
«Porque también yo soy hombre bajo de potestad, y tengo bajo de mí soldados: y digo á éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y á mi siervo: Haz esto, y lo hace.» -Mateo 8:9.
La fe como un asunto natural se fundamenta en lo que la persona vive en su desarrollo lógico y normal. Dependiendo del trasfondo ambiental y cultural de la persona, así también será su entorno. Vivir sin una fe natural positiva, hace depender a las personas de variadas creencias supersticiosas. Sin una formación de dependencia en las mejores decisiones en la vida, las personas viven bajo el dominio del miedo y la inseguridad. La lógica de la fe natural humana, es el significado de la percepción razonable que establece la manera de pensar y de creer en cada individuo.
El término transliterado “logismos” (λογισμός, οῦ, ὁ); como palabra original griega, significa: razonamiento o pensamiento. Cada persona tiene su manera de pensar y de actuar, impulsado por patrones establecidos en su entorno. La fe que es negativa exalta el pesimismo y le da lugar al temor y a la inseguridad. La fe que es positiva promueve el mejor pensamiento de vida con buenos augurios y altruismo (tendencia a confesar y buscar el bien de los demás).
La fe como un asunto natural; es una forma de vida simple, común y normal en cualquier ser humano. El ejemplo normal de un lugar que nunca hemos conocido, podría ayudar a clarificar este pensamiento. — Sabemos que existe un lugar, hemos visto el mapa, fotos y videos. Y aunque sabemos que hay transporte, y se hayan verificado los precios para un posible viaje; no se podrá llegar allá, a menos que se decida con esfuerzo y valor. En la fe natural, también hay que accionar, para tener la experiencia de ver y estar en el lugar que se desea. Los seres humanos se mueven en condiciones de fe natural.
Quienes no miran la vida con entusiasmo, y al contrario, se someten a los temores del futuro, no podrían visualizar un porvenir con optimismo. No todo lo que le rodea al ser humano califica para dar confianza y seguridad al alma. En la fe natural, también se necesita ver más allá del tiempo y las circunstancias de forma favorable. Sin embargo, cada individuo puede tener un ánimo positivo de fe, por una mejor calidad de vida. Por tal motivo, la fe natural está fundamentada en lo que se puede desear, soñar, ver y palpar.

De acuerdo al texto bíblico del inicio de este tema; la fe del centurión Romano, asombró a Jesús. La Biblia, dice: «Y oyendo Jesús, se maravilló, y dijo á los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado fe tanta. Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham, é Isaac, y Jacob, en el reino de los cielos.» -Mateo 8:10-11. — La fe en Jesús, sobrepasa la fe natural, y cambia las expectativas negativas que circundan la vida de cualquier persona.
La preocupación, la incertidumbre, y la tristeza; no pueden contrarrestar la postura de fe, en lo imposible. La fe del centurión Romano superó toda negatividad. Jesús, al admirar esa fe que el centurión relacionó con su ámbito natural, agregó más a la expectativa de sus seguidores. Jesús profetizó en sus palabras de fe, que hay muchos más que se sumarán; creyendo más allá de lo natural, y así alcanzarán cosas mayores. La fe del evangelio es sobrenatural, y sobrepasa la fe de la vida natural, para que se pueda ver un futuro de bendición y gloria, en el Reino del Señor.
*Los versos bíblicos corresponden á la versión Reina Valera.
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