Apocalipsis 3:1-6.
REVELACIÓN
«Y escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete Espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice estas cosas:…» -Apocalipsis 3:1.
Está revelación de Jesucristo a la iglesia de Sardis tiene una similitud con la iglesia de Efeso, en cuanto a la referencia de las estrellas en su mano. Sin embargo, tiene la particularidad en la mención de los siete Espíritus de Dios. Ésta es una referencia a las funciones más conocidas de las acciones del Espíritu Santo (Isaías 11:2). Las cantidades en número significan plenitud. Todas las funciones del Espíritu de Dios están contenidas en Jesús. Además, el Espíritu Santo en Jesucristo no tiene limitaciones ni tampoco incapacidades de ninguna especie.
Sólo Jesucristo tiene la plenitud de la divinidad y el control de todas las cosas por el Espíritu Santo divino y perfecto. El apóstol Pablo, dice: «Porque en Él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente.» -Colosenses 2:9. — Jesucristo a la diestra del Padre es la representación del Hombre perfecto y glorificado. No hay duda alguna que Jesús era, es, y será Dios hecho carne por siempre (Isaías 7:14; Mateo 1:23 y Juan 1:11). El Espíritu Santo como una entidad divina vino a la Tierra, para representar la continuidad de la obra de Jesucristo en la redención (Juan 16:13-15). Sardis, es un nombre griego «Sardeis» (Σάρδεις), que significa: «De los Rojos».
ELOGIO
«…Yo conozco tus obras que tienes nombre que vives, y estás muerto.» -Apocalipsis 3:1.
La iglesia de Sardis confesaba estar viva; pero, con la obra de sus hechos lo estaba negando. Sardis estaba en la condición de engaño y acomodo personal, sin amor y compromiso personal en la obra de fe. Las obras no se mencionan específicamente, porque no son importantes. Por lo tanto, sus obras eran de apariencia; pero, de fondo oscuro y engañoso. El peor engaño que existe, es que la misma persona trate de engañarse a sí mismo. Las obras nulas y sin sentido para Dios, no son dignas de ser mencionadas. Si habían obras buenas, éstas estaban por desaparecer. La involución o retroceso en obra de Dios no tiene méritos. ¡Avanza, desarrolla, aumenta, crece, y suma; pero, nunca retrocedas, detengas, disminuyas, decrezcas, y restes en la obra de Dios! — Jesús dijo: «Así que, por sus frutos los conoceréis.» -Mateo 7:20.
REPROCHE
«Sé vigilante y confirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.» -Apocalipsis 3:2.
La iglesia de Sardis estaba haciendo las obras; pero, no eran completas o perfectas. Es decir, que las obras no se consumaban del todo y quedaban a medias. Todo tiene un tiempo de expiración, y lo inconcluso puede llegar a su fin. Por lo tanto, hay cosas que no tienen prórroga o extensión de tiempo, y es ahí donde se requiere la acción del momento. La iglesia de Sardis se estancó como la iglesia de Galacia, quienes también comenzaron por el espíritu; pero, que terminaron en la carne (Gálatas 3:3). El reproche del Señor se acompaña con un consejo de afirmación para confirmación. Es decir, que no basta el deseo de expresar algo, si no existe el hecho mismo de probarlo, o de evidenciarlo.
CONSEJO
«Acuérdate pues de lo que has recibido y has oído, y guárdalo, y arrepiéntete. Y si no velares, vendré á ti como ladrón, y no sabrás en qué hora vendré á ti.» -Apocalipsis 3:3.
Los consejos del Señor vienen con instrucciones precisas de acción, para alcanzar con los hechos lo que se puede perder. La acción cuidadosa y estricta de la atención, puede solucionar el problema de la indolencia, que puede terminar en el infortunio en cualquier momento. La visitación del Señor a la iglesia puede ser sorpresiva y calamitosa. Sardis se caracterizaba por prestar el oído; pero, no ser práctica en la palabra. Los creyentes de Sardis oyeron la palabra ministerial, y esa quedó en sus mentes; pero, no en sus corazones.
RECOMPENSA
«Mas tienes unas pocas personas en Sardis que no han ensuciado sus vestiduras: y andarán conmigo en vestiduras blancas; porque son dignos.» -Apocalipsis 3:4.
Dios siempre tiene un remanente, aunque pequeño; pero fiel, obediente, y santos, aún en medio de la miseria y la podredumbre del mundo. Las posiciones de dignidad en el Señor son recompensadas por la atención al esfuerzo y a la acción del mandamiento divino. La otra promesa de recompensa, dice: «El que venciere, será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice á las iglesias.» -Apocalipsis 3:5-6. — Está es una afirmación clara de una recompensa con la promesa de protección, seguridad, y honra, para los hijos de Dios.
REPRESENTACIÓN
Sardis representa la iglesia entre aquellos que lucharon contra el adormecimiento y las mezclas del engaño incluidas en las falsas doctrinas; desde los tiempos de la Reforma, hasta el día de hoy.
*Los versos bíblicos corresponden á la versión Reina Valera.
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