Qué guatemalteco no ha tenido una moneda de su país, con el emblema de la paz, unido a un dibujo diseñado para mostrar un quetzal; como el Ave nacional. Sin embargo, la razón de esa moneda tiene una historia que todos deben conocer. Esta es la reseña histórica:
El 29 de diciembre de 1996 se firmó el Acuerdo de Paz con firmeza y duradera, con la participación de Álvaro Arzú Irigoyen dentro de las negociaciones, suficiente para perpetuarse en la historia, acuñando en la moneda de un quetzal su apellido finamente confundido con la estilizada palabra Paz. Posteriormente el alcalde capitalino mandó a realizar una copia gigantesca en la fuente del Centro Cívico, del modesto monumento que conmemora la firma del Acuerdo de Paz en el Palacio Nacional de la Cultura.
Luego, en el XI aniversario de la firma de la paz, Arzú hizo su propia conmemoración para apartarse de la celebración oficial del entonces presidente Oscar Berger; el distanciamiento de los dos políticos que estuvieron unidos en el PAN, reflejó el antagonismo ideológico aun existente en nuestra sociedad. En su edición de el año 2008, el «No Nos Tientes» desprestigió la imagen de Álvaro Arzú Irigoyen, tratándolo de farsante mentiroso, prisionero de su vanidad y de gran capacidad para el engaño hacia un pueblo de escasa memoria política y de fácil impresión por lo cosmético. A pesar de la dura critica por la enorme propaganda televisiva que se realizó, no se puede negar que Arzú ha sido el mejor alcalde de la capital de Guatemala, y como presidente del País, tuvo sus méritos en la culminación del cese al fuego por su buena voluntad de firmar el acuerdo final.
El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, tuvo la iniciativa para pacificar Centroamérica. Además, influyó la carencia de ejército en Su País. En cambio en Guatemala, existía la militarización campesina a través de los Polos de Desarrollo y las Aldeas Modelo (PAC). El Estado Mayor Presidencial seguía siendo el cerebro de inteligencia represiva; y el Jaguar Justiciero, la panel blanca, entre otros escuadrones de la muerte, seguían operando con impunidad.
Vale la pena reconocer que las intenciones de pacificar a Centro América iniciaron en una reunión de Contadora, bella isla panameña que le dio su nombre al grupo de gobiernos latinoamericanos que se reunieron para discutir el tema. El «Grupo de Contadora» como finalmente se llamó, realizó una serie de reuniones, discusiones, y visitas a los gobiernos de turno de América Central para intentar abrir espacios políticos y disminuir la represión en contra de los dirigentes democráticos, y es así como de esta inspiración nace la propuesta de Vinicio Cerezo de los Acuerdos de Esquipulas, así como la creación del Parlamento Centroamericano promovido por el vicepresidente Roberto Carpio Nicolle.
Hay más personajes en la historia de la firma de La Paz en Guatemala. Sin embargo, vale mencionar que hasta la fecha se siguen levantando diversas fuerzas antagónicas al bello País de la Eterna primavera. Asunto por el cual apelamos a la buena voluntad de sus ciudadanos, y a todos los nacidos en ese bello País, que imploren el favor del Altísimo por una verdadera fuente de paz y prosperidad permanentes que sólo él puede dar.
Lo de «Arzú» en el diseño es leyenda urbana, como lo es el conejo visto de cabeza, etc.