RESPONSABILIDAD CIUDADANA (Segunda Parte) 

Ya existen sistemas legales, sociales, y económicos; sin embargo, éstos se quebrantaban por falta de la conciencia ciudadana, empezando por sus gobernantes. Si los aspectos legales fallan, habrá una sociedad con una democracia raquítica, y gobernada solamente por los que tienen en posesión el poder por medio de su posición. No habrá ningún poder por honestidad y transparencia, si no hay humildad en servir con conciencia y justicia social. La Biblia expone un caso de corrupción ciudadana entre los Romanos de aquellos tiempos, de un hombre en posición de autoridad, diciendo: «Y respondió el tribuno: «Yo con grande suma alcancé esta ciudadanía.» Entonces Pablo dijo: Pero yo lo soy de nacimiento.» -Hechos 22:28*. — Si los que tienen gobierno y autoridad fallan, sus acciones afectarán la vida de los demás. Y si una persona común exige los derechos de otros, sin cumplir los propios, estará rompiendo una regla de ejercicio ciudadano en el respeto. Ni el que falla, ni el que exige, están en lo correcto de una responsabilidad ciudadana ejemplar.

Muchos ciudadanos abusan del derecho de exigir cuentas cabales á personas en posiciones de gobierno; pero, estando en los zapatos de ellos, quizá ellos harían lo peor. Un ciudadano honesto (quien quiera que sea), ve por el cumplimiento de leyes justas, por la inclusión sin imposición, por la equidad, por la verdad en el orden divino, y por mucho más en el orden del derecho comunitario. Un ciudadano responsable comparte los valores de los derechos humanos; tales como, el respeto por la vida, empezando por los más indefensos, que son los niños y los ancianos. Un ciudadano comprometido ve por la dignidad de las personas, especialmente por los más marginados é indigentes. Un ciudadano responsable vale por lo que hace por los demás, sin ir en deterioro de su propia dignidad, y la dignidad de otros.

RESPONSABILIDAD EN EL RESPETO

La Biblia es enfática en las observaciones del trato fraternal, ético, amistoso, y matrimonial, como parte del correcto comportamiento ciudadano. Mientras todo esté en el orden del respeto, siempre habrán buenas y perdurables relaciones humanas. No tolerar actitudes que van en desprestigio de la vida humana en general, no significa ser grosero é irrespetuoso. Hay cosas dentro del desarrollo social comunitario que deben ser señalados como lo que son. Eso significa que en orden á lo social, lo religioso, lo político, etc., debe haber confrontación con y por la verdad. Jesús fue mal interpretado y considerado irrespetuoso por hablar la verdad con autoridad; pero, siendo sabio y correcto en su ejemplo de vida. Las Escrituras dicen: «Los cuales le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas bien, y que no tienes respeto á persona; antes enseñas el camino de Dios con verdad.» -Lucas 20:21. — No siempre la opinión de otros vale, si sus intenciones son el chantaje y la manipulación de la verdad. Hay corrupción y falta de honradez cuando se pretende poner en pugna á los unos con los otros, y exponer como malo al mediador de la verdad. Vea lo siguiente: «Alegando Él por su parte: Ni contra la ley de los Judíos, ni contra el templo, ni contra César he pecado en nada.» -Hechos 25:8. — El apóstol Pablo al ser acusado y perseguido por quienes debían defenderlo, se refirió á su derecho ciudadano por el respeto de sus acciones. Pablo como ciudadano Romano, respetó el orden social, la religión, y la política; sin vender sus convicciones y dejarse manipular por los sistemas del error.

El apóstol Pablo enseñó la responsabilidad ciudadana como ninguno, diciendo: «Pagad á todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que pecho, pecho (respeto); al que temor, temor; al que honra, honra.» -Romanos 13:7. — El Nuevo Testamento bíblico es completamente claro en las responsabilidades ciudadanas. Pablo habla de los impuestos, el respeto de los demás, la sumisión á las autoridades, y la honra mutua. De igual manera escribe el apóstol Pedro, diciendo: «Sed pues sujetos á toda ordenación humana por respeto á Dios: ya sea al rey, como á superior, ya á los gobernadores, como de Él enviados para venganza de los malhechores, y para loor de los que hacen bien. Porque esta es la voluntad de Dios; que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres vanos. Como libres, y no como teniendo la libertad por cobertura de malicia, sino como siervos de Dios. Honrad á todos. Amad la fraternidad. Temed á Dios. Honrad al rey.» -1 Pedro 2:13-17. — La responsabilidad ciudadana es un mandamiento vigente, explícito, y de carácter cristiano. Lea bien la frase: «…haciendo bien,…», porque eso es posible por el impulso de un Evangelio práctico y eficaz en la relación con los demás. Algunos, no entendiendo esto, marginan á sus congregaciones, y centralizan todo alrededor de ellos en las cuatro paredes de un edificio. Es tiempo de decirle á cada cristiano que sus deberes más importantes están afuera en la vida secular de la sociedad, y no encerrado en cuatro paredes religiosas. Hay que dar la cara por lo que es justo, y apoyarlo con los principios bíblicos.

RESPONSABILIDAD EN LA SUMISIÓN

Aplicar la palabra «sumisión» solamente, pone en defensa á cualquiera por las maneras erradas de interpretarla. La palabra «sumisión» ocurre decenas de veces en el Nuevo Testamento, y tiene relación con varios aspectos entre Dios y los hombres. La pregunta es: ¿Quién no está subordinado á alguien ó á algo? — La respuesta es: — ¡Todos! — Siendo así, lo contrario á la sumisión es la insumisión ó la negativa de hacer lo que atañe á la responsabilidad evidente. «Sometimiento» es similar á sujeción; y se aplica á casos circunstanciales donde la responsabilidad es ineludible y necesaria. Es el caso de las legislaciones en las diferentes ramas de la sociedad, donde nadie debiera estar por encima de la ley, sino todos sometidos á ella. La Biblia pone el mandamiento apostólico de sumisión que dice: «Toda alma se someta á las potestades superiores; porque no hay potestad sino de Dios; y las que son, de Dios son ordenadas.» -Romanos 13:1. — Las autoridades están al cuidado del ciudadano común, para hacer cumplir las leyes á su favor, y aplicar justicia en caso de su infracción. Desde el principio bíblico que dice: «Dios quita y pone reyes«, es donde se establece que Dios ordena á las autoridades. Si los que tienen posiciones de eminencia establecen leyes y normas injustas; entonces, Dios se encargará de juzgarlos. Si el pueblo llegara a sufrir por el mal manejo de la autoridad, también Dios actuará en favor de ellos. Las autoridades están vigentes por orden constitucional en toda estructura de gobierno.

La Biblia dice: «Cuando los impíos son levantados, el hombre cuerdo se esconderá; mas cuando perecen, los justos se multiplican.» -Proverbios 28:28. — Si los que gobiernan van tras la impiedad, es difícil que prevalezcan los justos, los soporten, y se les sometan. Al contrario, si hay autoridades justas, los justos se multiplican por el ejemplo, y el sometimiento ciudadano se da con facilidad. La obediencia y la rebelión están relacionados con la comunidad, y eso proviene de la aplicación del poder de gobernar. Las verdades bíblicas aplican, tanto al gobierno secular, como á las autoridades eclesiásticas. La Biblia en el Nuevo Testamento, dice: «Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doblada honra; mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.» -1 Timoteo 5:17. — El sometimiento á cualquier autoridad es ya ganancia para quien gobierna; y si sobre eso hay honra ciudadana, es ya una bendición de Dios sobre todos. La sumisión está relacionada á la manera justa de gobernar y dirigir el destino de los que dependen de la autoridad. Si la sumisión de otros a la autoridad es importante, más importante es la responsabilidad de gobernar con el ejemplo. El apóstol Pablo declara: «Que gobierne bien su casa, que tenga sus hijos en sujeción con toda honestidad;…» -1 Timoteo 3:4. — No hay nada más poderoso que ejemplo, porque va más allá de la obligación impuesta por el exceso de autoridad. La integridad de una persona es la mejor forma de gobierno en toda jerarquía de autoridad, la cuál siempre será digna de imitar.

RESPONSABILIDAD DE CONTRIBUCIÓN CIUDADANA

Las exigencias legales de los impuestos es milenaria, y parte desde muchos gobiernos en la conquista de los pueblos. Actualmente, no hay país del mundo donde no exista la responsabilidad de pagar al fisco los impuestos de ley. Jesús tuvo que pagar impuestos al imperio Romano, y su cátedra al respecto fue con el ejemplo. La historia bíblica narra una ocasión donde se mezcla la obediencia normal ciudadana, y la autoridad espiritual de Jesús para enseñar sobre el poder de Dios: «Mas porque no los escandalicemos, ve á la mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que viniere, tómalo, y abierta su boca, hallarás un estatero: tómalo, y dáselo por mí y por ti.» -Mateo 17:27. — Jesús, siendo Judío y Rabino, la responsabilidad de su ejemplo fue mayor sobre cualquier contrariedad provocada por sus detractores. Muchas veces Jesús fue provocado para caer en trampas que lo evidenciaran como delincuente de las leyes Romanas. Sin embargo, Jesús mostró siempre su apego á las leyes de Dios, y á las leyes humanas. La Biblia dice: «…Y díceles: Pagad pues á César lo que es de César, y á Dios lo que es de Dios.» -Mateo 22:21. — Las palabras de Jesús marcaron una responsabilidad ciudadana justa, y bien relacionada con la obediencia á Dios. En la relación de la religión y el Estado político debe haber un balance. La religión y la política están íntimamente relacionados bajo los términos de la responsabilidad ciudadana personal.

Así como la política interviene en asuntos de la religión, la religión también interviene en los asuntos de la política. No hay persona que no esté afectada por asuntos de fe, credos, y religión; que si llegan á participar en lo político, tendrán que gobernar conforme a sus convicciones. El apóstol Pablo enseña: «Por lo cual es necesario que le estéis sujetos, no solamente por la ira, mas aun por la conciencia. Porque por esto pagáis también los tributos; porque son ministros de Dios que sirven á esto mismo.» -Romanos 13:5-6. — Á los hombres en puestos políticos de eminencia, el apóstol Pablo les llama: «Servidores (ministros) de Dios«. Parte de la sumisión á las autoridades es cumplir con el pago de los impuestos. No hacer la responsabilidad ciudadana en el pago de impuestos, es vivir en desobediencia civil, y delinquir á las leyes del país local. Pablo también dice: «No debáis á nadie nada, sino amaros unos á otros; porque el que ama al prójimo, cumplió la ley.» -Romanos 13:8. — Dios no llamó al ser humano solo para entender el verdadero amor, sino para practicarlo. Ser deudor significa tener la responsabilidad de cumplir con el pago de la deuda que sea. La deuda del amor está basada en el cumplimiento de las leyes de compromiso ciudadano. Pelear contra lo que es justo es inútil, á menos que las autoridades fallen en legislar, y los hombres tengan que exigir sus justos derechos.

RESPONSABILIDAD SIN EXTORSIONES

Cuando las leyes sufren cambios que afectan el derecho de las personas, y éstas solo traen beneficios á unos cuántos, se considera como extorsión. Cuando los que debiendo cumplir la ley, la manipulan á sus conveniencias, ó por beneficios personales las quebrantan, eso es corrupción. La extorsión y la corrupción, no se da solo por el lado de las autoridades, sino también del lado del ciudadano común. Sin embargo, hay una autoridad mayor sobre quién hace cumplir ó hace infringir las leyes sobre los demás. La Biblia dice: «Si violencias de pobres, y extorsión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de esta licencia; porque alto está mirando sobre alto, y uno más alto está sobre ellos.» -Eclesiastés 5:8. — Si es Dios quien pone autoridades, será Dios quien los juzgue. No obstante, Dios respeta el orden jerárquico de las autoridades, según sus posiciones de compromiso y responsabilidad. Las leyes ciudadanas las hace el hombre en autoridad, y cada uno es responsable de vivir bajo ese orden de autoridad, y de cumplir las leyes que establezcan. Al obedecer y someter la responsabilidad ciudadana á los hombres en autoridad, se estará obedeciendo y sometiendo la vida á la autoridad de Dios. Los hombres cumplen ó fallan en cualquier posición de autoridad, y Dios cumplirá en su momento su respectiva recompensa ó disciplina sobre cada uno de ellos.

Para un cristiano las leyes de Dios están sobre cualquier otra ley que no se ajuste a los propósitos divinos. Cuando hay normas de manipulación, imposición, y extorsión; y éstas afectan las convicciones de fe y de la conducta cristiana, el rechazo será evidente dentro del derecho ciudadano. Las extorsiones se dan desde hace cientos de años, y solo pueden ser contrarrestadas con la integridad de vida de sus ciudadanos. En los días de Jesús hubieron personas que fueron confrontadas á la integridad, y cumplir dentro de las leyes justas: «Y le preguntaron también los soldados, diciendo: Y nosotros, ¿Qué haremos? — Y les dice: No hagáis extorsión á nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestras pagas.» -Lucas 3:14. — Las autoridades no pueden estar sobre el derecho individual de conciencia de cada uno de sus ciudadanos. Cuando las leyes son impuestas, sin tomar en cuenta el consenso popular, se estará infringiendo los derechos ciudadanos de elección. Toda coacción y extorsión establecida por medios legales cae en detrimento del derecho popular. Cuando las leyes buscan favorecer a unos cuantos injustamente, es cuando los cristianos deben levantar su voz para defender con justicia la verdad.

Lea también: OBEDIENCIA

RESPONSABILIDAD DE CORTES O TRIBUNALES

Los Romanos establecieron un sistema de justicia que fue muy connotado en los días de Jesús. Las cortes supuestamente estaban establecidas para aplicar la ley y juzgar con justicia. Jesús amparó y respetó el sistema Romano judicial, aunque años más tarde éstos le fallaran en su propio juicio. Los tribunales con cámaras legislativas tienen un proceso de orden de juicio, para aplicar la justicia a quienes delinquen. Jesús dijo: «Concíliate con tu adversario presto, entre tanto que estás con Él en el camino; porque no acontezca que el adversario te entregue al juez, y el juez te entregue al alguacil, y seas echado en prisión.» -Mateo 5:25. — Un juez determina por parámetros legales un caso entre dos personas. Tristemente, cuando hay adversarios, es difícil llegar á acuerdos que beneficien al perjudicado. Antes de la intervención judicial, dos personas ó grupos pueden conciliar sus diferencias, y una de las dos partes tiene que ceder en el caso. Cuando no se puede con arreglos personales de reconciliación; entonces, tienen los jueces su complicada intervención judicial. Las determinaciones judiciales debieran estar amparadas por las leyes justas, y la verdad aplicada á conciencia por medio de los magistrados.

Los jueces son seres humanos que tienen la autoridad de condenar ó absolver con justicia á quienes juzguen. Los magistrados también son ciudadanos y su deber es obrar con justicia y verdad. El apóstol Pablo dijo: «Porque los magistrados no son para temor al que bien hace, sino al malo. ¿Quiéres pues no temer la potestad? — Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella.» -Romanos 13:3. — Tanto un juez, comparado con una persona común, está en la misma categoría de cumplir sus responsabilidades ciudadanas en orden á su posición y sus deberes. Ninguna autoridad está para intimidar por medio de leyes abusivas ó dar aplicación arbitraria de condenas. Es claro que debe penalizarse las infracciones de leyes, siempre y cuando se tome en cuenta la justicia, y la equidad sobre todos, sin discriminaciones sociales. Un ejemplo claro de abuso, cobardía, é intereses mezquinos, fue el de Pilato. Cuando Pilato, sin compasión, ni temor, ni misericordia, maltrató a Jesús, Él le dijo: «…Ninguna potestad tendrías contra mí, si no te fuese dado de arriba: por tanto, el que á ti me ha entregado, mayor pecado tiene.» -Juan 19:11. — Las autoridades que aplican leyes y juzgan indiscriminadamente, acumulan pecados de injusticia que serán juzgados por Dios. Todos somos llamados á hacer lo bueno en sociedad, y á respetar jerarquías de autoridad. Pero, toda jerarquía de autoridad tiene que tomar en cuenta el respeto de aquellos que lo han subido para ser una persona de confianza en su mando. La Biblia dice: «Entonces Pilato, oyendo este dicho, llevó fuera á Jesús, y se sentó en el tribunal en el lugar que se dice Lithóstrotos, y en hebreo Gabbatha.» -Juan 19:13. — Además de ser autoritario para castigar á Jesús, Pilato tomó un papel de Juez para condenarlo, cruzando la línea de lo decente, atropelló el derecho, y falseó la autoridad del tribunal.

CONCLUSIONES

La responsabilidad ciudadana en general, también es estar conscientes por el mal que se ha hecho, y por la disposición personal de reparar lo indebido. Tanto el respeto, la sumisión, ser tributario, ser fieles; así como ser justos, es una responsabilidad de todos, sin importar jerarquías y posiciones sociales. La responsabilidad ciudadana es un deber que resulta efectivo en el ambiente apropiado de conciencias por la justicia. Si la verdad de la Biblia llegara al mismo corazón de los legisladores, habría más consideración del derecho ajeno, y menos importancia tendría la ambición del poder. Un ambiente cargado de controversias impide que muchos puedan ejercer sus propios derechos, y aplicar el respeto por los derechos de los demás. Cuando las autoridades y burócratas complican los sistemas de gobierno, lamentablemente los ciudadanos rompen las reglas é infringen las leyes. Esta es una norma ilícita que se da entre gobierno y ciudadanos: «A mayor extorsión, mayor corrupción«.

Jesús el justo hijo de Dios fue señalado y condenado como injusto, por hombres faltos de la verdad. Y es que siempre habrán quienes promuevan el desorden y violenten los derechos de los demás. Menos mal, que ya estaba profetizado lo del Mesías; pero, alguien estuvo ahí para cumplir la parte más oscura del propósito divino sobre Jesús. «De la cárcel y del juicio fué quitado; y su generación ¿quién la contará? Porque cortado fué de la tierra de los vivientes; por la rebelión de mi pueblo fué herido.» -Isaías 53:8. — Mientras hayan seres humanos dispuestos á seguir la justicia, habrá más interés de no ser partícipes de los intereses ajenos por el poder; y luchar por el bienestar de las nuevas generaciones, será la misión de los ciudadanos responsables. La responsabilidad ciudadana es bíblica y atañe á los intereses de los seguidores de Jesús. Los que viven en «sumisión» á Dios, entienden bien lo que es «su misión» hacia los demás.

*Los versos bíblicos corresponden a la versión Reina Valera. 

Si desea compartir y copiar todo ó una parte de estos escritos, por favor de crédito al autor de ellos con el nombre: http://www.ovidiobarrios.wordpress.com 

Publicado por ovidiobarrios

Me considero dichoso de tener una familia integrada, principios cristianos; y sobre todo, de tener mis metas y mis sueños enfocados en lo que creo. Esta vida es para aprender a vivirla con entusiasmo y energía. Sobre todo, considerando a aquel que nos sostiene con aliento de vida desde que nacemos, hasta que demos el último suspiro. Dios es el creador de todo. Es el autor de la vida y de todas las cosas que nuestros ojos pueden ver. Dios no es la naturaleza. Dios es el creador de la naturaleza. El es invisible, sabio, omnipotente y misericordioso. Su gracia se muestra en el amor por medio de Jesucristo, el Señor. Su vida entregada en la cruz, es la muestra mas grande de amor para toda la humanidad. Sencillamente, "el don inefable de Dios."

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