Les presento un análisis de un mensaje de Jesús llamando a los que «querían» seguirle. Tome nota, que mi intento es clarificar detalladamente lo que muchos han tomado de soslayo (solo visto en forma superficial). La vida de Jesús, su ministerio, y su mensaje; necesitan más que curiosidad, necesitan atención y obediencia. Para ser DISCÍPULOS CRISTIANOS es necesario este proceso por el cual Jesús llevó a los que le siguieron, cuando Él vivía y ministraba con ellos. ¿Cuál es el proceso para ser un discípulo de Jesús? — Mejor dicho: ¿Cual es el precio para ser un discípulo de Jesucristo? — Para saber que es un discípulo, es necesario ver en detalle las palabras de Jesús en su llamado al discipulado.
Entre las palabras «Si alguno quiere…» a «…sígame.» hay algunos pre-requisitos para cada discípulo de Jesús. Yo le he llamado: «El valor» de un discípulo, porque cuando algo tiene un precio; y uno lo quiere, su intercambio tiene más valor para aquel que invirtió en ello. Tu pasas por algo temporal siendo discípulo, para ganar lo que tiene valores de gloria y eternidad. El apóstol Pablo escribió en 2 Corintios 4:17: «Porque lo que al presente es momentáneo y leve de nuestra tribulación, nos obra un sobremanera alto y eterno peso de gloria;…» — LOS PENSAMIENTOS DE DIOS VAN MAS ALLÁ DE LOS LIMITES HUMANOS. Por lo tanto, prosiga y disfrute este estudio (así lo considero), como algo que lo moverá a «querer seguir» a Jesús.
«Y decía á todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame.» -Lucas 9:23.*
1- «Y decía a todos:…« — La PREDICACIÓN y ENSEÑANZA de Jesucristo se establece como una norma de fe en la búsqueda de Dios. Jesús predicó mensajes para todos los que podían oírle y atender su llamado en cada uno de sus mensajes. En ocasiones decía: «El que tiene oídos para oir, oiga.» -Mateo 11:15 y Marcos 4:9. — Las palabras de Jesús contenían el poder para dar vida a las conciencias muertas. Los mensajes de Jesucristo no se adornaban con retóricas sin sentido y vana palabrería. Jesús el Hijo de Dios hablaba la verdad pura y sin tapujos. El sentido de sus palabras son hasta el día de hoy objeto de estudio e interpretación. Para no distorsionar la esencia del mensaje de Jesús, Dios ha dejado al Espíritu Santo. Jesús fundamentó su ministerio en mensajes, prédicas y enseñanzas prácticas para sus discípulos. Todo el Evangelio consiste en los mensajes predicados por Jesucristo en su ministerio terrenal. Jesús hizo milagros, sanó enfermos, resucitó muertos, fue compasivo con los pobres y celoso contra el engaño religioso. Todo lo que Jesús hizo entre la gente como señales, fue antes o después de haber predicado su mensaje de poder. Por regla general, a la palabra de Dios predicada le siguen las señales. Y es que no pueden haber señales que sean de Dios, si no hay palabra de verdad en la enseñanza.
2- «Si alguno quiere…« — El mensaje de Jesucristo aunque es para todos, se INDIVIDUALIZA con el reto para una decisión personal. Jesús en su llamado, siempre se refirió a una o varias personas indeterminadas de las que escuchaban. Es decir, que dentro de una cantidad determinada de personas que escuchaban a Jesús, cualquiera estaría recibiendo el llamado. De hecho, el llamado de Jesús es generalizado, y pueden recibirlo todos y sin distinción de ninguna especie. Sin embargo, serán contadas las personas que atiendan el llamado que Jesús les haga. La condición primordial en este llamado es «querer«. No importa que tan grande sea el deseo del corazón de una persona, si quiere, bien puede ser un discípulo. Jesús está ahí, haciendo un llamado; sin moverse, sino esperando quién será el que escuche su voz y también quiera seguir sus pasos. Algo que he aprendido durante la carrera cristiana, es la importancia que tiene el «deseo» en una persona. Se dice este dicho regularmente: «Querer es poder«; pero, pocos conocen «el poder del querer«. Es inusual encontrar a alguien con éxito en carreras profesionales que hayan alcanzado sus logros por casualidad. El factor determinante de muchos que han logrado levantarse, está en la motivación interior del «querer«.
3- «…venir en pos de mí,…» — Cuando hay una invitación, sencillamente hay que proceder en aceptarla y encaminarse a LA DIRECCIÓN indicada. Muchas veces Jesús hizo el mismo llamado, y lo dirigió a diversos grupos entre sus oyentes. A los fariseos les dijo: «Y no queréis venir á mí, para que tengáis vida.» -Juan 5:40. — A sus seguidores les dijo: «Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.» -Mateo 11:28. — Se trata de Jesús, su persona, su llamado, su oferta; y de nadie más, porque Él es el camino. Cuando sigues una dirección; aunque pudieras seguir otra ruta por tu propia cuenta, no llegarías tan bien, como cuando sigues a una persona, hacia donde ella te dirige. En tal caso, la persona a quien sigues, se convierte en el «camino«, porque sólo así llegarán a un destino común. El «destino» que Jesús ofrece, es salvación y vida eterna. Sin Jesús la raza humana está perdida; pero, con Jesús encuentran el destino del verdadero propósito en Dios. Seguir a Jesús significa tener guía, dirección, orientación; hacia un rumbo determinado, que solo con obediencia es posible alcanzar. Dejar la fe en Jesús es perder la brújula y extraviarse, perdiendo el camino hacia la vida de Dios.
4- «…niéguese a sí mismo,…» — La NEGACIÓN de un seguidor de Jesucristo se va viendo en el trayecto del camino, al continuar y seguir con perseverancia hasta el final. Muchas veces, las frases de Jesús tocan las fibras del orgullo y la independencia personal. Negarse a uno mismo significa; entre otras cosas, no confiar ni valerse por algunas habilidades personales. Los valores más esenciales de la humanidad innata; tales como la fuerza, la inteligencia, el sentido común, y otras más; quedan relegadas en un segundo plano, por la eminente capacidad y cualidades que posee el Señor guiador de las almas. Recuerda, que Jesús vino de negarse a sí mismo, en un plano superior y de valor trascendente. El apóstol Pablo lo expresó así: «Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús; el cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual á Dios. Sin embargo, se anonadó á sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante á los hombres; y hallado en la condición como hombre, se humilló á sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.» -Filipenses 2:5-8. — La determinación de sometimiento a Jesús, rebasa la voluntad humana, yendo más allá del ego personal. Es muy significativo lo que Jesús le pide a un discípulo; sobre todo, si el discípulo está dispuesto a seguirle.
5- «…y tome su cruz cada día,…» — La CONSTANCIA del discípulo de Jesucristo da a entender su serio compromiso a la fe en Dios. Es innegable el simbolismo de la cruz en las palabras de Jesús, puesto que no se trata de una cruz de madera literal. Para Jesús, la meta era hacer la voluntad de Dios, aunque esto significara el sacrificio. Jesús llegó a sufrir extremadamente por su fe en el llamado de Dios a su vida. Jesús enfrentó el reto más grande que hombre alguno pudo tomar. Jesús se encontró en una encrucijada, donde «tomar» el camino de Dios era más importante que salirse del camino. Un desafío día día, es abrumador y estresante, sino se tienen muy claros los objetivos de una vida de sacrificios. Para Jesús llegó el día de la gran decisión, y Él fue a morir por una causa de redención eterna. La cruz de Jesús fue literal en el momento de llevarla como una carga sobre sus hombros. Sin embargo, para cada cristiano; la entrega incondicional es por amor, para vivir su propia negación en la fe de Jesucristo. El apóstol Pablo escribió: «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, mas vive Cristo en mí: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó á sí mismo por mí.» -Gálatas 2:20. — El sacrificio no es más sobre una cruz de madera, porque Jesús ya murió así por nosotros. El sacrificio para el cristiano es la negación y la aceptación a la invitación de subir sobre el altar voluntariamente, por fe y por amor. También, el apóstol Pablo escribió: «AsÍ que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable á Dios, que es vuestro racional culto.» -Romanos 12:1. — Hay un sacrificio donde el cristiano se niega a vivir la vida personal, para presentar su vida como una ofrenda agradable a Dios.
6- «…y sígame.» — Un SEGUIDOR de Jesús no se compara con otro seguidor en cualquier terreno de líderes humanos. Un seguidor de Jesús tiene un camino definido hacia la verdad; tiene la Paz, y la gloria del Evangelio para compartirlo. «Seguir» es un verbo transitivo que denota varias cosas, según la oración gramatical. «Seguir» es una acción del discipulado cristiano que denota varias cosas según la postura que tome el discípulo. Es decir, «seguir» significa más que mirar a Jesús como persona. A Jesús no se le puede ver en un mover físico; pero, si se le puede ver en un mover espiritual. «Seguir» significa: Ir detrás, buscar, mantener la vista puesta en un objetivo, estar cerca, proseguir, y muchas más acepciones. La Biblia dice: «Puestos los ojos en al autor y consumador de la fe, en Jesús; el cual, habiéndole sido propuesto gozo, sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y sentóse á la diestra del trono de Dios.» -Hebreos 12:2. — «Seguir» a Jesús, significa mantener la visión sobre lo que Él estableció a través de su vida y ministerio. También leemos: «Seguid La Paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor:…» -Hebreos 12:14. — Solo Jesús propuso una vida de paz y santidad; si seguimos su ejemplo, llegaremos hasta donde Él llegó. Jesús pidió seguidores con las primeras pruebas de ESCUCHARLO, de ser FIRMES en sus decisiones, que quieran DIRECCIÓN, que se NIEGUEN a sí mismos, y que sean CONSTANTES en el día a día de su discipulado. El mensaje de Jesús es claro, decisivo, definido, firme, y determinante. Quién escuche el mensaje de Jesús tendrá dos alternativas, y ambas son decisivas para definir la eternidad. Si escoges la alternativa de seguir a Jesús, estarás en la dirección correcta hacia la eternidad de gloria.
Lea el tema: JESÚS Y LA RELIGIOSIDAD
CONCLUSIONES: El Evangelio de Jesucristo tiene sus demandas de integridad. Ser miembro de un partido político, un club deportivo, una asociación religiosa, y más; siempre establecen requisitos jurídicos, morales, sociales, éticos, y otros más. El Evangelio de Jesucristo no es la excepción en las demandas y en los requisitos de inclusión, para recibir sus prerrogativas de beneficios y respaldo celestial. «SEGUIR» las normas, las máximas, y los principios de Jesucristo; es una demanda universal en el Evangelio. Por ejemplo:
«Y muchas gentes iban con Él; y volviéndose les dijo: Si alguno viene á mí, y no aborrece á su padre, y madre, y mujer, é hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su vida, no puede ser mi discípulo.» -Lucas 14:25-26. — Otro precio del discípulo está en valorar por prioridades su amor hacia Jesús, poniéndolo a Él sobre los amores terrenales.
«Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones.» -Hechos 2:42. — La doctrina apostólica es una regla de la cristiandad, las cuales se establecen en el Nuevo Testamento.
«Buscad pues, hermanos, siete varones de vosotros de buen testimonio, llenos de Espíritu Santo y de sabiduría, los cuales pongamos en esta obra.» -Hechos 6:3. — Los diáconos tienen tres requisitos fundamentales para el servicio: Ejemplo de vida, ejemplo de espiritualidad, y ejemplo de acciones correctas.
«Que tenga testimonio en buenas obras; si crió hijos; si ha ejercitado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido á los afligidos; si ha seguido toda buena obra.» -1 Timoteo 5:10. — El apóstol Pablo le escribió a Timoteo instrucciones para los grupos predominantes en la iglesia, exponiendo sus requisitos para ser incluidos en el servicio.
La teología Neo Testamentaria es importante establecerla como el modelo que la Iglesia universal necesita. Jesús fue el modelo de la persona en obediencia y santidad, para agradar el corazón de Dios, y hacer la obra de misericordia hacia los demás. EL VALOR DE LOS DISCÍPULOS CRISTIANOS, SE INCREMENTA CON SU APEGO DIARIO AL MODELO DE JESÚS.
*Los versos bíblicos corresponden a la versión Reina Valera.
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