Toda sociedad pasa por un proceso donde aprende y desarrolla paulatinamente lo que viene a ser la responsabilidad ciudadana. La responsabilidad ciudadana está compartida entre la familia, la escuela, la iglesia, los partidos políticos, y más. Es decir, la participación de toda la sociedad hace posible el desarrollo ciudadano integral. La responsabilidad ciudadana estaría en el primer plano en toda sociedad, si cada persona reconoce su posición en ella. Ser ciudadano, es el acto por el que un individuo expresa la responsabilidad por el bien que debe hacerse, y como ser mejor cada día. La vida ciudadana responsable hace que sus vivencias sirvan para organizarse, para que esto ayude á captar, á enseñar, y á vivir los valores y los principios de sus miembros en sociedad. Los principios de una comunidad sana y organizada, se enfocan en el bien de las familias. Las sociedades más modernas están cada vez confusas, convulsivas, y cambiantes, á causa de la corrupción y la falta de integridad. Hoy más que nunca debe acentuarse la responsabilidad ciudadana en cada comunidad. Una responsabilidad individual en sociedad hace que el ser humano de cualquier parte del mundo esté sujeto á su propia relación ciudadana. Las sociedades se organizan con leyes en instituciones, y sistemas que la comunidad ciudadana debe respetar. Sobre todo, vivir en el respeto común entre sociedad y aquellos á quienes la comunidad les ha confiado legislar, ejecutar, y encargarse de poner orden, y aplicar la justicia y el derecho.
RESPONSABILIDAD PERSONAL
Ser un ciudadano responsable, es una dinámica moral y espiritual personal, vinculado á la identidad de una sociedad integrada. Sean cristianos ó miembros de la religión que profesen; incluyendo gnósticos ó ateos; todos entran en funciones de carácter ciudadano para participar en favor de la sociedad á la cual pertenecen. Ahora bien, una cosa es la responsabilidad ciudadana, sin tomar en cuenta valores de fe; y otra cosa es, tomar una responsabilidad ciudadana esperando cambios ajenos sin compromiso personal. Según la Biblia, hay que ser suficientemente humildes para aceptar las responsabilidades sociales manifestadas en el arrepentimiento, por incurrir muchas veces en toda acción mala y perversa. Algunos fueron forzados á hacer actos de arrepentimiento motivados por temor al castigo, y bajo amenazas drásticas se les inculcó la obediencia y la sumisión. Sin embargo, á diferencia de una actitud humilde, otras actitudes de rebelión é inconformidad afloran. Muchos han sido inducidos al sometimiento forzado, por eso pasan de soslayo el valor moral de aceptar las responsabilidades por sus faltas y desobediencias. Hay que tomar en cuenta, que todo acto espiritual en relación con Dios no es solo subjetivo y dominante por la religión. Hay leyes espirituales que deben respetarse, porque se ensamblan con la vida natural, y traerán consecuencias de acuerdo al comportamiento ciudadano.
Dios también tiene leyes que rigen el comportamiento en sociedad, y éstas están vigentes para ser aplicadas y encajadas al deber ciudadano. Así está escrito: «Porque El que quiere amar la vida, y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño; apártase del mal, y haga bien; busque la paz, y sígala. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos á sus oraciones; pero el rostro del Señor está sobre aquellos que hacen mal.» -1 Pedro 3:10-12.* — La Biblia enseña que el gobierno de Dios es espiritual y atañe al interior de cada Ser humano en particular. Por el contrario, el gobierno humano es social y atañe á lo exterior de las personas en sociedad. Hacer un acto de arrepentimiento es difícil para la persona en sí misma, y más para los diversos grupos en sociedad. Por eso el Evangelio es individual, y la decisión de aceptar responsabilidades que atañen á los pecados morales y espirituales ante Dios, es personal. Cada ciudadano puede vivir en paz consigo mismo, y vivir en armonía con sus conciudadanos. Pero, cada uno es libre de expresar su disposición, para integrar las verdades eternas de Dios en su manera de vivir en sociedad. Ningún ciudadano es independiente de la sociedad donde vive; y todo cristiano; mejor que nadie, debe saber cuáles son sus responsabilidades ciudadanas.
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RESPONSABILIDAD CON EL PRÓJIMO
Hubo una persona que le pregunto a Jesús, y dijo: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento grande en la ley? — Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente. Este es el primero y el grande mandamiento. Y el segundo es semejante á éste: Amarás á tu prójimo como á ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.» -Mateo 22:36-40. — Las enseñanzas de Jesús definen la constitución de un reino fuera de los parámetros más conocidos y sustanciales en las naciones del mundo. No hay ningún ser humano que pueda gobernar á los demás, si éstos no se saben gobernar á sí mismos. Tampoco hay democracia efectiva que lleve á sus gobernantes y gobernados á cumplir con integridad sus responsabilidades. El ser humano es solo una especie; ya sea que gobierne ó que sea gobernado, porque cada persona se hace ciudadano activo en la misma sociedad donde vive. Jesús enseñó que el nivel de amor hacia Dios debe ser tal, que hará que el ser humano llegue á amar también á sus semejantes. Parte de una responsabilidad ciudadana son dos cosas importantes que la Biblia declara: El Amor y La Paz.
- El apóstol Pablo escribió del vínculo del amor: «Y sobre todas estas cosas vestíos de caridad, la cual es el vínculo de la perfección.» -Colosenses 3:14. — El amor es y será un lazo de amistad y consideración, para una condición de vida en fraternidad. El apóstol Pablo también dijo: «La caridad no hace mal al prójimo: así que, el cumplimento de la ley es la caridad.» -Romanos 13:10. — Cuando el amor de Dios llena un corazón, el fluir de amor hará obedecer y respetar a los demás, sin ser una carga. El apóstol Juan dijo: «Si alguno dice, Yo amo á Dios, y aborrece á su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama á su hermano al cual ha visto, ¿cómo puede amar á Dios á quien no ha visto?» -1 Juan 4:20. — Si entendemos lo difícil que es amar al prójimo; entendamos también, lo difícil que es amar á Dios. Por eso, Dios amó primero al ser humano, antes que el ser humano amara primero á Dios.
- El apóstol Pablo escribió del vínculo de la paz: «Solícitos á guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.» -Efesios 4:3. — La paz es una responsabilidad ciudadana en las relaciones interpersonales. El apóstol Pablo también dijo: «Si se puede hacer, cuanto está en vosotros, tened paz con todos los hombres.» -Romanos 12:18. — La decisión de un bienestar pacífico y fraternal depende primero del individuo que lo desee. Así también quedó escrito: «…Tened paz los unos con los otros.» -1 Tesalonicenses 5:13. — Si esperamos del prójimo algo positivo, difícilmente vendrá, si primero no sale del corazón nuestro. Lograr la unidad no es asunto de deseos, sino de acciones. La unidad solo se logra con la relación y la comunicación, creado solo por un ambiente armonioso de amor y de paz.
El amor y la paz son lazos que unen para hacer una sociedad madura, y ciudadanos responsables de su inclusión y participación. Si se trata del bien común en la sociedad humana, Dios apela á la razón y al buen juicio ciudadano. La mejor promoción para el reino de Dios viene por medio de sus obras, y también de sus fieles por medio del testimonio de evangelización. Aunque hayan clases sociales que dividen á los hombres, el Evangelio de Jesucristo une por los mismos compromisos y responsabilidades ciudadanas que nos atañen.
RESPONSABILIDAD DE LOS ACAUDALADOS
En los tiempos del apóstol Pablo, habían muchos acaudalados que tenían esclavos, y gente en servidumbre total. La razón del porqué son mencionados los ricos en la Biblia como «amos» y «señores«, es porque se les instruye sobre sus responsabilidades con sus conciudadanos. Pablo dice: «A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos.» -1 Timoteo 6:17. — Hay ricos en sociedad que dejan la soberbia, y con humildad se rinden á servir entre los demás. Hay un caso en la Biblia donde á un acaudalado le fueron dadas instrucciones precisas en relación á su prójimo. A Filemón, un hombre rico, Pablo le pidió sacar de la cárcel y perdonar á un esclavo que le había robado. Pablo le dice al rico Filemón: «Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que aun harás más de lo que digo.» -Filemón 1:21. — Las responsabilidades ciudadanas son las mismas, tanto para los ricos, como para los pobres. La diferencia entre un rico y otro rico la hace cada uno por su fe, ó por su incredulidad en Dios. La diferencia entre rico y pobre se ve en la sociedad; pero, para Dios, todos somos iguales de responsables. Otro apóstol escribió diciendo: «Mas vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran á los juzgados?» -Santiago 2:6. — La responsabilidad ciudadana es asunto de conciencia y de justicia.
Hay ricos que no ven con justicia ayudar, sino en oprimir; y no quieren ser humildes, sino altivos. El apóstol Santiago dice: «¡Ea! – ya ahora, oh ricos, llorad aullando por vuestras miserias que os vendrán.» -Santiago 5:1. — De acuerdo a la ley de la siembra y la cosecha, un mal sobreviene á otro mal. Si los ricos son opresores, Dios se encargara del oprimido y vengará la injusta carga sobre él. De ahí la importancia de las leyes del reino de Jesucristo, donde los que son perseguidos, sufren, lloran, y tienen hambre; serán recompensados (Mateo capítulo 5). Dios no castiga al rico porque es rico, ni ayuda al pobre porque es pobre. Jesús refirió una parábola de un rico y un mendigo, y la diferencia la marcó el rico con su actitud altiva y soberbia. Cada uno tuvo su final de vida; y después de esto, la justicia divina se aplica por lo que se hizo en vida. Una parte de la parábola dice: «Mas Abraham le dijo: Si no oyen á Moisés y á los profetas, tampoco se persuadirán, si alguno se levantare de los muertos.» -Lucas 16:31. — Moisés y los profetas es una referencia del mensaje de la Biblia, cuyo contenido debe escucharse ó leído, para ser conocido. Jesús anticipó su resurrección y la incredulidad de la misma, sino se conoce la justicia divina por medio de las Escrituras. Según la Biblia, al final vendrán á juicio todos los que no apliquen la justicia según su fe en Dios; sean ricos, ó sean pobres. Así está escrito: «Y hacía que á todos, á los pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se pusiese una marca en su mano derecha, ó en sus frentes.» -Apocalipsis 13:16. — Dios hace justicia al agraviado porque aplica la justicia, y dejará al rico para el castigo por injusto, ó viceversa. Dios no hace acepción de personas.
CONCLUSIONES
Solamente Jesús es quien reconcilia al hombre con Dios, y en la transformación une el alma del pecador á las mismas verdades en comunidad. La iglesia de Cristo también es una comunidad de hermanos y hermanas perdonados bajo las mismas condiciones de vida práctica. No hay justicia social si no se aplican los valores de responsabilidad ciudadana en cada factor dentro de la sociedad. Si hay arrepentimiento de malas acciones bajo leyes terrenales, y así recibir la justicia y el derecho; cuanto más si se toma en cuenta á Dios, respecto al prójimo.
Jesús refirió una parábola de grandes lecciones referente á un ciudadano responsable. Los personajes son: Un ciudadano común, unos ciudadanos ladrones y violentos, un Sacerdote, un Levita, y un ciudadano común menospreciado. A simple vista, la parábola parece exponer las cualidades ciudadanas falibles entre los seres humanos. «¿Quién, pues, de estos tres te parece que fué el prójimo de aquél que cayó en manos de los ladrones? — Y Él dijo: El que usó con Él de misericordia. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.» -Lucas 10:36-37. — Quien use de compasión, misericordia, y paciencia con los demás, actuará con responsabilidad en sus acciones ciudadanas. A veces, de quien menos esperas una acción justa, es quien termina haciendo lo correcto. La justicia está del lado de quien hace lo bueno, y en contra de quien hace lo malo.
La justicia terrenal es imperfecta, limitada, des balanceada, y discriminatoria. Las justicia divina es perfecta, infinita, ordenada, y sin acepciones. Aplícate á ser un ciudadano responsable, y vivirás en paz y armonía con otros; y además, serás bendecido por Dios. «Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado á su nombre, habiendo asistido y asistiendo aún á los santos.» -Hebreos 6:10.
C ó n t i n u a r á . . . . .
*Los versos bíblicos corresponden a la versión Reina Valera.
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