La Biblia penetra en el tema de los misterios espirituales. Un ser humano es «espíritu«, alma y cuerpo. El «espíritu» humano sale de Dios, vuelve a Dios y es eterno con Dios o fuera de Dios. La Biblia dice: «Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo.» -1 Tesalonicenses 5:23*. — Siendo que Dios conoce los «espíritus» desde antes de la fundación del mundo, solo Él puede pedir la santificación o descontaminación de cada ser humano (2 Corintios 7:1). Un «espíritu» humano está encerrado en el cuerpo y no tiene salida hasta que muere. Un «espíritu» humano podría salir del cuerpo en un acto de muerte y volver a tener vida en caso de una resurrección provocada al cuerpo y otras en categoría de milagro hechas bajo la voluntad soberana de Dios (2 Corintios 12:3). Sin embargo, cuando el «espíritu» humano ha sido vivificado, tendrá otras dimensiones de acción en esferas espirituales de fe y amor (Colosenses 2:5). El escenario del «espíritu» humano es la tierra y después de muerto tendrá otra dimensión espiritual en espera de su juicio ante Dios.
Todo ser humano después de muerto volverá en su «espíritu» a Dios para ser guardado hasta los días de juicio determinados divinamente (Hebreos 9:27). Toda persona humana tiene «espíritu» con vida en relación a sus semejantes y a la naturaleza o creación. El «espíritu» del ser humano sin Cristo está muerto para Dios (Efesios 2:1). Los «espíritus» de los humanos son los más vulnerables a otros «espíritus» en otras esferas espirituales. Un “espíritu” puede ser un demonio, o puede ser un ángel de Dios; pero, menos un «espíritu» humano. — ¿Tienen cuerpo los «espíritus» de los ángeles y los demonios? — Estas son las preguntas más comunes formuladas entre los seres humanos. Los demonios son «espíritus» que buscan cuerpos para poseer y es a través de sus víctimas en posesión que ellos se manifiestan. Los ángeles son «espíritus» que tienen el poder de hacerse visibles tomando forma humana y hablar como ellos (Salmo 104:4 y Juan 20:12). Vivimos y nos desenvolvemos en un mundo materializado movido y controlado por «espíritus«.
LA RELACIÓN ENTRE ESPÍRITUS
“En su mano está el alma de todo viviente, y el espíritu de toda carne humana.» -Job 12:10.
El mundo espiritual está relacionado con los reinos de la luz y de las tinieblas. El reino espiritual está muy vinculado con el mundo real de los humanos. El contacto de los humanos con el mundo espiritual invisible, solo es posible conocerlo y entenderlo a través del propio «espíritu» humano. Dios usa «espíritus» angélicos que están dentro de su plan para llevarlos al propósito de la salvación de los seres humanos y están comandados por medio del Espíritu de Dios. Todo contacto con el mundo espiritual invisible fuera del Espíritu Santo, sería por medio de otros “espíritus” para desviación hacia la mentira, lo falso y lo engañoso. Por lo tanto, Dios permite los “espíritus” del error para definir e identificar a los falsos de los verdaderos. La Biblia dice: “Por tanto, pues, les envía Dios operación de error, para que crean á la mentira;…” -2 Tesalonicenses 2:11. — La verdad divina está muy lejos de los “espíritus del error”. Sin embargo, la operación de error (corrientes permitidas por Dios), tiene agentes humanos misteriosos y secretos, que transportan, enfocan y anuncian la mentira para desvirtuar y confundir la verdad (1 Timoteo 4:1). Mi pastor decía: “Al quemarle incienso a un ídolo humano, no hay humano que no le quede el olor, si lo están incensando.” — Por esa razón, es peligroso estar adulando hombres y mujeres de Dios de manera halagadora. La humildad es una virtud que sostiene a aquellos que reconocen su necesidad espiritual. Si alguien cree que sabe mucho; pero, tiene humildad, esto le hará reconocer que no sabe nada. La Biblia dice: “Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar; en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio, y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.” -Jeremías 9:24. — Los seres humanos tienen un “espíritu” débil que puede derrumbarse ante las insinuaciones de otros «espíritus» y caer en muchos enredos. Los otros «espíritus» están atentos para tener una oportunidad que les abra el camino para entrar a los seres humanos y tomar ventaja sobre ellos.
Hay cosas que los seres humanos sabemos, muchas que ignoramos, y muchísimas otras cosas más que están fuera del alcance de nuestra razón. La vida en el mundo de los «espíritus» existe y no debe ser ignorado ni tergiversado para la propia salud y seguridad de la vida humana. Muchas cosas en relación al mundo espiritual están vedadas y permanecerán en misterio, hasta que Dios quiera revelarlo. La Biblia dice: “Las cosas secretas pertenecen á Jehová nuestro Dios: mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos por siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.” -Deuteronomio 29:29. — La revelación, aunque tenga límites, son conocidas hasta cierto punto por cada uno de los que Dios llama. La causa del reconocimiento de la propia limitación personal del vaso, puede dar lugar a una iluminación de más cosas reveladas. Cuando Dios usa vasos humanos para depositar en ellos su revelación, éstos tendrán un trato especial conforme a la magnitud de su «espíritu«. Por ejemplo: La vez que tomaron a los apóstoles y mataron a uno de ellos, les prohibieron hablar de Jesús, luego golpearon a Pedro y él terminó en la cárcel (Hechos 12:1-5). Solo Dios sabe cuanto puede cada ser humano resistir en su «espíritu» los procesos de Dios (Proverbios 18:14). Por eso la Biblia nos asegura que Dios no permitirá una tentación mayor, sino aquella que podamos soportar. Si Dios permite las tentaciones, también permitirá que seamos firmes y fuertes hasta vencerlas (1 Corintios 10:13 y Santiago 1:12). En el caso del apóstol Pablo; según él lo declara, tenía un “espíritu” asignado por Satanás todo el tiempo, para que lo abofeteara. Este “espíritu” era un “mensajero directo de Satanás”, y éste llegó a serle molesto; pero, a la vez útil, para que él no se exaltara más allá de sus limitaciones (2 Corintios 12:7). Dios es soberano y sabe como manejar los “espíritus”, sin ninguna excepción.
LA AUTORIDAD DE DIOS SOBRE LOS ESPÍRITUS
“El negocio también me era á mí oculto; mas mi oído ha percibido algo de ello. En imaginaciones de visiones nocturnas, cuando el sueño cae sobre los hombres, sobrevínome un espanto y un temblor, que estremeció todos mis huesos. Y un espíritu pasó por delante de mí, que hizo se erizara el pelo de mi carne. Paróse un fantasma delante de mis ojos, cuyo rostro yo no conocí, y quedo, oí que decía: ¿Si será el hombre más justo que Dios? — ¿Si será el varón más limpio que el que lo hizo? — He aquí que en sus siervos no confía, y notó necedad en sus ángeles — ¡Cuánto más en los que habitan en casas de lodo, cuyo fundamento está en el polvo, y que serán quebrantados de la polilla!”. -Job 4:12-19.
En el Antiguo Testamento se reveló la autoridad y la sapiencia divina y quedó escrito para mostrar el carácter Santo y Perfecto de Dios. Las palabras de Eliphaz el Temanita y amigo de Job, fueron muy sabias y entendidas; aunque él no discernía cabalmente los designios divinos, especialmente tratándose de la condición personal del corazón de Job. El refirió su experiencia de una manifestación de “espíritus angélicos” por la clase de mensaje que le dieron. Todos los amigos de Job eran sabios y espirituales. Los amigos de Job le habían visitado y quedaron atónitos de la condición indescriptible de sus pruebas. Aunque eran sabios, los amigos de Job no pudieron decir nada por casi siete días al ver el proceso de Dios en la vida de un ser humano como el de su amigo. Toda la sabiduría humana está limitada y nadie puede llegar a conocer por sí mismo lo que son y cuantos son los “espíritus” que hay del mundo espiritual. El hombre se equivoca con el hombre; cuanto más, al toparse con los inalcanzables designios divinos; y mucho menos, llegar a escudriñar el corazón de Dios (Romanos 11:33). El dominio y la potestad de Dios está extendida sobre todas las creaciones del mundo espiritual. Los «espíritus» malos han servido de correctores a las razas, y también a las personas con las que Dios ha tenido tratos. Los «espíritus» están en planos de autoridad, unos sobre otros.
Hay muchos «espíritus» que la Biblia registra, entre ellos están los mensajeros de Dios que traen buenas nuevas y revelación divina a los seres humanos (Números 22:32; Jueces 6:20; Lucas 1.19 y Apocalipsis 1:1). También hay “espíritus de mentira” entre los “espíritus” que Dios maneja y que están disponible para ser asignados a la tierra y usar la boca de los falsos profetas (1 Reyes 22:22-23 y 2 Crónicas 18:21-22). Hay «espíritu» de Egipto (Isaías 19:3), «espíritu» de vahído (Isaías 19:14), «espíritu» de sueño (Isaías 29:10), «espíritu» de fornicaciones (Oseas 4:12 y 5:4), «espíritu» de inmundicia (Zacarías 13:2), entre algunos que se pueden mencionar. — ¿Porqué Dios no declara con claridad a los seres humanos la manera en que trabaja con los «espíritus«? — Tenemos que asentar categóricamente que Dios no piensa como pensamos los humanos; y sus designios tienen proporciones gigantescas de bendición, de eternidad a eternidad. Dios provee a los mismos hombres, los vasos humanos que reciben la revelación; y la manera como éstos la canalizarán a los demás, en los momentos precisos y de mayor necesidad. Los procesos de Dios son definidos, específicos y claves para mover; tanto a una persona, como a toda una nación hacia su voluntad. Dios maneja y controla a los «espíritus«, sean de la luz o sean de las tinieblas. Aunque los “espíritus” malos sean desertores y enemigos de los humanos, Dios los controla y los maneja de acuerdo a sus planes. Los propósitos de Dios para sus creaciones van más allá de lo natural y limitado que en parte algunos llegarán a conocer entre los humanos. No hay humano alguno, ni circunstancias, ni leyes naturales, ni poderes contrarios, que estén por encima de los propósitos de Dios.
LA PRUEBA DE LOS ESPÍRITUS
“Amados, no creáis á todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo.” -1 Juan 4:1.
Dios da la orden a través del apóstol Juan de probar los «espíritus«. Se puede decir que Dios todo lo mueve por «espíritus«, porque todos ellos están bajo su potestad. El ser humano primero fue materia y luego soplaron «espíritu» en él (Génesis 2:7). Jesus hizo lo mismo con sus discípulos; siendo solamente humanos naturales y sin relación con Dios, Jesús les dio vida con el sóplo del Espíritu Santo (Juan 20:22). Nadie puede establecer la división o la frontera de lo espiritual y lo material, porque están íntimamente ligados. Mi pastor decía: «El ser humano en la materia, está inmerso en el mundo espiritual; y lo espiritual está contenido por lo material«. La vida humana es creación de Dios con un diseño para definir su posición en el mundo espiritual. El hombre puede ser espiritual, aún y a pesar de sus limitaciones de la carne (Romanos 7:21-23). El hombre será espiritual o carnal dependiendo a quien le ceda sus miembros y su energía (Romanos 6:16). Dios prueba los “espíritus” y los pone en la opción de sus decisiones. — ¿Porqué manda Dios a atar y desatar sobre los «espíritus«? — Esto lo digo por inferencia, ya que lo dicho por Jesús se refiere a los cielos o al mundo espiritual (Mateo 16:19). Lo primero es, la persona que ata y desata es terrenal y los objetivos de la declaración de Jesús son celestiales. Los “espíritus” terrenales son humanos y los “espíritus” del cielo son de otra estirpe. Atar es un poder divino para inmovilizar o desactivar a los “espíritus” de intromisión a la tierra. Desatar es soltar el poder divino que hay en favor de nosotros mismos, para moverlo y activarlo contra los enemigos en los aires.
Una cosa son los “espíritus” llamados ángeles de Dios y otra cosa son los “demonios” llamados “ángeles caídos”. Un ángel fue el mensajero de Dios al apóstol Juan y a pesar de que él quiso adorarlo dos veces, a éste no se le permitió la práctica de una adoración a los «espíritus angélicos» (Apocalipsis 19:10 y 22:9). Los ángeles de Dios son “espíritus” fieles y leales mensajeros de la verdad. Los “espíritus del mal” son corruptos e inmundos y obedecen al príncipe de las tinieblas llamado “Satanás”. De Jesús se decía que mandaba a los vientos y al mar y aún ellos le obedecían (Mateo 8:27). Lo que estaba a la vista de los discípulos eran los vientos y la tempestad; sin embargo, lo que estaba a la vista y a la sensibilidad del Espíritu de Jesús, eran los “espíritus del mal” que dominaban los elementos naturales. Los “espíritus” manifiestan su conocimiento y eso hace ver la diferencia de los “espíritus” que son de Dios y de los que no lo son. Los “espíritus”, sean buenos o malos, sean del reino de la luz o del reino de las tinieblas, tienen permiso de entrar al reino terrenal de los seres humanos. Los seres humanos se relacionan entre sí y muchos no saben que “espíritu” los maneja. Hay muchas cosas en la vida de los humanos que hacen posible el contacto con otros «espíritus«. La santidad atrae y permite la obra de Dios por medio de «espíritus» del bien. El pecado hace que el «espíritu» humano esté proclive a la obra de los «espíritus» del mal. Las cosas más comunes y que son normales a las relaciones humanas, no pasan desapercibidas por los «espíritus» que circundan la vida natural de los hombres.
CONCLUSIONES
“¿Hay algo de que se pueda decir: He aquí esto es nuevo? — Ya fué en los siglos que nos han precedido. No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después.” -Eclesiastés 1:10-11.
Aunque pareciera que no se sepa nada del pasado, ha habido una continuidad de vida de “espíritus”, solo que en distintos escenarios. Los escenarios varían, pero los “espíritus” han sido los protagonistas de incontables acontecimientos. La característica de los que habitan el mundo espiritual y que la Biblia revela, son de “espíritus polutos e impolutos” y todos ellos están al servicio de Dios. Todos los “espíritus” están en el plano de subordinados a Dios, eso incluye a todas las autoridades del mundo espiritual. Y aunque parezca extraño, aún los “espíritus caídos” como Satanás y sus ángeles, son servidores de Dios. Es que Dios tiene el control de todo ser viviente y de todo ser humano que habita sobre la tierra. Hay “espíritus” de seres humanos que son de la iglesia de Cristo, y hay “espíritus” que son reservados para presentarse ante el Padre en sus respectivos designios. Hay “espíritus” que son engendrados como el de Jesús, y otros que son creados como el de los ángeles. Adán fue creado y le dieron «espíritu«; y Jesús fue engendrado con un «espíritu» divino, y sin relación con el pecado de Adán. Hay “espíritus” femeninos y masculinos con deseos y provocaciones para relacionarse con hombres y mujeres de la tierra. El mundo espiritual es real y puede ser complicado, sino se compagina con la providencia de Dios.
Recordemos que hubieron “espíritus” que no guardaron su dignidad por fornicar y procrear y lo hicieron con cuerpos femeninos de humanos (Génesis 6:4 y Judas 1:6). Los “espíritus” reconocidos como «hijos de Dios«, reprodujeron seres híbridos. Estaban los llamados Nefilim y reconocidos como los gigantes (Números 13:33). Muchos fueron llamados hijos de los dioses y fueron hombres de renombre, titanes, héroes; pero, fueron razas híbridas y fueron juzgados con juicios de destrucción (Genesis 6:7). El sexo es superior a la relación física y hormonal, porque tiene relación también con el “espíritu” de cada uno que lo practica. La Biblia dice: “¿O no sabéis que el que se junta con una ramera, es hecho con ella un cuerpo? — porque serán, dice, los dos en una carne.” -1 Corintios 6:16. — Es decir, más que una copulación carnal, hay una unión de «espíritus«. Los ángeles pueden ser sexuados y no todos tienen necesariamente que casarse y reproducirse como los humanos. Por lo tanto, a los ángeles de Dios no se les permite procrear (Mateo 22:30). Jesús se refirió a la resurrección de los humanos para una nueva vida con cuerpos celestes, porque serán semejantes a los cuerpos de los ángeles del cielo. En la dimensión celestial no hay sexo ni procreación sexuada.
*Los versos bíblicos corresponden á la versión Reina Valera.
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