PROPÓSITOS EN LA ORACIÓN

«Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.» -Santiago 4:3.

CÓDIGO 9

Un principio en la oración es marcar la diferencia entre la fe humana y la voluntad divina, los propósitos propios y los de Dios. La persona que ora debe tener fe y ser guiada á pedir bajo los términos de la voluntad de Dios. — ¿Porqué Dios no me contesta, si le he pedido con fe? — Esa puede ser la cuestión más común entre los creyentes. Yo leo tres cosas: Pedir para recibir, pedir mal, y esperar recibir para desperdiciar el valor de lo recibido. Cuando la atención está en uno mismo y en la necesidad del momento; la oración es vana, vacía y sin valor. Cuando se fija la voluntad divina como prioridad, la oración estaría vinculada al corazón. El hijo cuando le pidió al padre su herencia, ya estaba desvalorando y malgastando su posición y derecho. Nadie mejor que el Padre, para saber cuándo dar ó negar una petición. No hay que olvidar que el derecho del Padre celestial está antes que el derecho del hijo terrenal. Aunque seas confrontado con pruebas y aflicciones, mantén tu deleite en la voluntad de Dios (Salmos 119:143).

La fe puede estar en la posición correcta; pero, la petición puede hacer la oración incorrecta. Dios tiene derecho sobre sus hijos, porque los creó y los cuida en su formación. Lea lo que dice el profeta: «Cuando pasares por las aguas, yo seré contigo; y por los ríos, no te anegarán. Cuando pasares por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.» -Isaías 43:2. — Según el contexto, Dios afirma el valor de su creación y paternidad sobre la nación de Israel. Es innegable la protección divina, y no se puede pasar de soslayo el cuidado de Dios sobre los hijos. Dios no promete evitar las pruebas; pero, se compromete á evitar el daño que puedan ocasionar. Tu vida esconde una realidad que Dios habrá de mostrar en su debido tiempo y propósito. Vivir dependiendo de problemas por resolver, es aceptar una vida de enredos y fracasos. — ¡Busca á Dios! — Tu vida no depende de ninguna fuerza humana, sino del poder y la gracia de Dios.

Pueden existir otras cosas que limiten recibir de inmediato; ó a largo plazo, lo que se le pide á Dios con fe. Dios ya tiene un propósito en aquello que quiere hacer; pero, Él quiere saber el propósito por el cual se le pide. Dios le dio á Salomón opciones para pedir, y Él prometió que se lo daría. Salomón supo pedir en su momento, y Dios le concedió más de lo que él le pidió. La Biblia dice: «Y á Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos ó entendemos, por la potencia que obra en nosotros,…» -Efesios 3:20. — Dios tiene muchas razones para dar ó quitar, aumentar ó disminuir, responder ó guardar silencio; porque sus propósitos son mejores que los nuestros. La mejor manera de orar es conforme á su voluntad y propósitos. Es viable pedir conforme queremos que sucedan las cosas y hacerlo en fe; pero, dejar que sea Dios quien decida responder conforme á sus designios soberanos, es la mejor y más sabia actitud en oración.

Si lo que se pide en oración tiene un plano egoísta, contraproducente y malintencionado; por supuesto que Dios lo sabría, y de ello dependerá conceder ó no la petición. Vendrá un tiempo en el futuro, donde toda la naturaleza tendrá cambios sustanciales y sin comparación, incluyendo la naturaleza humana. Aquello que hoy no se puede ver del corazón humano; en aquel día futuro, ya no podrá ser ocultado como sucede actualmente. Hoy por hoy, el ser humano tiene muchas limitaciones en cuanto á la comprensión del poder de Dios. Por lo tanto, la Biblia profetiza y dice: “Y sucederá que antes que llamen, yo responderé; y mientras estén hablando, yo les escucharé.” -Isaías 65:24 (RVA). — El profeta no dice que solo hasta en el futuro Dios actuará así. — !No¡, de ninguna manera, Dios sabe todas las cosas con antelación; con la gran diferencia, que es ahora cuando el propósito humano tiene que ser probado por la respuesta, ó por el silencio que lo evidencie.

Dios le dijo á Israel: «Y acordarte has de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, por probarte, para saber lo que estaba en tu corazón, si habías de guardar ó no sus mandamientos.» -Deuteronomio 8:2. — Cuando Dios prueba al hombre, quiere mostrar los propósitos que ellos tienen, si son ó no son conforme á sus propósitos divinos. Repito, no es que Dios no conozca el corazón, sino que quiere que la persona se conozca á sí misma. Dios tiene pensamientos y caminos de bien; pero, intercalado en ellos están sus propósitos. Moisés recibió los pensamientos divinos, y Dios le mostró sus caminos. Sin embargo, Dios reservó sus propósitos, para mostrarle á Israel sus obras (Salmos 103:7). Dios une personas con propósitos comunes, para glorificarlo y honrarlo con sus propósitos. A veces las personas no están presentes en el tiempo; pero, otros continúan sus propósitos propuestos con el correr de los tiempos.

Job sufrió la prueba de la enfermedad por mucho tiempo y se mantuvo fiel,

Abraham sufrió la prueba del tiempo por la promesa del primogénito y supo esperar,

Moisés sufrió la prueba de su llamado por 80 años y llegó á ser el Libertador,

Caleb sufrió la prueba en las batallas por 80 años y se levantó para conquistar su Monte,

Samuel siendo niño fue llamado y llegó á viejo sirviendo fielmente á Dios,

David luchó y peleó para ser un guerrero de mil batallas,

¿Acaso no podrás tú seguir de pie como un valiente, y ganar las pruebas en medio de tus problemas? — El Dios de los imposibles está contigo y Él te dará nuevas fuerzas. Por lo tanto, la Biblia dice: «Me invocará, y yo le responderé; con él estare yo en la angustia, lo libraré, y le glorificaré.» -Salmos 91:15.

*Los versos bíblicos corresponden á la versión Reina Valera.

Si desea compartir y copiar todo ó una parte de estos escritos, por favor de crédito al autor de ellos con el nombre: http://www.ovidiobarrios.org

Publicado por ovidiobarrios

Me considero dichoso de tener una familia integrada, principios cristianos; y sobre todo, de tener mis metas y mis sueños enfocados en lo que creo. Esta vida es para aprender a vivirla con entusiasmo y energía. Sobre todo, considerando a aquel que nos sostiene con aliento de vida desde que nacemos, hasta que demos el último suspiro. Dios es el creador de todo. Es el autor de la vida y de todas las cosas que nuestros ojos pueden ver. Dios no es la naturaleza. Dios es el creador de la naturaleza. El es invisible, sabio, omnipotente y misericordioso. Su gracia se muestra en el amor por medio de Jesucristo, el Señor. Su vida entregada en la cruz, es la muestra mas grande de amor para toda la humanidad. Sencillamente, "el don inefable de Dios."

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