones de la vida, que si se repitieran, posiblemente no cambiarían. Lo mas seguro, es lo que vivimos hoy; que si lo afrontamos, seremos capaces de encarar lo que vendrá.
Nuestras tendencias como seres humanos son regresar la cinta de nuestras memorias para vivir aspectos de nuestro pasado. En otros casos, queremos adelantarnos a un futuro incierto, sin que podamos garantizar ni siquiera un día de nuestra existencia. La verdad es, que la vida humana está en manos de Dios quien es el que tiene el control de todo. No es asunto de suertes, coincidencias, casualidades, azares del destino; sino de fe, confianza, y esperanza en la providencia de Dios.
Aunque algunos dicen que recordar es volver a vivir, no siempre dichas memorias son saludables al alma y al corazón. Algunas cosas del pasado, es mejor dejarlas en el pasado; y superar las crisis, el desengaño, la nostalgia, y lo que a veces se le llama fracaso. Tenemos que poner nuestro futuro en Dios, y considerar que él es el que mejor conoce lo que viene; y que lo mas adecuado es confiar en él para un destino de bienestar y bendición.
La Biblia dice, en Hebreos 3:13 en La Nueva Versión Internacional (NVI): «Más bien, mientras dure ese «hoy», anímense unos a otros cada día, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado.» – Somos personas hechas del mismo material que otros que en el pasado vivieron experiencias difíciles. Por tal motivo, el día presente (hoy), es el que mas importa. Preparemonos para actuar hoy, y hagamos lo necesario para que lo de ahora, sea el fundamento del mañana.
Hoy es lo mas importante, y lo que tengas que hacer, hazlo; poniendo una plena dependencia en Dios que te ha hecho vivir hasta hoy, y que también mañana tendrá cuidado de ti. Cree en él y deposita tu vida en sus manos, confiando en su cuidado y protección. Hoy, es lo que importa.