Con cada pensamiento agrupado en números de cinco, quiero traer una reflexión de lo delicado que es una confesión hecha por cualquiera de nosotros. Yo traigo a propósito las palabras de Jesús, que dicen:
«El hombre bueno del buen tesoro saca cosas buenas, y el hombre malo del mal tesoro saca cosas malas. Pero yo os digo que en el día del juicio los hombres darán cuenta de toda palabra ociosa que hablen. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.» -Mateo 12:35-37 (RVA).
Las palabras que salen de la boca tienen que venir con convicción personal, y libres de todo engaño y mentira. Una declaración personal tiene peso y valor, si viene con las razones propias de la experiencia. Declarar algo sin creerlo y sin tener fundamentos que lo respalden, puede ser dudoso para los que lo reciben. Cada pensamiento no tiene la intención de negar lo que se declare, sino de hacer conciencia de lo que hay detrás de una confesión.
NO DIGAS QUE…. Eres perdonado, si no consideras perdonar a otros.
NO DIGAS QUE…. Eres salvo, si no eres libre de condenación.
NO DIGAS QUE…. Eres redimido, si no valoras el precio pagado en la cruz.
NO DIGAS QUE…. Eres escogido, si no tienes identidad.
NO DIGAS QUE…. Eres del cielo, si no hablas de lo de arriba.
NO DIGAS QUE…. Eres creyente, si no tienes promesas.
NO DIGAS QUE…. Eres lleno del Espíritu, si no tienes el poder para vencer el pecado.
NO DIGAS QUE…. Eres miembro del cuerpo de Cristo, si no tienes función alguna.
NO DIGAS QUE…. Eres de la Iglesia de Cristo, si no te congregas.
NO DIGAS QUE…. Eres santo, si no recibes la verdad que santifica.
NO DIGAS QUE…. Eres cristiano, si no te pareces a Cristo.
NO DIGAS QUE…. Eres luz, si otros no ven lo radiante de tu testimonio.
NO DIGAS QUE…. Eres fuerte, si no ayudas a los más débiles.
NO DIGAS QUE…. Eres soldado, si no tienes armadura y armas para pelear.
NO DIGAS QUE…. Eres discípulo, si no tienes maestro.
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NO DIGAS QUE…. Eres del reino, si no proclamas al Rey.
NO DIGAS QUE…. Eres oveja, si no reconoces la voz de tu Pastor.
NO DIGAS QUE…. Amas a Dios que no ves, si no amas a tu semejante que puedes ver.
NO DIGAS QUE…. Eres músico, si no salmeas.
NO DIGAS QUE…. Eres adorador, si no te rindes ante Dios.
NO DIGAS QUE…. Eres guía, si no tienes dirección y confianza en el camino.
NO DIGAS QUE…. Eres enviado, si no sabes a dónde ir.
NO DIGAS QUE…. Eres embajador, si no proclamas su reino.
NO DIGAS QUE…. Eres ministro, si no representas dignamente al Señor.
NO DIGAS QUE…. Eres sacerdote, si no te santificas.
NO DIGAS QUE…. Eres Apóstol, si no estás dispuesto aún hasta sufrir.
NO DIGAS QUE…. Eres Pastor, si no tienes ovejas.
NO DIGAS QUE…. Eres Profeta, si no profetizas.
NO DIGAS QUE…. Eres Maestro, si no te han enseñado.
NO DIGAS QUE…. Eres Evangelista, si no ganas almas.
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