Soy guatemalteco, y aunque no vivo en Guatemala, no por ello dejo de serlo, ni tampoco pierdo el derecho de emitir mi humilde opinión. Los más viejos saben cuantos candidatos han ganado la presidencia, cuantos golpes de estado se han hecho, cuántos exilios han existido, cuantos desfalcos han habido; y todos los ha sufrido el país de Guatemala, evitando así su desarrollo social y democrático. Como guatemalteco, no me gustaría sumarme á propuestas políticas sin sentido, y á procesos de juicio sin legitimidad, para después ver resultados negativos para el país. Estoy en contra de la corrupción y la injusticia, y no me agrada en nada la tolerancia de lo mismo. No obstante, tengo un principio cristiano de mucho valor moral, social, y religioso. Este dice: «Toda alma se someta á las potestades superiores; porque no hay potestad sino de Dios; y las que son, de Dios son ordenadas.» -Romanos 13:1.* — Este principio se dictó para los cristianos, en la época más fuerte del dominio del imperio de Roma, en el primer siglo de la era cristiana. Por lo tanto, todo desorden y sedición en contra de la autoridad, es rebeldía contra Dios, y contra lo establecido dentro de la sociedad. Es mejor ir a Dios en oración, y pedirle por amparo y justicia sobre el mal.
No tengo vínculo con ningún partido político, y no creo correcto que ellos rompan las reglas para sus propios intereses. No debe existir la impunidad con ninguno, sea quien sea. Aunque se afecten susceptibilidades ideológicas, es importante estar por el lado de lo correcto y lo justo. — ¿Quiénes son los que pagan las consecuencias cuando hay desórdenes políticos y sociales? — ¡El pueblo! — Es tu familia, son tus hijos, y hasta tus nietos, los que sufren y sufrirán bajas en el desorden democrático del país. Las entidades de la educación, de la salud, de la economía, etc.; también sufren por el simple hecho de pedir que se hagan cambios radicales, sin medir las consecuencias más inmediatas. — ¿Quienes están detrás de tantos levantamientos antisociales? — Tienen que ser personas que no aman á Guatemala, y aquellos que tengan sus propios intereses en la agenda de sus ambiciones y su egocentrismo. No es el ciudadano común el responsable del origen de influencias y propuestas sediciosas infundadas. Sin embargo, á veces, el ciudadano cede sin darse cuenta que solo lo están usando para hacer pantalla en números. Como cristiano conozco mis responsabilidades; pero, á la vez, no puedo dejar de ser participante de mi responsabilidad ciudadana en el país que vivo. Esta es la reflexión que aporto, y mis pensamientos como un ciudadano libre.
LAS CAMPAÑAS POLÍTICAS
Un cambio de gobierno más, y es como esperar los mismos resultados de desorden y un retroceso civil en las urnas. Un proceso de transición gubernamental en términos políticos en Guatemala, y en cualquier otro país del mundo, es una conquista á muerte de los valores cívicos. Los candidatos obtienen y gastan dinero por montones, y muchos son los beneficiados. En los procesos políticos hay mucho movimiento económico y la gente los apoya, porque buscan recibir un poco de cada quien. A nadie le interesa analizar de donde viene el dinero, y quienes son los promotores de las campañas políticas. La propaganda política está por todas partes, y se llenan todos los medios publicitarios de la información de los candidatos, y de sus capacidades para gobernar. Muchas veces no hay restricciones en las propagandas, y la gente se cansa por el exceso que hacen de las promociones por muchos meses. Sin embargo, como todas las veces, las convocaciones á las concentraciones son multitudinarias y escandalosas. No existen foros, diálogos, y confrontaciones maduras entre los candidatos, para que la gente escuche sus propuestas. Las campañas políticas son tediosas y alborotadoras. Y creo que todos nos cansamos de lo mismo todo el tiempo.
El sistema que predomina en las largas y costosas campañas de las candidaturas presidenciales, están diseñadas de acuerdo al status quo de la población. Sin embargo, predomina el desprestigio de unos y otros, con el fin de ganar seguidores. — ¿Qué nos pasa? — Nos gusta ver esas riñas políticas tercermundistas, como ver peleadores en el cuadrilátero, solo por gusto y por placer. Hay democracia, ¡Si! — Pero, en una gran parte de la población no hay gente con carácter y formación respecto á los análisis de los candidatos y de las políticas que se manejan. Las poblaciones son manipuladas, se maneja el engaño, la mentira, y el control de las masas es muy evidente. Los partidos políticos apelan á las necesidades del pueblo, cuando ellos mismos saben que no las podrán suplir y llenar en su momento. No se ve á los partidos políticos disputar ó contender con legitimidad y altura. El uno al otro se hecha tierra, cal, y arena, y hasta ponen en desprestigio al país con sus campañas de política subdesarrollada. Algunas veces parecen circos y exhibicionismo de lo mal que están (eso piensa la gente). Sin embargo, mientras todo lo sucio de lo político sea permitido por la población, la vergüenza y el descrédito es mutuo. Al final, las campañas políticas dejan mal visto al país, á sus miembros partidistas, y á sus promotores; sin embargo, la gente lo tolera. Después de todo, alguien tiene que ganar y quedarse con el hueso.
¡AL FIN TENEMOS PRESIDENTE!
Cuando ya ha habido un triunfo partidista, y la gente ha emitido su voto; entonces, empieza otro ciclo de nunca acabar. Hasta los medios noticiosos, empresarios, partidos políticos derrotados en las urnas; y la población en general, empiezan con las exigencias de como debe gobernar un nuevo presidente. De ahí en adelante, empieza otra vez el desprestigio, la manipulación, el engaño, la mentira; y esta vez, son las masas las que quieren controlar el poder gubernamental. — ¿De dónde vienen esas influencias? — Todo influencia positiva ó negativa, tiene su origen en la educación cívica y ciudadana de la gente de cualquier sector. Hace falta la educación, la altura á la crítica, la responsabilidad ciudadana, y la capacidad de aceptar que aún le falta mucho camino que recorrer á nuestro país Guatemala. Desde hace mucho tiempo Guatemala ha tenido gobiernos militares, gobiernos de facto (dictatoriales), guerrillas, genocidios, gobiernos de doble tiempo, corrupción, y mucho más; y no es posible que sus ciudadanos no aprendan las lecciones del pasado. Se puede hacer más por la vía de la paz, la cordialidad, y el dialogo; que por medio de la confrontación absurda de la ignorancia y la violencia.
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RESPONSABILIDAD CIUDADANA (Primera parte) y
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Otra vez, la historia se repite. — ¡Que ejemplo se le está dando á las futuras generaciones! — Manifestantes violentos, noticieros parciales, sectores con intereses corruptos; y mucho más, es lo que sobresale por todos lados. Pululan en los medios la falta de intelectualidad y la madurez ciudadana. La gente se desborda con pésima actitud, son irrespetuosos, mal hablados; y piensan; según ellos, que esa forma de sacar su frustración es la mejor. La gente pide: Renuncias antidemocráticas, Juzgamiento, Cambios de poder, etc. — ¿Acaso esto no se convierte en anarquía? — La gente que ha votado, que aman su país, que tienen familia, que quieren vivir mejor, están en su derecho de ser escuchados y dejar oír su voz. — ¡Claro que sí! — Pero, si piden procesos que complican por completo la democracia del país, están dentro de un ciclo vicioso de la inconformidad. Leí esta aportación de unos guatemaltecos: «Llamar tonto al que respeta las reglas y aplaudir la trampa, es nuestra ancla al subdesarrollo «. Guatemala necesita reconstruirse y levantarse. Guatemala no puede seguir con una política manipulada por unos cuantos y malos guatemaltecos. Yo quiero aportar á su desarrollo, para que se levante como un país libre, soberano, é independiente, ¿Y tú?
CONCLUSIONES
¡No es posible que la población esté completamente dividida! — No se le puede dar mayor autoridad á un sector de ayuda internacional, que al mismo gobierno que ha sido constituido legítimamente por el voto en las urnas. Es inconstitucional derrocar un gobierno por levantamientos infundados, y eso lo sabe cualquiera. En tal caso, tienen que seguirse los procesos jurídicos respectivos para llevar ante los tribunales á un mandatario. Es muy triste ver á Guatemala en estas condiciones viciosas; y según dicen algunos, que son actos «democráticos». Si sacan al gobierno electo, otro asumirá el puesto. Y después… ¿Qué? — Solo pido á la población que está consciente de esta realidad de conflicto, que le pidamos unidos á Dios, que Guatemala despierte, y que sus ciudadanos asuman la responsabilidad cívica que les corresponde. El apóstol Pedro decía: «Honrad á todos. Amad la fraternidad. Temed á Dios. Honrad al rey.» -1 Pedro 2:17. — ¡Vivamos y luchemos por una Guatemala libre!
*Los versos bíblicos corresponden á la versión Reina Valera.
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