Si se escribiera un libro sobre pastores parecido al Libro de los Reyes de la Biblia, de muchos se diría que no hicieron lo recto ante Jehová y que no quitaron los lugares altos. La historia de Israel está llena de protagonistas que no fueron fieles y dignos representantes de Dios. Aún cuando las promesas divinas permanecían para dar esperanza, algunos líderes en el pueblo de Israel fueron indiferentes á Dios. Tristemente, la historia se repite una y otra vez, y pareciera que los llamados «Hombres de Dios» escasean. No es mi plan generalizar, ni tampoco avergonzar los sagrados ministerios por las cosas que indebidamente han sucedido, siguen, y seguirán sucediendo. Eso sí, quiero ser honesto; y anhelo despertar conciencias dormidas, y sacudir corazones indolentes al compromiso de integridad delante de Dios y de los hombres. Quiero traer una exhortación á la transparencia y al compromiso que atañe á cada ministerio en nuestros días. Hoy proliferan los títulos ministeriales como nunca antes, y muchos testimonios negativos han desdeñado el Evangelio de Cristo. Han habido abusos ministeriales y muchos casos quedan inmunes de las disciplinas correctivas que la Biblia designa. Tratándose de la Verdad, no debemos ser baratos y conformarnos con lo paupérrimo de la religión para tener una conciencia cauterizada.
Los profetas también tuvieron mensajes muy severos de parte de Dios para los pastores de su pueblo. Para poner en perspectiva el tema, pondré los textos bíblicos que cada uno debe analizar para arrepentimiento y corrección. No pretendo ser iluso y pensar que hay pastores perfectos, porque no es así. Pero, aún con los errores que atañen a la naturaleza humana, y con las limitaciones de la preparación y la experiencia, hay muchos pastores con un corazón sincero que quieren agradar á Dios. Al recordar á David como un pastor de ovejas, pienso que sus características humanas fueron impresionantes como ninguno. Pero, lo que más realce tuvo David antes y después de ser Rey, fue la presencia de Dios en su vida. De David se dice: «Entonces uno de los criados respondió diciendo: He aquí, he visto a un hijo de Isaí, de Belén, que sabe tocar. Él es valiente, hombre de guerra, prudente de palabra, de buena presencia; y Jehová está con él.» -1 Samuel 16:18. — La presencia de Dios en una persona dice mucho de ella. La presencia de Dios en una vida, es ya una señal inequívoca de respaldo y bendición en su llamado. Aquí les dejo con 5 rasgos nulos en el ministerio pastoral; tomando en cuenta siempre, lo que Dios espera que sea productivo en el ministerio pastoral para la iglesia de Cristo.
1- LOS PASTORES «NO» SON REYES
«Y cuando apareciere el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.» -1 Pedro 5:4.
Cuando pensé en escribir sobre este tema de los pastores, mi primer pensamiento se relacionó con los Reyes de Israel. Pero, nada más que eso, porque un Pastor en nada se asemeja á un Rey. Sin embargo, los pastores son embajadores de un Rey eterno, y representantes de un Principe celestial. Los pastores son delegados para servir y cuidar los rebaños espirituales del Señor Jesús. El apóstol Pablo define categóricamente á los pastores como ministros del Cuerpo de Cristo, diciendo: «Y Él mismo dió unos, ciertamente apóstoles; y otros, profetas; y otros, evangelistas; y otros, pastores y doctores;…» -Efesios 4:11. — Ningún hombre debe nombrarse a sí mismo Pastor, sin tener el llamado respectivo al ministerio de parte del Señor. Cuando alguien esté en el ministerio; ya sea respaldado por otros, ó puesto por sí mismo, sepa que tendrá que entregar cuentas de su labor. Eso significa, que después del tribunal de Cristo muchos pastores serán galardonados. Si Jesús es el Principe de los pastores, no hay lugar á que alguno se sienta como Rey, y espere ser servido por los demás. El corazón pastoral debe estar dispuesto al servicio de los demás. Si un hombre cree que por ser Pastor los demás están obligados á servirle, está equivocado. Si seguimos el modelo bíblico de Jesús, veremos la diferencia de lo que es un verdadero servicio pastoral.
Un cambio de mentalidad es necesario con los nuevos discípulos llamados al ministerio pastoral, para que no se les suba el ministerio á la cabeza. Hay que desechar ejemplos espurios del ministerio, para retomar el modelo con las instrucciones de las Escrituras. Así está escrito: «Y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten de ciencia y de inteligencia.» -Jeremías 3:15. — Los pastores de Dios salen de su corazón, llevan y transmiten su corazón, y alaban y agradan su corazón. Para los pastores, Dios es el Rey, Jesucristo su Príncipe, y el Espíritu Santo su Guiador. Los pastores conforme al corazón de Dios no tienen trono, sino un lema de «servicio«, para honrar al que los tomó en cuenta con tan predilecto llamado. La Biblia pone ejemplos de algunos ministerios que pusieron en pugna su llamado, y eso entristece el corazón de Dios. La Biblia dice: «Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron en Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha.» -Jeremías 2:8. — ¿Acaso los sacerdotes, los maestros, los pastores, y los profetas no son representantes de Dios? — Si estando en el ministerio se busca lo contrario al llamado personal de Dios, se pierde la relación é intimidad, y las consecuencias son el egocentrismo desmedido. La mejor ubicación del ministerio; desde el llamado, hasta el tiempo de ejercerlo, es permanecer en el corazón de Dios.
2- LOS PASTORES «NO» SON EMPRESARIOS
«Porque no somos como muchos, mercaderes falsos de la palabra de Dios: antes con sinceridad, como de Dios, delante de Dios, hablamos en Cristo.» -2 Corintios 2:17.
Los pastores dependen de un Pastor celestial que les dio el privilegio de cuidar á sus ovejas. Tomar la labor del pastoreo como un trabajo de liderazgo solamente, es perder el objetivo del llamado. Los pastores no deben dirigir la iglesia como una empresa de mercadotecnia moderna. Los pastores no deben manejar la obra de Dios con estrategias de administración empresarial. Ningún Pastor ha sido llamado para ver á las ovejas como productos permanentes ó desechables, y objetos de ganancia personal. La Biblia dice: «Porque los pastores se infatuaron, y no buscaron á Jehová: por tanto no prosperaron, y todo su ganado se esparció.» -Jeremías 10:21. — Hay dos cosas que afectan la vida de todo Pastor: El engreimiento y la indolencia, y las consecuencias de pobreza y división serán evidentes. El orgullo y la pereza son inseparables y con ello se desanima á cualquiera. Como Pastor ocúpate de ser humilde y diligente, y tendrás prosperidad y unidad en tu rebaño. «Depender de Dios» es otro de los lemas dentro de los ministerios en la iglesia. Si la iglesia dependiera de estrategias empresariales, con un énfasis en liderazgos por aptitudes y carácter de jefes, estaría en el lugar y en el camino equivocado.
La iglesia no es una empresa de liderazgos, sino un organismo con función de vida por la única cabeza que la dirige, Jesucristo. Los pastores deben preocuparse porque la iglesia se nutra de la palabra de Dios. Cuando la iglesia esté alimentada con pastos delicados escriturarles, su efecto será de alabanza y de regocijo en la presencia de Dios. No hay que negociar el ministerio pastoral por bagatelas y lujos desmedidos. No se puede hacer mercancía con el llamado y la unción del ministerio por intereses y ganancias mezquinas. Al contrario, el ministerio debe estar comprometido con la verdad y la responsabilidad de la honradez. El profeta Jeremías por lo que vio, por ello profetizó, diciendo: «Muchos pastores han destruído mi viña, hollaron mi heredad, tornaron en desierto y soledad mi heredad preciosa.» -Jeremías 12:10. — Fuera de los propósitos divinos, todo ministerio que se desvía de su función original vendrá á ser destructor en vez de edificador. Las ovejas tienen que ser guardadas y protegidas por pastores que las llevan hacia los terrenos de Dios para alimentarlas. Las almas no se venden al mejor postor, ni se debe ministrar con las intenciones de lucrar con la palabra de Dios.
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3- LOS PASTORES «NO» SON ASALARIADOS
«Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve al lobo que viene, y deja las ovejas, y huye, y el lobo las arrebata, y esparce las ovejas.» -Juan 10:12.
Los pastores son llamados por vocación santa á servir por amor, y su recompensa vendrá después, por aquel que los llamó. Llegar á usurpar una posición ministerial solo por ganancias económicas está fuera de los propósitos de Dios. La Biblia define á un pastor con el cargo de «apacentar«. Sin embargo, las ovejas no le han sido encargadas al Pastor para que su labor sea por la paga. Hay una diferencia enorme entre posición y llamado ministerial. Hay muchos con capacidades de ocupar una posición pastoral, y hay pocos y desconocidos; pero, con un llamado específico al ministerio pastoral. Un Pastor en posición pastoral puede tener una mejor remuneración, y esto hace atractivo el ministerio á cualquiera. Pero, eso no quiere decir que cualquiera pueda ser Pastor exitoso solo por la posición. Sin embargo, un Pastor verdadero tendrá el ministerio en el más alto «honor«, que el éxito y la retribución temporal por su servicio. El premio al ministerio es incorruptible, como dice el apóstol Pablo: «Y todo aquel que lucha, de todo se abstiene: y ellos, á la verdad, para recibir una corona corruptible; mas nosotros, incorruptible.» -1 Corintios 9:25. — El apóstol Pablo alienta ministerialmente a los pastores de las iglesias con la esperanza de una corona inmarcesible. Para un ministro de Dios, el premio de gozar de su presencia en su servicio, es la más grande de las recompensas.
¿Será incorrecto que un Pastor viva del Evangelio? — Está es una pregunta válida; sobre todo, cuando se desconoce el plan de Dios con los ministerios de la Iglesia de Cristo. Á esto responde el Señor Jesucristo cuando dijo: «Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os dieren; porque el obrero digno es de su salario. No os paséis de casa en casa.» -Lucas 10:7. — Hay muchos principios que corresponden a la vida humana, porque quien trabaja debe gozar del fruto de su labor. Jesús refirió su enseñanza é instrucción definida á los que llamó, y que luego los envió á predicar. Las palabras de Jesús honran á aquellos que se dedican á predicar la palabra con la justa y necesaria paga ministerial. Jesús también comparó la labor ministerial con el sembrador de la semilla y su paga en la cosecha, diciendo: «Y el que siega, recibe salario, y allega fruto para vida eterna; para que el que siembra también goce, y el que siega.» -Juan 4:36. — Una vez más se da el principio de la cosecha: El que siembra cosecha, y el que trabaja en la cosecha recibe su paga. Lo incorrecto está en los rasgos nulos de avaricia en la persona, y poner el ministerio en dependencia de una paga terrenal solamente. Un asalariado condiciona su servicio indiscriminadamente; y así, hace que su labor esté desconectado del corazón. El ministerio pastoral tiene su valor en el cuidado, la protección, el celo, y la defensa de las ovejas.
4- LOS PASTORES «NO» SON DUEÑOS DE LA GREY
«Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino de un ánimo pronto.» -1 Pedro 5:2.
La labor pastoral dista muchísimo de ser una oportunidad para apropiarse de lo que solamente se tiene que cuidar. La posición pastoral es delegada para cumplir una labor en nombre y autoridad del que tuvo á bien llamar y colocar personas con un propósito para su heredad. Un Pastor está al cuidado de la heredad ajena; por lo tanto, su deber es velar por cumplir con su responsabilidad hasta que lo llamen á entregar cuentas. Los pastores son servidores y no propietarios de una heredad ajena. La grey se define como conjunto de personas que tiene una fe y esperanza común. Para un Pastor de la Iglesia cristiana, la grey es la congregación de fieles que están bajo su responsabilidad eclesiástica. Hubo un Pastor que refiere el apóstol Juan, llamado Diótrefes, y ésta era su actitud: «Yo he escrito á la iglesia: mas Diótrefes, que ama tener el primado entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo viniere, recordaré las obras que hace parlando con palabras maliciosas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe á los hermanos, y prohibe á los que los quieren recibir, y los echa de la iglesia.» -3 Juan 1:9-10. — Diótrefes como Pastor se consideró dueño y actuó arbitrariamente en contra de todo principio cristiano. Las cosas que sobresalen del carácter autoritario y abusivo de Diótrefes como Pastor, son un ejemplo de esos rasgos nulos que otros deben evitar.
Cuando el Pastor quiere tener el primer lugar en todo, le está quitando el lugar á Jesús como la cabeza de la Iglesia. Si un Pastor no recibe a otros como él, con criterio doctrinal y carácter humilde; está siendo egocéntrico, y evita una bendición fraternal y de unidad á su rebaño. Al no tener relación y roce ministerial con otros, un Pastor evita la corrección y la imitación de buenas costumbres que lo edifiquen. Cuando un Pastor cree ser dueño de la grey, hace sentir á los demás dependientes de sus decisiones autoritarias. Muchas cosas negativas pueden surgir de un corazón no sujeto á las autoridades ministeriales. Porque donde solo predomina el ego personal, dicho individuo carecerá de límites y se desbordará en la manipulación y en el chantaje. El verdadero Pastor sabe quién lo puso sobre la grey, y sabe cuáles son sus funciones laborales y ministeriales. El Pastor que sabe que la grey no le pertenece, y quiere agradar a su Señor, tomará muy en cuenta su posición de responsable con el cuidado de su rebaño. Un verdadero Pastor del rebaño del Señor, reconoce con humildad el enorme privilegio que le han dado.
5- LOS PASTORES «NO» SON DICTADORES
«Y no como teniendo señorío sobre las heredades del Señor, sino siendo dechados de la grey.» -1 Pedro 5:3.
Si Dios pone, Él también quita; porque nadie está en posición de sentirse soberano para gobernar á otros. La verdad del ministerio entre los hombres es para servir, y no para ser servidos. Jesús dijo: «Entonces sentándose, llamó á los doce, y les dice: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.» -Marcos 9:35. — La clave del éxito en los reinos terrenales, en nada tiene que ver con la clave del éxito en el Reino de Cristo. Es más, Jesús dijo: «Como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.» -Mateo 20:28. — Jesús es el gran ejemplo en todo, y sobrepasa las características de todos los líderes habidos y por haber. Jesús es el gran ejemplo viviente con todas las virtudes reunidas en Él. — ¿Hasta dónde llegó Jesucristo por su entrega y pasión por el servicio y la salvación del hombre? — La respuesta la escribió el apóstol Pablo, diciendo: «Y hallado en la condición como hombre, se humilló á sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le ensalzó á lo sumo, y dióle un nombre que es sobre todo nombre.» Filipenses 2:8-9. — Jesús llegó hasta el trono de Dios por su humildad y obediencia, y á Él le fue dado el nombre de autoridad y poder sobre todo. Siendo Jesucristo un ejemplo supremo, debemos ir en pos de Él para imitarlo y obedecerlo. El lema fundamental del cristianismo es «Ser como Él es«. Todo Pastor debe ser Cristocéntrico en su ministerio eclesiástico.
Nadie, como Pastor al frente del rebaño de Cristo Jesús, puede establecer su propia manera de pastorear. El alimento de las ovejas es la palabra de Dios, y por ella las ovejas crecen y se multiplican. El Señorío de la iglesia le pertenece á Cristo Jesús y á ningún otro. El gobierno de Cristo Jesús se establece por medio de su palabra, y con ello no hay lugar para nadie que usurpe su lugar. Los pastores no tienen la última palabra, ni pueden regir dictatorialmente a los fieles. El apóstol Pablo le escribió á uno de sus pastores, diciendo: «Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello; pues haciendo esto, á ti mismo salvarás y á los que te oyeren.» -1 Timoteo 4:16. — Solo la doctrina de Cristo puede mantener y sostener á los hombres de Dios. También Pablo le escribe á otro Pastor y le dice: «Pero tú, habla lo que conviene á la sana doctrina.» -Tito 2:1. — La sana doctrina predicada corrige los deseos de dominio sobre los demás, y ubica el corazón en la humildad y la mansedumbre. Todo Pastor necesita oír la palabra de Dios por medio de otros pastores, para mantener su postura correcta en el ministerio. Los pastores deben ser modelo de vida ejemplar en conducta, en palabra, y en fe para su rebaño.
CONCLUSIONES
«Compra la verdad, y no la vendas; La sabiduría, la enseñanza, y la inteligencia.» -Proverbios 23:23.
El título de Pastor ha sido el más conocido por tener á cargo una congregación de creyentes en la fe de Jesucristo. Solamente el cargo con el título pastoral es ya una gran responsabilidad ostentarlo; cuánto más, el peso que conlleva representar al Señor de la obra. Si eres Pastor al frente de la obra que sea, no te sientas más ó menos importante que otros en el ministerio. Lo más importante en el ministerio es el llamado de Dios; y de parte del señalado, la fidelidad. No vale la pena arriesgar el ministerio por otros afanes é intereses. Si eres llamado al ministerio pastoral no le des lugar á la altives, y por ello pierdas el incentivo de servir. La altives en una persona con posición ministerial lo arrastra á la codicia de cosas ilícitas. Por el contrario, la virtud de la humildad mantiene á cualquiera con los pies sobre la tierra. El apóstol Pablo dijo: «Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto á los ángeles, metiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado en el sentido de su propia carne,…» -Colosenses 2:18. — Los Angeles se rebelaron contra Dios porque fueron llenos del engaño de la altivez. Querer ocupar espacios donde Dios aún no ha llamado á ocupar, es querer usurpar lugares que solo han estado en el corazón del altivo, y no en el corazón de Dios.
Muchos pastores han caído en el orgullo desmedido á causa de su posición, y esto los lleva á otros dolores. Un proverbio dice: «Si caiste, fué porque te enalteciste; y si mal pensaste, pon el dedo sobre la boca.» -Proverbios 30:32. — Las consecuencias de la altivez son caídas de golpe, mientras que la humildad la usa Dios para exaltar. Un solo pensamiento de superioridad basta para hablar grandezas egocéntricas. Ningún rasgo de valoración personal excesiva es buena en el ministerio pastoral. Los rasgos negativos centralizados en el «yo» personal, siempre serán nulos é infructuosos. La única manera de mantener la humildad es poniendo el pensamiento en Jesús, meditando en su entrega y pasión por amor á la verdad. La Biblia también dice: «Digo pues por la gracia que me es dada, á cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con templanza, conforme á la medida de la fe que Dios repartió á cada uno.» -Romanos 12:3. — Abate el orgullo con pensamientos en Dios, con actividades de servicio, y con oración constante. Dios te ha dado una medida de fe, úsala para servir y alcanzar el conocimiento de su voluntad en tu vida.
*Los versos bíblicos corresponden a la versión Reina Valera.
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