Debido a lo abstracto, y a veces subjetivo de la fe en posesión de algunas personas; es indispensable la revelación bíblica, para su aclaración y definición. Mucha gente, aún teniendo la Biblia, no han entendido los misterios de la fe. Esa es una de las razones de mayor riesgo en la deserción de muchos «cristianos» de las Iglesias cristianas. Algunos «cristianos» tienen ignorancia y conceptos equivocados de la fe, y eso los hace vivir realidades subjetivas que los engancha a los peligros de la desviación y la corrupción del evangelio de Jesucristo. Pablo escribió: «Por tanto, pues, les envía Dios operación de error, para que crean á la mentira; para que sean condenados todos los que no creyeron á la verdad, antes consintieron á la iniquidad.» -2 Tesalonicenses 2:11-12. — Dios ha dado la revelación de la fe del Evangelio de Jesucristo; y nadie, absolutamente nadie, tiene algún faltante, ó algo nuevo que agregar para completarlo. Dios no necesita ayuda para supuestamente corregir lo que le falta al Evangelio, quien lo diga, está bajo maldición. La consigna cristiana es creer a las promesas reveladas en las Escrituras Santas, y no consentir la mentira y la manipulación de la verdad. A continuación las otras cuatro categorías de la fe.
4- FE, COMÚN Y FAMILIAR
«Empero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme á lo que está escrito: Creí, por lo cual también hablé: nosotros también creemos, por lo cual también hablamos;…» -2 Corintios 4:13.
La Biblia en el Nuevo Testamento reúne y apodera á los que tienen la misma fe de redención en Jesús. La fe en Jesucristo es común y familiar entre los creyentes para animarse y fortalecerse. Él apóstol Pablo llama «espíritu de fe» a lo que se recibe para creerlo muy comúnmente por medio los escritos de la Biblia. La misma fe reúne y establece una iglesia, y por la fe se levanta una estructura espiritual de verdades y principios para conectar a los demás. Pablo dice: «…para ser juntamente consolado con vosotros por la común fe vuestra y juntamente mía.» -Romanos 1:12. — El vínculo de conexión de un grupo de personas es el Espíritu Santo por medio de una fe común. Esa fe común del Evangelio une, edifica, consuela, y establece la esperanza común como meta. Nadie debería predicar lo que no cree, porque quien cree lo que habla, debe ser valiente para sostenerlo hasta el final.
También Pablo dice: «A Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia, y paz de Dios Padre, y del Señor Jesucristo Salvador nuestro.» -Tito 1:4. — En la fe cristiana es común engendrar y discipular una descendencia para Dios. Nada es impositivo en la fe común del Evangelio, porque es una obra de engendramiento espiritual en el Señor Jesucristo. Otra parte de Las Escrituras dice: «Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros de la común salud, me ha sido necesario escribiros amonestándoos que contendáis eficazmente por la fe que ha sido una vez dada á los santos.» -Judas 1:3. — Aunque el apóstol Judas escribiera sobre una salvación común, no se desprende en nada de la fe que familiarmente ha corrido desde los tiempos de Jesús hasta el presente día. Puedes decir cualquier cosa; pero, nada tiene poder en ti, si no tienes fe en lo que dices. Si lo que crees, lo hablas con fe, eso es con-FE-sión de fe.
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5- FE, COMO CONOCIMIENTO DOCTRINAL
«Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles á que permaneciesen en la fe, y que es menester que por muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.» -Hechos 14:22.
A la estructura de enseñanzas que conforman la doctrina del Evangelio, se le llama «fe«. Es decir, á la forma de la sana doctrina establecida por los apóstoles, se le conoce con el nombre de «Fe cristiana«. El apóstol Pablo escribió: «Retén la forma de las sanas palabras que de mi oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús.» -2 Timoteo 1:13. — Es conocido también como el fundamento, según está escrito: «Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo;…» -Efesios 2:20. — La iglesia de Cristo es edificada en la «fe» de Jesucristo, y no significa solo creer en Él; sino creer en todo lo que proviene y converge con Él, como la doctrina de su Evangelio. El apóstol, lo expone así: «Si esto propusieres á los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, criado en las palabras de la fe y de la buena doctrina, la cual has alcanzado.» -1 Timoteo 4:6. — Palabras de fe y buena doctrina son los elementos de una edificación completa para todo creyente en Jesucristo.
La doctrina de Jesucristo es contraria á los elementos que retienen el sistema del modernismo. Cada vez hay desorden, cambios, y distanciamiento de la verdad en el mundo. Lo único que permanece incólume dentro de lo moderno de los sistemas cambiantes del mundo, es la palabra de verdad. Aunque algunos llamen obsoleto al Evangelio de Jesucristo, no por ello estará fuera de orden en la voluntad de Dios. Pablo escribió: «Y no os conforméis á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.» -Romanos 12:2. — Atacar el orden del conformismo es un proceso a la «fe» y la santidad en Dios. Si no nos amoldamos a la «fe» de Jesucristo, tomaremos la forma del mundo. Solamente los elementos de Dios traen una transformación espiritual á quienes se ajustan a la «fe» del Reino de Dios. La voluntad de Dios es una constante y permanente renovación de vida por medio de su palabra.
6- FE, COMO FRUTO DEL ESPÍRITU
«Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley.» –Gálatas 5:22-23.
La categoría de fe que sea, siempre es una parte integrada a la unidad de la fe viva, y que está enfocada y activada por el Dios de la Biblia. Toda categoría de fe necesita de los nutrientes divinos que la alimentan de salud y vida para fructificar. El Espíritu de Dios unido al espíritu humano genera vida y produce frutos dignos de esa relación é intimidad espiritual. El fruto del Espíritu es el Amor, y éste genera entre otros la fe en Dios. La fe como parte del Amor divino se evidencia en la calidad de vida y en la característica de dependencia plena en la gracia de Dios. La fe como parte del fruto del Espíritu, es el producto de la intimidad con Dios. El Espíritu hace una atracción mutua entre Jesús y el creyente, como el imán de dos polos atraídos al amor y á la amistad. Esta clase de fe se alimenta con la devoción y la rendición á Dios para que permanezca fresco y vigoroso. Para que sea parte del carácter cristiano, la fe del Espíritu está mancomunada al Amor ágape, como la fuerza central de la relación con Dios. La fe del espíritu en el cristiano, es también considerada la capacidad de ser «fiel» hasta el final, por medio del amor.
Toda cualidad espiritual en el carácter cristiano viene por medio del Espíritu Santo. Junto a las otras aristas del amor ágape, está la fe que brota por su conexión a la fuente del Espíritu de Dios. El apóstol Pedro dice: «Al cual, no habiendo visto, le amáis; en el cual creyendo, aunque al presente no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorificado;…» -1 Pedro 1:8. — La fe del Espíritu en el creyente se evidencia sin necesidad de fuerzas exteriores que lo impulsen. Al contrario, aún cuando todo fuera adverso, la fe está ahí sin esperar nada a cambio. Es decir, la fe del Espíritu no necesita evidencias externas que la enganchen á creer. No es una fe ciega, porque la fe es el producto de mirar con los ojos espirituales del Amor, lo que nadie más puede ver. Así como Rebeca fue llevada á amar por fe á quien no podía ver, así es llevado el cristiano á amar y esperar en las promesas de Dios. La diferencia de la fe como fruto del Espíritu con otras categorías de fe, está en la relación personal, y no en la posición ministerial.
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7- FE, COMO REGALO DEL ESPÍRITU
«A otro, fe por el mismo Espíritu, y á otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu;…» -1 Corintios 12:9.
Uno de los regalos de Dios entre otros, y que es otorgado por medio de su Espíritu, es llamado en la Biblia, «El don de fe«. La fe como un «don» está dentro de la categoría de operaciones del Espíritu. Dios usa estrategias divinas para operar a través de un instrumento humano sobre circunstancias naturales, con manifestaciones sobrenaturales del Espíritu Santo. Donde nada dentro de lo posible se puede hacer para mostrar la obra divina, Dios capacita con dones sobrenaturales a los que ya tienen fe en Él para usarlos. El don de fe es una capacidad sobrenatural del Espíritu para declarar lo que no se puede ver físicamente. Los dones del Espíritu Santo son como los sentidos físicos en el cuerpo, y sirven para experimentar las capacidades futuras del Reino de Cristo. Los dones del Espíritu Santo no son como esas capacidades fantasiosas de los visionarios de la ciencia ficción. La fe como un don del Espíritu es una realidad de la intervención divina en los terrenos de lo imposible.
Según dice el apóstol Pablo: «Mas todas estas cosas obra uno y el mismo Espíritu, repartiendo particularmente á cada uno como quiere.» -1 Corintios 12:11. — Ninguno de los dones, incluyendo «el don de fe«; es manejado a capricho humano. Lo que es del Espíritu directamente, no puede ser manipulado por nadie. Los falsos espíritus y el ser humano pueden imitar, simular, y hasta distorsionar lo que supuestamente es del Espíritu de Dios. Sin embargo, Dios da capacidades especiales a los que Él quiere, para desenmascarar las obras de maldad. Lo que es de Dios en el don de fe se evidencia y se cumple sin fallar, aunque hallan obstáculos que traten de impedirlo.
CONCLUSIONES:
«Mas el que hace diferencia, si comiere, es condenado, porque no comió por fe: y todo lo que no es de fe, es pecado.» -Romanos 14:23.
El elemento más importante de un cristiano es la fe, aplicándola en lo que vive, diga, pida, o haga. No se puede decir algo, y esperar que suceda solo por decirlo. Puedes pedir cualquier cosa a Dios en oración; pero, no se trata solo de orar y pedir, como si las cosas fueran a suceder solamente por eso. La fe hace mover el corazón de Dios, y la mano de Dios hace mover lo físico como una evidencia de su poder asombroso. Por miedo a fallar, pierdes las oportunidades de aprender y experimentar que Dios está contigo. Toma la fe, cree en Dios, y experimenta su poder. Por miedo a equivocarte en lo incorrecto, el miedo te equivoca á no hacer lo correcto. Vence el miedo con la fe y atrévete a hacer lo que te has propuesto; y Dios te confirmará lo que está ó no de acuerdo a su voluntad.
El apóstol dijo: «El pecado, pues, está en aquel que sabe hacer lo bueno, y no lo hace.» -Santiago 4:17. — Hacer lo que es debido no siempre está dentro del manual de lo permitido. Todas las cosas son manejadas por medio de decisiones de obediencia ó desobediencia. Si la decisión es no, nunca se sabrá si fue oportuna ó no la decisión tomada. A veces está incorrecto no hacer, lo que se cree que es incorrecto hacer. La fe obra de las dos maneras, ya sea para recibir lo bueno, como para recibir lo malo. Si lo que crees lo confiesas lo recibirás, sea bueno o sea malo. La fe es una ley que rige el comportamiento humano. Siempre y cuando sea producto del pecado lo que una persona haga, no será una obra de fe, sino una obra de la carne.
*Los versos bíblicos corresponden a la versión Reina Valera.
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