Las palabras mas sabias han venido de personas que han sido inspiradas por Dios por medio de su Espíritu. Cuando digo esto, no espero ser comprendido en un cien por ciento por aquellos que me escuchen decirlo, o por los que lo lean si lo escribo. Lo digo, porque eso es lo que creo, y el derecho de la libre expresión me permite afirmarlo. Si bien es cierto, no soy el único en esas circunstancias; ya que también fue la experiencia de Jesús, y hasta la fecha; sus palabras siguen creando controversias.
Las palabras de Jesús han sido contradichas, malentendidas, ignoradas, rechazadas, distorsionadas, y de provecho a conveniencias personales. Algunos las han llevado a un extremo radical; y otros las han adjudicado a su propia manera de pensar, dándose razones para su propio estilo de vida. Jesús no quiere sólo seguidores, ni fanáticos. Jesús busca creyentes para hacerlos discípulos, y extender a través de ellos el mensaje de su Reino.
Jesús dijo: «Porque he venido a poner en conflicto al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, a la nuera contra su suegra; y los enemigos de cada cual serán los de su propia familia.» Mateo 10:35-36.
El plan de Dios no es dividir o cercenar familias enteras por su causa. El plan de Dios es unidad, vida, paz, armonía, comprensión. Sin embargo, las razones de conflicto se dan por desacuerdos internos entre los miembros familiares mas cercanos. Lamentablemente, todos quieren la razón, sin ponerse de acuerdo en lo mas importante de la voluntad de Dios.
Hace falta humildad y fundamento para lo que hemos de creer. Si tomamos la misma verdad, eso nos debe unir, y no separar. Tenemos que convenir, que si dejamos al Espíritu Consolador de Dios enseñarnos, no tendremos conflicto alguno en aceptar las verdades de Jesús. El problema no es tanto lo que dice la Biblia, o lo que enseñan los líderes. El problema es que cada quien busca lo suyo, y cada cual quiere la razón.
El punto álgido de unidad es Jesús. Si lo seguimos, y somos enseñados por él; entonces, sus palabras no parecerán controversiales. En su mensaje hay un verdadero sentido de la realidad, hay sabiduría, hay verdad y cordura; y sobre todo, razones para dejarlo como el guía íntimo y personal que necesitamos.
Antes de esperar que todos te den la razón de lo que piensas, dále la razón a las palabras de Jesús. Aunque no todos estén de acuerdo contigo, porque tu le crées a Jesús, tendrás paz y confianza, y plena seguridad de lo que lées en la Biblia de lo que tu maestro ha dicho.