LA GUERRA DE RUSIA EN SIRIA 

  
La otra señal después del evento astronómico del eclipse lunar (luna de sangre), el 28 de Septiembre del año 2015, visto desde América; tomó lugar en Siria, con la intervención militar de Rusia. Estas son las señales de guerra profetizados en la Biblia, y que comienzan un nuevo periodo de conflictos que agudizan las grandes diferencias entre Palestinos y Judíos. Se está preparando el terreno para un choque de naciones que se subirán al cuadrilátero, y realizarán así, un inicio de peleas que arreciará el conflicto Islámico. 

Aviones de combate Ruso comenzaron ataques aéreos en Siria el miércoles 30 de Septiembre del 2015. Esto no es una coincidencia, ya que con ello, agregan un nuevo elemento impredecible a una guerra de cuatro años que ya había dibujado los Estados Unidos y sus aliados; la cual ha sido alimentada por una crisis de refugiados y que ha ampliado el alcance del Estado Islámico. Por otro lado, en Washington, el dramático aumento de la participación militar de Rusia, fue considerado como una afrenta a sólo dos días después de que el Presidente Obama y el Presidente Ruso Vladimir Putin, se sentaran a discutir medios para la negociación de las profundas diferencias en los enfoques de cada uno de sus países, en cuanto al conflicto en Siria. 

Las protestas en el país Sirio, aumentaron fuertemente las tensiones con Rusia. Por el contrario, funcionarios de Estados Unidos dicen que las protestas parecen destinadas en contra del asediado presidente Bashar al Assad de Siria, quien ha sido un aliado clave de Rusia. Los afectados en esta incursión de Rusia en Siria, han incluido unidades apoyadas por Estados Unidos, que fueron entrenadas y armadas por la CIA, según informaron las autoridades Americanas. Los funcionarios de Estados Unidos disputan reclamos de que los aviones de Moscú tienen como objetivo el Estado Islámico, y al grupo extremista brutal que controla gran parte de Siria e Irak. Washington ve que los recientes acontecimientos prolongarán una guerra imposible de ganar y retrasarán la salida de un presidente Sirio que es considerado inaceptable para una gran parte de su población. 

La introducción del poder aéreo Ruso, que tuvo lugar con escaso aviso al Gobierno de los Estados Unidos, amenaza con hacer añicos su estrategia en Siria, en un momento donde sus funcionarios militares dicen que están empezando a discernir notas de progreso contra el Estado Islámico, una rama del ejército de al-Qaeda que es también conocida como ISIS e ISIL. Por el contrario, Putin, el presidente Ruso, insistió en que el asediado gobierno de Siria, es la clave para la estabilidad después de cuatro años de derramamiento de sangre y Obama advirtió que el «status quo» no puede sostenerse. 

Acusando a Rusia de «derramar gasolina sobre el fuego», el Secretario de defensa Ashton B. Carter, aseguró que pilotos de Estados Unidos continuarían su campaña de bombardeos durante años contra el estado islámico en Siria, a pesar de la advertencia de Moscú de que mantengan fuera de sus operaciones los aviones americanos. «Creo que lo que están haciendo va a ser contraproducente y es contraproducente,» dijo Carter. 

¿Hasta cuándo durará este conflicto? No se puede predecir. Sin embargo, vemos más claro el cumplimiento de las profecías bíblicas, que acorta la distancia del cumplimiento de la esperanza de la Iglesia. Mientras el mundo está en disputas de territorios y aliándose para mediar en conflictos irresolubles; la Iglesia debe levantar su rostro al Cielo de dónde vendrá su socorro. La intervención cristiana debe ser en guerra de oración e intercesión por Israel, el pueblo de Dios. Mientras más se aceleran los conflictos en los territorios Árabes, más se intensifican los ataques a Israel. Es ahí, cuando más debe ser la participación espiritual de la iglesia para acelerar la venida del Señor. 

El predicador Billy Graham dijo: «Nosotros donde estemos, debemos andar con una Biblia en una mano y un periódico en la otra.» —La palabra de Dios se cumple. Por lo tanto, despierta y vuelve tu mirada al cielo, y prepárate para la inminente venida del Señor.