LAS SEMILLAS

¿Sabías qué?

…Dios hizo la creación de las plantas en el tercer día, y es la forma en que están hasta hoy. Las plantas se multiplican según su especie, y todo lo que las alimenta ha sido provisto por Dios desde el principio de la creación. La tierra, la luz, el viento, y el agua es la misma provisión de Dios para todas las especies de plantas en todo el planeta (Mateo 6:28).

La semilla es la primera estructura reproductiva para una planta. Las semillas son una obra maestra de Dios. Dentro de cada semilla hay una criatura, una planta embriónica. Las semillas traen en sí mismas sus raíces, su tallo y sus hojas. Las semillas vienen rodeadas de una cubierta para protegerse. 

Las semillas vienen llenas de toda clase de receptores que escuchan las señales ambientales. Las semillas saben que temperatura, humedad, y oxígeno necesitan estar presentes en el ambiente, para que ellas puedan germinar. Las semillas están programadas para dormir hasta que reciban el agua y tengan la temperatura exacta disponible. Ningún científico ha sido capaz de hacer una semilla sintética con esas características. Las semillas son una creación de Dios. 

¿Quién instaló en las semillas un monitor para la temperatura y la humedad? —¿Quién determina el tiempo apropiado para que cada semilla germine? —¿Quién le dice a la raíz cuando brota, ve hacia abajo; y a lo alto de su tallo, ve hacia arriba? 

Los nutrientes ideales para hacer a la tierra productiva; están en el agua, en la luz precisa, y en la atmósfera correcta para que cada semilla se reproduzca. El dióxido de carbono lo absorben las plantas. Luego sueltan el oxígeno y junto con el hidrógeno producen el azúcar.

Dios ha sido ingenioso para diseñar las hojas de las plantas que absorben el gas que desperdicia el ser humano, para luego soltar el oxígeno que necesitan todas las demás criaturas para sobrevivir. Las hojas en las plantas son como paneles solares que filtran la cantidad de energía que cada planta necesita para su alimento. 

Lea el tema: LOS FRUTOS (Primera Parte) 

«Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia,…» 2 Corintios 9:10. 

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