PROPÓSITO DE PROPÓSITOS

De acuerdo a la palabra griega original; “propósito”, tiene el siguiente sonido en el idioma castellano: “Proth’-es-is” (πρόθεσις), según el diccionario Strong’s número G4286. Algunas definiciones de la palabra “propósito”, están relacionadas con las “muestras” de cosas colocadas en lugares específicos para ser vistas y apreciadas por todos. Estas cosas se colocan y se sustituyen por cierto tiempo, por otras similares o distintas a la vez. Las cosas son expuestas para ser observadas por muchas razones de propósitos previamente concebidos. Un ejemplo muy claro, son los “Panes de la Proposición”, colocados en orden de dos hileras, de seis panes cada hilera. Eran panes de trigo debidamente horneadas y colocadas sobre una mesa dentro del santuario, a la entrada del Tabernáculo de Moisés. Éstos eran “Panes de Propósito” y representaban la ofrenda constante de las doce tribus de Israel, y que Sábado a Sábado se cambiaban. Ésta fue una orden sacerdotal para establecer un propósito divino por generaciones en Israel.

Hay muchas más acepciones del término: “propósito”, que abren más nuestro entendimiento para ver su significado correcto, dentro de la práctica de la vida cristiana. La palabra “propósito” del griego “Prótesis”, regular y comúnmente significa: “Colocación o sustitución de un miembro del cuerpo que reproduzca más o menos, o exactamente la función que le corresponde.” A la falta de propósitos, Dios revela, promueve, y añade más propósitos a quienes los deseen, los busquen, y los apliquen. Siempre hay más de un propósito designado para cada circunstancia terrenal dentro de los propósitos de Dios. Una parte o miembro similar del cuerpo, y colocado donde no hace falta; estaría fuera de hacer, reproducir o continuar la función correspondiente del miembro original. Una prótesis sería inútil, si no cumple las funciones adecuadas. De igual manera, un propósito sería en vano, si no llegara a cumplir la razón de su propuesta. De aquí mis pensamientos del porqué entender lo que es el propósito de Dios, por encima de todos los demás propósitos.

PROPÓSITO DIVINO

Un propósito divino definido, objetivo, y personal; es distinto, porque no aplica, ni sustituye el propósito original ya establecido. Es decir, Dios no contradice, ni cambia, ni manipula nada de lo que ya fue predispuesto por Él. Así como una prótesis no es necesaria sobre un miembro sano y en actividad, un propósito de Dios circunstancial; no desvirtúa, ni distorsiona, ni desvía el propósito original de sus planes. Muchas cosas circunstanciales serán dirigidas y controladas por Dios hacia el firme propósito designado para cada uno de sus hijos. La Biblia dice: “Y sabemos que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados.” -Romanos 8:28*. — Fuimos creados para una función específica dentro de un propósito único y planificado desde antes de que sucedan los hechos. Cada creyente está hecho de fábrica a propósito y para propósitos. De acuerdo al designio divino cada creyente llegará a hacer las obras que están marcadas con propósito para él. El apóstol Pablo dice: “Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para hacer las buenas obras que Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” -Efesios 2:10. — Es decir, los hechos vienen a cumplir una función de propósito, para que cada uno encuentre su propósito en los hechos. Dicho de otro modo: El designio de Dios sobre las cosas que nos toca hacer, sirven para darnos propósitos para las cosas que ya están establecidas. El apóstol Pablo personal y voluntariamente quería alcanzar su propósito, y lo logró. Los propósitos humanos están establecidos; y cuando éstos son obstaculizados, y hasta parecieran ser inalcanzables en las cosas más allá de sus límites; entonces, entran los propósitos de Dios.

El propósito de Dios no puede fallar, porque asegura cada proceso con el fin de que cada una de las personas puedan alcanzar sus propósitos. El apóstol Pablo dijo: “No que ya haya alcanzado, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si alcanzo aquello para lo cual fuí también alcanzado de Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no hago cuenta de haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago, olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome á lo que está delante, prosigo al blanco, al premio de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os revelará Dios. Empero en aquello á que hemos llegado, vamos por la misma regla, sintamos una misma cosa.” -Filipenses 3:12-16. — El fin de la vida para todo ser humano está en la muerte. Sin embargo, para el creyente en la fe de Jesús, el fin de la existencia terrenal está en morir; y el comienzo de la nueva vida está en la resurrección de entre los muertos. En lo espiritual es similar, el creyente estaba muerto y Jesús le dio vida en una resurrección de fe. Por lo tanto, el propósito de vida ya fue establecido en la muerte de Jesús; y con Él, todos los beneficios de la nueva vida en su resurrección. Yo también estuve muerto; pero, ahora vivo por Jesús; porque Él vive, yo también vivo, y por Él viviré eternamente con Él. El propósito de Dios es perfecto en su meta de galardones. El propósito humano debe ser alcanzar la meta del propósito divino. Los procesos externos del mundo generan procesos internos en cada creyente. Los procesos en acción en la vida de cada creyente; delatan y desarrollan decisión, enfoque, fuerza, determinación, perseverancia, y la esperanza de sus propósitos.

PROPÓSITOS HUMANOS

Los propósitos humanos dentro de los propósitos de Dios, son los que llenarán los requisitos para hacer y estar en la voluntad de Dios. Al creyente le corresponde el propósito de buscar como prioridad el reino de Dios; y a Dios le corresponde añadir con propósito lo que falta, según sus riquezas en gloria (Mateo 6:33 y Filipenses 4:19). Al creyente le corresponde el propósito de congregarse; y a Dios le corresponde, el propósito de estar presente y manifestarse entre ellos (Salmo 133:1 y Hebreos 10:25). Lo siguiente, es una breve explicación de las declaraciones personales del apóstol Pablo respecto a sus propósitos:

1- “…prosigo, por ver si alcanzo…” — El propósito de perseverancia hace caminar la fe hacia lo desconocido y nunca antes visto; pero, seguro. La verdadera perseverancia es aquella que se enfoca en el avance. Estancarse o retroceder no encajan, ni se ajustan a la perseverancia. La perseverancia en la fe se auto estimula en la continuidad de las cosas que se enfocan para ser alcanzadas. El acto de proseguir se inicia por la fe y se afirma con la esperanza. La prueba de la fe será más difícil, si no hay esperanza de ver y alcanzar lo propuesto en la perseverancia.

2- “…olvidando… lo que queda atrás…” — Cuando viajas en un vehículo de transporte terrestre, a una velocidad considerada; y tu mirada se divisa sobre el panorama exterior, no será fácil mirar hacia atrás. La velocidad del transporte terrestre no le permite a nadie ver hacia atrás con facilidad; sino hacia adelante. El creyente debe proseguir en el transporte de la fe, sin mirar atrás; al contrario, su mirada debe ser hacia adelante. Ver hacia atrás es retroceder al pasado, quitando la mirada hacia el futuro. El tiempo que se ocupe en las cosas pasadas será una pérdida irreparable para el futuro. Si ya tienes fe, propón seguir con propósitos de ver y alcanzar la meta propuesta hacia adelante, y sin mirar atrás.

3- “…extendiéndome a lo que está delante,…” — Sin la ayuda de la fe es imposible extenderse a los espacios que están por delante. Solamente la fe tiene la capacidad de extenderse más allá de lo que ven los ojos, y lo que pueda percibir la razón. Si el enfoque es específico en su propósito, así será lo que se alcance con perseverancia. La fe con propósitos amplía los espacios; y afirma las cosas que vendrán a ser realidad. Los espacios se abren en la medida en que se avance y se extienda la fe. Además, en la perspectiva de la fe, las cosas se van separando; abriendo más y más espacios para lo que viene.

4- “…prosigo al blanco,…” — La meta de los propósitos en fe tienen que estar enfocados en las promesas de Dios. Un propósito divino debe ser declarado por las promesas escritas en la Palabra de Dios. El enfoque, la razón, y la meta final de la perseverancia es la fe, para proseguir y alcanzar el premio más elevado del llamado. Cruzar la línea de la vida terrenal, y llegar a la resurrección para la vida eterna, debe ser el propósito de vida y perseverancia. Los propósitos de fe deben ser como las flechas que al ser tiradas por un diestro, siempre darán en el blanco (Jeremías 50:9). La perseverancia es una virtud de propósitos con grandes ganancias.

PROPÓSITOS GENERAN PROPÓSITOS

Aunque no se mencione repetidamente la palabra propósito en cada historia bíblica, eso no significa que pase desapercibida la acción soberana de la voluntad de Dios.

El propósito divino se fundamenta en el carácter y los atributos inquebrantables y eternos del Creador de todas las cosas. El propósito de Dios no es una motivación ilusoria, ni se deriva de la emoción de las masas. Otro ejemplo de propósitos humanos bajo los propósitos divinos, se dicen en una plegaria de creyentes unidos: “Porque verdaderamente se juntaron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, al cual ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los Gentiles y los pueblos de Israel, para hacer lo que tu mano y tu consejo habían antes determinado que había de ser hecho. Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y da á tus siervos que con toda confianza hablen tu palabra; que extiendas tu mano á que sanidades, y milagros, y prodigios sean hechos por el nombre de tu santo Hijo Jesús. Y como hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaron la palabra de Dios con confianza.” -Hechos 4:27-31. — Cuando nuestros propósitos se ajustan a los propósitos divinos, éstos glorifican el propósito eterno de Dios. El propósito de Dios es salvar, y el propósito del hombre es predicar la salvación.

Los “Para‘s…” de Dios, cumplen un propósito más allá de la comprensión humana (Mateo 9:6; Marcos 2:10; Juan 11:4 y 14:13). Para que el hombre entienda un propósito divino, e incomprensible a sus razonamientos, Dios interviene con un propósito a la vista de sus ojos. Es bíblico llamar a la gente a que reciban sanidad, milagros, y provisiones sobrenaturales, para que se cumplan los propósitos del ministerio. Antes de ver a los instrumentos como grandes y espectaculares, la gente tiene que ver los propósitos de Dios que engrandecen su sabiduría y su gracia sobre todo. Un instrumento cualquiera que sea, siempre será útil para aquello para lo cual fue hecho. No puedes pedir un propósito divino sobrehumano, cuando aún no has usado el propósito para lo cual fuiste hecho, que es creer y predicar (Hechos 16:31). La Biblia dice: “Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados (dice al paralítico): A ti digo, levántate, toma tu lecho, y vete á tu casa.” -Lucas 5:24. — Aquí vemos a unos incrédulos, a un hombre como el medio del milagro, y a Jesús como el instrumento para hacer cumplir un propósito divino que beneficiaría la fe de los que verían el milagro, — ¡Disfrute y goce, viendo y leyendo lo que Dios revela! — El propósito de Dios es la fuerza exterior que impulsa la debilidad humana para creer y realizar lo imposible.

CONCLUSIONES

El propósito de Dios fue siempre hacer volver el corazón de Israel hacia Él. Elías y todos los profetas sólo fueron instrumentos para lograrlo. Cuando Elías hizo lo suyo; Dios intervino con sus manifestaciones para lograr su propósito. Elías enfrentó la corrupción de la incredulidad de Israel, y provocó a Dios para que superara la oposición con sus milagros. Cuando Elías estuvo débil, Dios le fortaleció con el pan del cielo. El propósito de Dios se cumple con lo sobrenatural, para que el hombre pueda continuar con sus propios propósitos. Dios cumple su propósito dando la oportunidad que el hombre cumpla los suyos. Elías erró en su propósito huyendo del desafío, cuando su propósito era encarar los problemas. Sin embargo, Dios no depuso su propósito sobre Elías, hasta darle más oportunidades, y aunque esto significara más milagros en el proceso. Dios no tiene cuevas de encierro en sus propósitos; pero, si alguno cayera en el error de esconderse, Dios usará otros medios con propósitos de liberación.

Jesús dijo que los milagros servían para que los que incrédulos creyeran. Está escrito: “Y oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, mas por gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.” -Juan 11:4. — Un milagro es un recurso del propósito divino para lograr un propósito terrenal entre los hombres. Cuando Dios permite los procesos, es porque va a glorificarse en, y a través de ellos. La Biblia dice: “Empero he aquí, yo la induciré, y la llevaré al desierto, y hablaré á su corazón.” -Oseas 2:14. — Los propósitos divinos despiertan los propósitos humanos. Los propósitos de Dios sirven para elevar los propósitos humanos. La expectativa de los propósitos divinos exceden las expectativas de los propósitos humanos. Recuerden que está reiterada la Escritura que dice: “Antes, como está escrito: Cosas que ojo no vió, ni oreja oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que ha Dios preparado para aquellos que le aman.” -1 Corintios 2:9. — También está escrito: “Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así dió también al Hijo que tuviese vida en sí mismo.” -Juan 5:26.

*Los versos bíblicos corresponden á la versión Reina Valera.

Si desea compartir y copiar todo ó una parte de estos escritos, por favor de crédito al autor de ellos con el nombre: http://www.ovidiobarrios.wordpress.com

Publicado por ovidiobarrios

Me considero dichoso de tener una familia integrada, principios cristianos; y sobre todo, de tener mis metas y mis sueños enfocados en lo que creo. Esta vida es para aprender a vivirla con entusiasmo y energía. Sobre todo, considerando a aquel que nos sostiene con aliento de vida desde que nacemos, hasta que demos el último suspiro. Dios es el creador de todo. Es el autor de la vida y de todas las cosas que nuestros ojos pueden ver. Dios no es la naturaleza. Dios es el creador de la naturaleza. El es invisible, sabio, omnipotente y misericordioso. Su gracia se muestra en el amor por medio de Jesucristo, el Señor. Su vida entregada en la cruz, es la muestra mas grande de amor para toda la humanidad. Sencillamente, "el don inefable de Dios."

2 comentarios sobre “PROPÓSITO DE PROPÓSITOS

  1. Hermoso y muy claro el tema tan importante del propósito divino en los humanos. Muchísimas gracias por su aporte… Dios continúe bendiciendo cada eje de su vida y el ministerio. Saludos desde Canadá

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