TEMPERATURA DE CONVIVENCIA SOCIAL 

  ¿Qué sucede cuando las instrucciones bíblicas no se ponen en práctica? —Por supuesto que en los principios de Dios, en sus mandamientos y reglas de su reino, no hay impunidad. Las consecuencias de la desobediencia marcarán la vida de cualquiera. En el mejor de los casos, se aprende por la disciplina el temor de Dios, para convivir con los demás como él manda. La rebelión, no es otra cosa que desobediencia e insujeción a las leyes del Reino de Dios. El acatamiento a la palabra de Dios traerá como resultados la bendición de mejores relaciones; primero, con él, y después, con aquellos que te rodean. 

«Por lo cual, animaos los unos a los otros y edificaos los unos a los otros, así como ya lo hacéis.» –1ª Tesalonisenses 5:11. 

Una de las razones del porqué un cristiano no crece, ni se activa en los cambios para una mejor vida espiritual, es la falta de convivencia social. Esto sucede por la falta de asistencia a las reuniones cristianas. Algunos dicen: «No voy a la iglesia para evitarme problemas.» Otros dicen: «Yo voy a congregarme, pero yo no me meto con nadie.» Otros, más atrevidos dicen: «Yo me congrego, pero conmigo nadie se mete; sino, ellos van a saber quién soy.» —A ésto se le puede llamar cobardía, carnalidad, inmadurez e insujeción. ¿Acaso no somos cartas abiertas? —La falta de convivencia cristiana comunitaria, trae consecuencias de frialdad, indiferencia social, inestabilidad, falta de identidad, inmadurez, etc. 

Aquí están algunos mandamientos dados por el apóstol Pablo a la cristiandad. Considéralos como fruto de la obra de Dios en tu corazón, como el crecimiento de tu discipulado personal, y como la medida de fe para tu madures espiritual. Si no son puestos a prueba en la convivencia social, se estarían menoscabando las razones de Dios para tu propio beneficio. Has la lectura bíblica de 1ª Tesalonisenses capítulo 5, y mida como está su temperatura con estas relaciones de convivencia social. Saca tus propias conclusiones, y empieza a congregarte si no lo haces regularmente. ¡Adelante! —Y «arde» en los asuntos del Señor. 

Verso 12. Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que entre vosotros trabajan, que os presiden en el Señor y que os dan instrucción. 

Verso 13. Tenedlos en alta estima con amor a causa de su obra. Vivid en paz los unos con los otros. 

Verso 14. Hermanos, también os exhortamos a que amonestéis a los desordenados, a que alentéis a los de poco ánimo, a que deis apoyo a los débiles, y a que tengáis paciencia hacia todos. 

Verso 15. Mirad que nadie devuelva a otro mal por mal; en cambio, procurad siempre lo bueno los unos para los otros y para con todos. 

Verso 16. Estad siempre gozosos. 

Verso 17. Orad sin cesar. 

Verso 18. Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús. 

Verso 19. No apaguéis el Espíritu. 

Verso 20. No menospreciéis las profecías; 

Verso 21. más bien, examinadlo todo, retened lo bueno. 

Verso 22. Apartaos de toda apariencia de mal. 

Verso 23. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; que todo vuestro ser; tanto espíritu, como alma y cuerpo, sea guardado sin mancha en la venida de nuestro Señor Jesucristo. 

Verso 24. Fiel es el que os llama, quien también lo logrará. 

Verso 25. Hermanos, orad también por nosotros. 

Verso 26. Saludad a todos los hermanos con un beso santo. 

Verso 27. Solemnemente os insto por el Señor que se lea esta carta a todos los hermanos. 

Verso 28. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.