
La raza humana pertenece al mundo animal. Esto lo aprendimos en las escuelas latinoamericanas en las clases de Ciencias Naturales. El ser humano es de sangre y huesos, al igual que los animales con los que cohabita en este globo terráqueo. La diferencia está en la inteligencia humana, versus el instinto animal. El instinto de los animales está en sus genes, y se les considera inteligentes, solo cuando el hombre los domina y los entrena. Así también el ser humano en su inteligencia desarrolla instintos y se auto enseña, para moderar y dominar sus impulsos naturales. El ser humano en su inteligencia, ayuda proveyendo cuidado y protección a los animales que son inferiores a él. No así los animales, porque ellos temen al ser humano; y por su instinto de supervivencia, ellos atacan a los hombres. No se trata de convencer al ser humano de que es un animal. Se trata de que vea su propia dignidad y autoestima. El ser humano tiene un potencial más elevado que alcanzar. Hay un declive en la sociedad humana, y están despuntando los ataques para destruir sus propios valores.
Vivimos en un punto de inflexión en la historia, y las acciones personales decidirán si la sociedad sigue desviándose hacia una nueva era, que podría ser oscura. Son los ideales que apreciamos, y el conjunto de valores los que están en juego. La decadencia cultural que se ve alrededor no es casual, sino que ha sido causada por el mismo ser humano. Es importante entender que las malas y las buenas acciones no suceden por casualidad. A menos que uno lo entienda; entonces, podrá defenderse; en la sociedad que sea, con eficacia. Al hablar de religión, lo hablaré en un sentido general respecto a los principios y valores que son una elección por tradición o convicción. Yo se que algunos llaman a los religiosos fanáticos, radicales, extremistas, moralistas, y ortodoxos. Por lo tanto, hay que tomar en cuenta lo siguiente: Hablar de la sociedad, la cultura, y la comunidad no es hacer política. Como individuos, somos parte de la sociedad.
LA RELIGIÓN
La religión se puede definir como la creencia de seres espirituales en seres espirituales. En términos más generales, la religión es un sistema de creencias y prácticas; mediante las cuales, un grupo de personas luchan con traer solución a los problemas de la vida humana. La cualidad de ser religioso implica dos cosas: Primero; la creencia de que el mal, el dolor, el desconcierto, y la injusticia; son hechos fundamentales de la existencia. Segundo; un conjunto de prácticas y creencias hacia una mejor calidad de vida espiritual, y todas ellas están relacionadas con la expresión de las convicciones. Por las cuales, el hombre puede ser salvado de los hechos de maldad. El ser humano es un alma viviente, tal y como sucedió con Adán, cuando Dios sopló sobre su cuerpo, para darle un aliento de vida (Génesis 2:7). Un ser humano no es solo carne y huesos. Los descendientes de Adán se le categorizan como entes espirituales, porque tienen cuerpo, alma y espíritu (1 Tesalonicenses 5:23). El ser humano es un ser con necesidad de interacción social. La sociedad humana es como un castillo de arena en la playa, incapaz de defenderse de las olas del mar. La olas amenazantes del mundo como un mar, no dejan de llegar a las orillas de la sociedad para destruir cualquier edificación religiosa. El ser humano en su conciencia sabe que hay un «más allá» que aspirar. Negar eso a la inteligencia y al raciocinio, es hacer de una persona, un esclavo de un mundo materialista y sin esperanza después de la muerte.
Toda persona tiene que saber lo que es en sí mismo, como un ser espiritual. Dentro de la fe en un Dios Creador, el hombre es capaz de elegir y tener el derecho de escoger con libertad, y aspirar a una mayor sabiduría que lo catapultará a un camino más elevado. Detrás de todos los ataques en contra de la religión organizada, ha habido un objetivo más allá de la retórica. Los ataques van dirigidos a la espiritualidad, queriendo anular la naturaleza básica del alma, el respeto propio, y la paz mental. Ha habido una propaganda humana con influencia de la oscuridad infernal, para que las personas ya no crean que tienen una naturaleza espiritual. Queda claro que el punto de ataque más crítico en una cultura, es su experiencia religiosa, independientemente si es bíblica y ortodoxa. Si logran destruir o socavar las instituciones religiosas, entonces todo el tejido de la sociedad puede ser rápidamente subvertido o trastornado. Tales ataques contra la religión van en contra de las aspiraciones tradicionales del hombre hacia la realización espiritual, y una forma de vida con responsabilidad en su ética. El hombre pensante ha mantenido su propia espiritualidad, y ha considerado que la sabiduría suprema es la iluminación espiritual. La religión es casi siempre el primer sentido primordial en la sociedad. Quitarle al ser humano el sentido religioso en comunidad, es destruir su verdadera confianza, y la integridad de su carácter social.
LA RELIGIÓN Y LA CIENCIA
Una de las tretas del juego en la decadencia social, ha sido atacar a la religión como un movimiento que nada tiene que ver con la ciencia. Durante muchos años, la religión ha sido acosada por un ataque implacable de grupos sociales liberales. Han dado por hecho que la religión es el «opio del pueblo», que la religión no es científica, que es intrascendente, arcaica, obsoleta, y una mera ilusión. Sin embargo, la ciencia misma, solo es una simple herramienta por la cual el universo físico puede controlarse mejor. La ironía es, que la ciencia misma puede convertirse en una religión. Las actividades científicas pueden ser tan fanáticas como las prácticas religiosas. Los grupos y corporaciones científicas, también pueden ser monopolios religiosos de la misma «ciencia ortodoxa».
El concepto del científico Einstein; sobre el espacio y el tiempo, pueden convertirse en una escritura sagrada para algunos. La historia cuenta que también los escritos del filósofo Aristóteles, se convirtieron en dogmas por la ortodoxia, para aplastar cualquier idea nueva en la Edad Media. Sin embargo, la ironía de Albert Einstein al final de sus días, fue que él mismo fue considerado como un rebelde, y se le negó la admisión en las sociedades eruditas. La ciencia en sí misma se puede convertir en una nueva fe, y una nueva y moderna forma de superar la ansiedad, al explicar las cosas por medio de sus experimentos, para que no haya temor de Dios o del más allá.

Cuando una sociedad afirma tener el dominio sobre el campo de la naturaleza humana; por medio de la ciencia, no lo podrán demostrar con resultados. Ninguna sociedad puede comprobar que aumenta la moralidad en las personas, por medio de la ciencia. Al contrario, la tasa de suicidios es más alta, y prefieren el uso de la fuerza sobre sus ciudadanos. Bajo la tutela de la ciencia, la tasa de criminalidad y las fuerzas antisociales han aumentado. Luego, las sociedades del primer mundo, han tenido un incremento en el número de policías; sin que haya una disminución posterior de la aberración moral. Una sociedad se condena más, por sus ataques contra cualquiera que busque respuestas bajo las influencias civilizadoras de la religión. Se puede asegurar, que la ciencia y la religión no son opuestas (dicotomía).
La ciencia misma ha sido tomada de los estudios religiosos más antiguos. Por eso se dice, que la Biblia descubre la ciencia, y la ciencia confirma la Biblia. Las fallas de la ciencia son atestiguadas por la falta de resultados en el campo de la naturaleza humana. Esta comprobado que la ciencia no puede cambiar al ser humano, y que éste solo tiende a degradarse. Por ejemplo: La falta de asistencia a la iglesia, en los Estados Unidos; coincidió con un aumento en la pornografía, en un mayor grado de inmoralidad, en la decadencia del matrimonio, en la delincuencia, y en la violencia intrafamiliar. Esto se debe en mayor parte, a la apatía en la práctica cristiana de la oración y la lectura de la Biblia. La causa en la decadencia moral del Norte de América, tiene que ver con el desapego y rechazo a la fe, como el fundamento de la iglesia cristiana.
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LA RELIGION Y EL MATERIALISMO
La sociedad está siendo atacada por dentro y por fuera, por fuerzas hostiles del mal. De tal manera, que no sea capaz de sobrevivir durante cierta cantidad de años. Mire a su alrededor, lea, y escuche lo que gritan todos los días los medios de comunicación; y encontrará innumerables ejemplos del caos social en este mundo. El nuevo pensamiento radical de que el hombre es un animal sin naturaleza espiritual, tiene un nombre y se llama: «materialismo totalitario». El materialismo es la doctrina filosófica de que «solo la materia importa». Los pensadores de esta nueva corriente; están tratando de vender la idea de que las personas realmente, son solo una masa interior. Ellos dicen que cada persona debe cohesionar con la masa; y luego, protegerse por la misma masa.
Cuando una cultura se ha alejado totalmente de la búsqueda espiritual, y se vuelve en dirección al materialismo, es ahí cuando el creyente en Jesús debe demostrar que es un alma, y no un animal materializado. Cada individuo, al darse cuenta de su propia naturaleza religiosa, debe volver a tomar conciencia de Dios; solo así, desearán ser ellos mismos. Los puntos materiales de ataque en una sociedad son las finanzas, las comunicaciones, la tecnología, y la negación de los recursos. Esta es una posición filosófica que ha sido útil para los gobiernos militaristas y totalitarios. Las sociedades han sufrido sin poder defenderse de corrientes políticas que dominan sus mentes y sus ambiciones. Todavía hay defensores de esos movimientos que desean justificar sus atrocidades y la subyugación de las poblaciones.
1- ESTUPEFACIENTES
Según la cultura social materialista, la medicina, la siquiatría, y la sicología; son ramas de la ciencia que pueden «resolver» todos los problemas de la «naturaleza humana». Los líderes comunitarios, simplemente creen que al incluir estupefacientes en la clasificación de la naturaleza material humana (cuerpo, cerebro, fuerza); ya están contribuyendo al bienestar del hombre. A medida que insisten políticamente en el monopolio farmacéutico, utilizan millones en propaganda social y política, para hacer cumplir su agenda empresarial. La ambición materialista llega a excluir la búsqueda real de las respuestas verdaderas a las necesidades espirituales de la naturaleza humana.
2- ESTRATOS SOCIALES
La raza humana, siendo superior e inteligente, se asocia o se divide dentro de su propia sociedad. Los mismos seres humanos se dividen por categorías de raza, género, edad, inteligencia, habilidades o incapacidades; y discrimina así, a sus semejantes. Los estratos sociales están muy marcados en las comunidades modernas. La sociedad evoluciona en la ciencia; pero involuciona en la moralidad. El ser humano desvía su inteligencia por vanidad, orgullo, dominio, y superioridad; con tal de someter a los más débiles bajo su poder.

El ser humano tiene un sentido de sociedad, como característica única de los de su especie. Tal sentido de comunidad llega a ocurrir, por razones de experiencia y relación mutua con otros en su entorno. Ya que he mencionado la religión, debo poner fundamentos bíblicos para darme a entender. La Biblia menciona la religión, con la palabra «Threskeia» (θρησκεία); cuyo significado se asocia con la disciplina en las prácticas sociales de adoración, y la observancia de ceremonias, y tradiciones (Hechos 25:19; 26:5). Habiendo el apóstol Pablo mencionado la religión, comprendo que él fue uno de esos servidores que crearon influencia para transformar las sociedades.
Sin embargo la definición de religión, la define otro apóstol más práctico, diciendo: «Si alguien parece ser religioso y no refrena su lengua, sino que engaña a su corazón, la religión del tal es vana. La religión pura e incontaminada delante de Dios y Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en su aflicción, y guardarse sin mancha del mundo.» -Santiago 1:26-27. — La religión se resume en obras y santidad. Secularmente se dice, que las grandes fuerzas civilizadoras religiosas del pasado (el budismo, el judaísmo, y el cristianismo), han enfatizado la diferencia del bien y del mal, y los valores éticos superiores.
LA RELIGIÓN Y EL LIDERAZGO
Por supuesto, que hay fallas en cualquier sociedad, por muy civilizada que parezca. Y esto implica que con buena voluntad se puede hacer algo por mejorarla. Por lo tanto, cada persona saludable; física, moral, y espiritualmente hablando; debiera buscar el compromiso de decir: Yo podré, lo haré, y lo lograré. Si alguno no le gusta el crimen, la crueldad, la injusticia, y la violencia en la sociedad donde vive; puede hacer algo al respecto. Cada persona en una condición cristiana saludable, puede convertirse en un ministro de fe y esperanza, para participar en la ayuda de la evangelización. Se puede contribuir en hacer conciencia, crear un ambiente amable, influenciar con el amor de Dios, y predicar la libertad cristiana con la experiencia. El servicio voluntario se puede tomar como un trabajo de amor; inculcando la confianza, la decencia, la honestidad, y la tolerancia. Los objetivos principales del ataque social dentro de la misma sociedad, es para que la religión decaiga; y esto incluye: El potencial de los líderes, y la autoestima e integridad de los miembros en las asambleas cristianas.
Un ministerio con voluntad inquebrantable para ayudar a las personas en la sociedad, cumple con la definición de la religión verdadera, en medio de este mundo cada vez más cínico y sin esperanza. Por lo tanto, un servidor del evangelio, es una persona que ayuda a su prójimo de manera voluntaria, para restaurar el propósito, la verdad y los valores espirituales en la vida de los demás. Un servidor voluntario no cierra los ojos ante el dolor, el mal, y la injusticia en la existencia de los demás. Antes bien, alguien que sirve con voluntad y disposición, estará entrenado para manejar su influencia, y así ayudar a otros a obtener alivio en sus problemas, y también para influir compartiendo nuevas fuerzas a su prójimo. — ¿Cómo podrá un evangelizador poner su contribución a la sociedad? — Con el compromiso de cambio a través del mensaje del evangelio, las condiciones para una mejor vida para él, su familia, su iglesia, sus amigos, y la humanidad en general. Al disponerse a servir con los valores espirituales, logrará un nuevo amanecer para muchas personas.
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EL EVANGELIO UN PROPÓSITO NUEVO EN LA SOCIEDAD
Ahora bien, yo quiero cambiar el término religión, por «El Evangelio de Jesucristo». Jesús trajo un evangelio que cambia las perspectivas sociales del egocentrismo, la rebelión, y la altivez social. Jesús presentó una nueva proyección de igualdad, humildad, y arrepentimiento. Dios como el Creador, ha sido puesto en el centro, para que toda la actividad social, moral, y ética; giren alrededor de Él, por medio del evangelio. Esta es una de las razones por la cual se le llama a Jesús «revolucionario». Jesús fue un líder de integridad pura, de una verdad sin tapujos, y de una misión de transformación individual; para cambiar las vidas de los miembros de la sociedad.
Jesús dijo: «Fuego vine a echar en la tierra — ¿Y qué quiero, si ya se ha encendido? — De un bautismo tengo que ser bautizado; y… — ¡Cómo me angustio hasta que se cumpla! — ¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? — Os digo: No, sino disensión.» -Lucas 12:49-51. — El evangelio disiente en la sociedad con sus prácticas de maldad, injusticia, e inmoralidad. Es por eso que siempre habrá oposición y resistencia por ambas partes. Para impactar a la sociedad que se había acomodado con la religión nominal; Jesús no necesitó de armas, de agendas políticas, de organizaciones, y de estrategias millonarias de publicidad. Jesús fue muy categórico en su misión, sin titubear. El evangelio es muy necesario en la sociedad; por lo tanto, se debe y se necesita predicar como las «Buenas Nuevas de Salvación».
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MANDAMIENTOS SOCIALES DEL EVANGELIO
Si queremos ajustar el cristianismo a la sociedad actual, hay que tomar en cuenta los mandamientos del Maestro Jesús, comenzando con sus seguidores. Jesús trajo un mensaje muy claro respecto a la sociedad, y como debieran conducirse sus seguidores. Habló de la religión y la doble moral de sus líderes, de los religiosos y su contraproducente estilo austero de vida, del cumplimiento con los impuestos, de la aplicación justa de las leyes, etc. Jesús dio las pautas de un evangelio que se apoya más en los hechos, que en la teoría.
LAS RIQUEZAS
«Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá al uno y amará al otro, o se dedicará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.» -Mateo 6:24.
Cuando la sociedad se enfoca en la vida con un sentido materialista, se desenfoca de su verdadera necesidad espiritual. Jesús estableció un principio inalienable respecto al verdadero sentido de la vida, «servir». El ser humano se hace esclavo al servicio de aquello que lo domina. No hay nadie que esté libre de la esclavitud de lo que escoge; sea para bien, o para mal. No hay ninguna relación entre Dios y la abundancia de lo material que se posea (Lucas 12:15 y 14:33). El hombre necesita vivir; y para vivir, necesita trabajar. El trabajo puede traer riqueza material a manos llenas; pero, eso no sacia el alma. Lo material enriquece y entontece, para lo material; no obstante, lo espiritual enriquece de Dios para lo eterno (Lucas 12:21). Jesús enseñó que donde está el tesoro, ahí estará el corazón (Lucas 12:34). Jesús enseñó el principio de buscar lo que no se ve, y Dios se encargará de proveer lo que se ve (Mateo 6:33).
LA POBREZA
«Porque siempre tenéis a los pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis.» -Mateo 26:11. —
La pobreza ha sido una realidad en todas las sociedades. Erradicar la pobreza ha sido muy difícil en cada sociedad, porque tiene raíces muy profundas en el carácter y en la actitud individual de las personas. La prioridad del evangelio no está en alcanzar a los pobres con lo material. Aunque lo material puede aliviar temporalmente a las personas, ésta no es la causa del evangelio. Jesús trató más con la pobreza espiritual, dándole más importancia a la riqueza que se puede alcanzar con el corazón; que a la riqueza material pasajera. Jesús utilizó enseñanzas con referencias a la pobreza, para enfatizar y alcanzar un valor espiritual más elevado de la vida; en el más allá, que la preocupación temporal de vida sobre la tierra (Mateo 5:3; Lucas 4:18 y 16:19-31). Un principio en el evangelio dice que la avaricia; o el amor a la riqueza, es idolatría (Colosenses 3:5 y 1 Timoteo 6:10).
EL MANDAMIENTO SOCIAL
«De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.» -Mateo 22:40.
Jesús tenía tiempo para hablar de los mandamientos de las leyes de Moisés; sin embargo, lo redujo todo a una simple frase de amor a Dios y amor al prójimo. En una sociedad egoísta y apática a las necesidades de los demás, hace falta las manifestaciones de amor. Manifestar el amor, no trata de simples expresiones, aunque éstas pueden ayudar. Para mostrar amor se necesita algo más profundo que requiere decisión, voluntad, renunciación, y humildad. Jesús puso el ejemplo denominado «El buen Samaritano», para hablar del amor al prójimo en sociedad (Lucas 10:25-37).
El amor no es una fórmula, ni un método, ni una estrategia de alivio social. El amor al prójimo, se desprende del amor a Dios. El amor al prójimo es algo intrínseco que debe nacer por una determinación del corazón. Yo veo que todos como sociedad, vamos por el mismo camino. No importa la raza, el idioma, el nivel social, y la apariencia física; todos vamos por el mismo camino, expuestos a la mala intención de otros. Si tenemos conciencia social, ayudaremos al que cayó en desgracia, considerando que pudimos ser nosotros las víctimas. Jesus fue más allá en el mandamiento del amor, porque pidió amar aún a los enemigos (Mateo 5:43-44).
IGLESIA Y SOCIEDAD
Este tema es amplio en el evangelio, porque trata de la vida terrenal y la relación de los seres humanos semejantes en todo. Las cartas apostólicas ubican a la iglesia en un orden social de cabeza y no de cola. La iglesia es punta de lanza en la relación social ante un mundo cruel y despiadado. Algunos de los temas prácticos, son:
1. Una relación social pura y honesta; pero, celosa en la práctica de los valores de la fe (1 Corintios 5:9-13).
2. Una consideración social, de que ante los ojos de Dios no hay discriminación (Gálatas 3:28).
3. Una actividad social de hospitalidad, de misericordia, de fidelidad conyugal, y de contentamiento en las posesiones (Hebreos 13:1-5).
4. Una práctica del bien, de compartir, de sujeción, y de una buena conciencia social (Hebreos 13:16-18).
5. Una buena y sabia conducta, sin celos y contiendas, sin jactancias y mentiras, y sin desorden y prácticas perversas (Santiago 3:13-16).
6. Una vida fuera de pleitos, codicia, y envidias (Santiago 4:1-3).
El apóstol Santiago toca uno de los temas más sensibles dentro de la sociedad, referente a los ricos y la injusticia social. Quizá la carta de Santiago sea de las únicas advertencias apostólicas claras y directas referentes a la represión, la opresión, la explotación, y a las riquezas mal habidas en la sociedad (Santiago 5:1-6).
CONCLUSIONES
Estoy seguro que más de alguno; habiendo leído este artículo, ha de haber pensado, que la religión es infructuosa. Sin embargo, mi intento es probar que son más sus beneficios, que sus perjuicios. Y es que la religión también ha sido atacada como rudimentaria y fuera de lugar en el tiempo presente. Demasiado estudio de las culturas poco desarrolladas en el pasado; puede llevar a creer que la religión es primitiva, ya que fue tan dominante en las sociedades antiguas. Tanto así, que las culturas «modernas» creen que pueden prescindir de la religión. Si una sociedad ha carecido de las habilidades sociales enfatizadas en la Biblia; en ningún momento, su práctica religiosa parecerá tan necesaria como una fuerza civilizadora para ella.
Es difícil luchar ante la presencia de fuerzas tan pesadas y enormes, en el poder de las manos de humanas. Cuando la religión no es influyente en una sociedad o ha dejado de serlo, el estado hereda toda la carga de la moral pública, el crimen y la intolerancia. Entonces debe usar leyes más fuertes, y castigos más severos. Sin embargo, cuando la moralidad, la integridad, y el respeto propio; no son inherentes al individuo, no se pueden imponer con gran éxito. Solamente y mediante una conciencia espiritual y la inculcación de los valores con los atributos éticos y morales, podrá suceder un cambio en la sociedad.
Pablo dijo: «Porque no me avergüenzo del evangelio; pues es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al judío primero y también al griego.» -Romanos 1:16. — Debe haber más razón y más motivación emocional para ser moral, más que la amenaza de la disciplina humana. Es aquí donde entra el evangelio de Cristo. Pablo menciona dos sociedades que fueron influyentes en la antigüedad. La sociedad judía con la religión, y la sociedad griega con las ciencias. Sin embargo, Pablo sabía que el evangelio no se detiene, ni se intimida ante la sociedad que sea. El evangelio es la fuente del poder divino, para lograr cambios sustanciales en cada generación en sociedad.
*Los versos bíblicos corresponden á la versión Reina Valera.
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