UN NIÑO REY 

Un niño casi recién nacido, no podía darse cuenta de lo que estaba pasando á su alrededor. Ese niño pasaba de brazos a brazos, a personas que lo cuidaban y lo protegían. Habían sucedido cruentos acontecimientos de mucha violencia y muerte dentro del ambiente del palacio real. Era desde ahí que gobernaban sobre el pueblo sufrido de Israel. Habían envidias, hambre de poder, y una perversion tal; que la propia abuela del niño mandó a matar a su propia familia y a sus descendientes, con tal de llegar a ser la Reina con la autoridad para gobernar. Habían matado al Rey que era el padre del niño príncipe, y para ese pequeño no había esperanza de sobrevivir, a menos que algo inesperado pasara. Dios estaba al tanto de todo acontecimiento; desde antes, y hasta ese momento de angustia y desesperación alrededor de esa criatura inocente. 

En esa ocasión, el Niño fue tomado en brazos por su Tia, la que fuera la hermana del Rey, y a quien un profeta había matado; fue ella quien tomó también a la encargada de cuidar al niño para esconderlos. Fue una situación de peligro y de riesgos de muerte; pero el niño fue guardado de caer en manos de los que estaban asesinando a la familia real. El Niño y su nodriza fueron llevados a un cuarto donde quedaron escondidos por largos séis años. Fue ahí que les brindaron provisiones y cuidados para no ser descubiertos. Las visitas fueron escasas, y todo se hacía encubiertamente con tal de no llamar la atención. El Niño crecía y se educaba á escondidas, y a su edad, ni siquiera imaginaba lo que sería su futuro en los años por venir. 

Pasados los seis años, el Sacerdote, quien siempre fue el representante de Dios ante las cortes reales preparaba un plan. Un día, inesperadamente tomaron al niño y lo llevaron furtivamente al templo. Esa fue la orden del Sacerdote que había dado instrucciones a los guardas y centuriones del palacio, para llegar al templo y reunirse con él. El Sacerdote siempre era un hombre de respeto y de autoridad. Todos podían ver en un Sacerdote del palacio de los Reyes; incluyendo a los hombres principales del ejército y los guerreros del Rey, á un hombre de principios é integridad para obedecerle. Estando en el templo, sacaron al niño y se los presentaron a los hombres de la milicia real. El sacerdote hizo un pacto con los soldados, y los hizo jurar por lo que harían dentro de su plan. 

Todos los guardas que fueron llevados al templo, recibieron órdenes del sacerdote para custodiar el templo el día Sábado que habían señalado. El Sacerdote les asignó armas que habían pertenecido al Rey David, y les adjudicó sus respectivos turnos. La noticia de ese plan había corrido al pueblo, y la fecha de ese evento sorpresa despertó el entusiasmo entre la gente. Todo estaba preparado de antemano, y al Sacerdote no le había faltado ningún detalle. El Sacerdote sabía que detrás de todo este plan estaba de por medio Dios, para traer un mejor futuro a la nación de Israel. La situación política bajo la administración de la Reina en el poder tenía que cambiar, y eso movió al Sacerdote para trazar un plan de cambio. 

Ese día señalado el Sacerdote tomó la Corona del Rey, y tomando al niño, lo declaró Rey de Israel en medio de todos los principales soldados del ejército de Israel. Hubieron gritos y algarabía, y todos decían a viva voz: — ¡Viva el Rey! — Todo el pueblo cercano corrió hacia el templo, porque ese era el lugar tradicional de ungir y declarar a los futuros reyes de Israel. La gente iba llegando por multitudes, y la alegría se contagiaba entre todos los asistentes. Ahora tenían Rey, y el gobierno de la Reina en el poder cesaba a partir de ese momento. Fue un momento impresionante; de tal manera, que llamó la atención de la Reina (la abuela del niño). Ella misma no lo podía creer, y por eso se movió hacia el templo para verificarlo. Lo primero que dijo la Reina, después de romper sus vestidos en señal de furia y desconcierto, fue: ¡Traición, traición! 

El Niño poco podía entender del significado de dicha ceremonia. El Niño, ahora Rey, menos imaginaba que detrás de todo esto había habido muerte, antes y después de su coronación. Estaba rodeado de gente que lo custodiaban; y de seguro, con un personal privado que lo cargaban y hasta lo vestían. Apenas había llegado a cumplir siete años, y los días de su cautiverio y encierro habían terminado. ¿Qué puede saber un niño en esas condiciones de un reinado? — En realidad, a su edad, El Niño Rey, no sabía que Dios estaba avalando estas actividades donde a Él le han levantado en posición de honra y respeto. Lo que sí sabía, es que ahora dejaba el encierro, y que el trato humano que iba a recibir era mucho mejor que lo que había vivido hasta ese momento. 

El nombre del Niño era Joas, y el comienzo de su reinado fue a su temprana edad de siete años. Fue llevado del cuarto de asilo al templo, y del templo a sentarse en el trono de los Reyes de Judá. El Niño fue Rey en Israel por espacio de cuarenta años, y asesorado todo el tiempo por el Sacerdote que lo ungió y lo declaró Rey. Mientras fue aconsejado por el Sacerdote, Él Rey hizo lo recto ante los ojos del Rey. 

Lea también: AVENTURA DE FE 

LECCIONES: 

* No importa el pasado, lo que importa es que Dios mantenga el control de toda circunstancia, para llevar a cabo sus propósitos en la vida de aquellos que están bajo un plan especial y específico. Dios siempre está en control de todas las cosas alrededor de cada vida que viene á este mundo. 

* No es la primera historia, ni la única de las que la Biblia narra con comienzos enigmáticos é inciertos. Sucedió antes y después algo similar y sobrenatural con Isaac hijo de Abraham, con José el soñador, con Moisés en las tierras de Egipto, con David el dulce cantor de Israel, y con Jesús, el Hijo de Dios. 

* La Biblia dice: «Aquel era la luz verdadera, que alumbra á todo hombre que viene á este mundo.» -Juan 1:9. * — La Luz de Dios siempre ha estado para iluminar la vida de todo ser humano y marcarles su destino. Ya sea que la criatura humana; cualquiera que sea su edad, si llegara á vivir o á morir, Dios siempre tiene sus designios en cada uno de ellos. 

PROTAGONISTAS: 

Historia: 2ª Reyes Capítulo 11. 

Profeta y Rey de Israel: Jehú. Declarado Rey en 2ª Reyes 9:6. 

El Rey de Judá: Ochôzías. Su muerte en 2ª Reyes 9:27. 

Abuela y Reina: Athalía madre de Ochôzías. 

Tía de Joas: Josaba hija del Rey Joram y hermana de Ochòzías. 

El Niño: Joas, hijo de Ochôzías y Siba. 

El Sacerdote: Joiada, Asesor del Niño Rey. 

*Los versos bíblicos corresponden a la versión Reina Valera. 

Si desea compartir y copiar todo ó una parte de estos escritos, por favor de crédito al autor y productor de ellos con el nombre: http://www.ovidiobarrios.wordpress.com 

Publicado por ovidiobarrios

Me considero dichoso de tener una familia integrada, principios cristianos; y sobre todo, de tener mis metas y mis sueños enfocados en lo que creo. Esta vida es para aprender a vivirla con entusiasmo y energía. Sobre todo, considerando a aquel que nos sostiene con aliento de vida desde que nacemos, hasta que demos el último suspiro. Dios es el creador de todo. Es el autor de la vida y de todas las cosas que nuestros ojos pueden ver. Dios no es la naturaleza. Dios es el creador de la naturaleza. El es invisible, sabio, omnipotente y misericordioso. Su gracia se muestra en el amor por medio de Jesucristo, el Señor. Su vida entregada en la cruz, es la muestra mas grande de amor para toda la humanidad. Sencillamente, "el don inefable de Dios."

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