Continuación… UNA VEZ MAS, LAS VERDADES DE LA BIBLIA SE SOBREPONEN AL ENGAÑO SUTIL DE MUCHAS INVITACIONES A UNA MEZCLA DE UN EVANGELIO FALSO Y HUMANISTA. Por favor, tome en cuenta las lecturas bíblicas, ya que son más importantes que cualquier otra aportación personal.
6- CAMBIAN LO BUENO POR LO SUPUESTO BUENO
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” —2 Timoteo 3:16,17.
¡Cuidado con las grandes promociones para eventos! —Muchas actividades ecuménicas tienen el fin de lograr muchos “convertidos” con lo cual, no hay problema. Pero, cuando hay diversos mensajes, donde se enfatiza la fuerza humana en su decisión por Jesús, se hace a un lado la soberanía divina. Ahí es donde está el problema. Por ejemplo, esta pregunta: ¿Quiéres venir y levantar tu mano para tener la seguridad de que irás al cielo cuando mueras?. —No se da el mensaje correcto, cuando se apela a la simple decisión pública sin arrepentimiento. —El hombre escoge entre Cristo y el pecado. —¿Qué vas a hacer con Cristo? –¿Vas a recibirlo ahora en tu corazón y tener vida eterna en el cielo, o vas a rechazarlo y continuar en tu camino rumbo al INFIERNO?”. —Si no se predica contra el pecado y el error, sería incongruente dar la medicina correcta al enfermo de muerte.
Para ser salvo tienes que venir arrepentido y creer de corazón, confesando con tu boca al Señor Jesucristo como tu Salvador. El ser humano tiene que decidir terminar con el pecado, y recibir a Cristo; pero, esa es una oportunidad que viene de Dios. Todo es favor de Dios, porque Jesús es el camino, la verdad y la vida al Padre. La obra interior la hace Dios, y no depende de un simple levantar de manos en público, y de repetir una corta oración guiada por un hombre. El arrepentimiento es un paso para la salvación, donde creer en Jesús es el impulso que viene del Espíritu Santo.
Generalmente hay entusiasmo de un “mensaje positivo” que se fundamentan en declaraciones como ésta: “Dios me llamó a ganar almas, no a criticar a otros”. Si existe una gran emoción por atraer a muchos sin reprender el pecado, será una emoción sin fundamento en Dios, sino mundana. Son pocos los que enseñan que el arrepentimiento debe ser primero y verdadero. Sin arrepentimiento no hay salvación, porque éste te lleva a la fe en Jesús tu salvación. Dios ha llamado a todos los cristianos al ministerio de ganar almas, y a dar testimonio con la vida y con la boca. Contender ardientemente por la pureza de la predicación de la Palabra de Dios, y por la pureza de la fe que proclaman, es la voluntad de Dios.
«Todas las cosas me son entregadas de mi Padre: y nadie conoció al Hijo, sino el Padre; ni al Padre conoció alguno, sino el Hijo, y aquel á quien el Hijo lo quisiere revelar.» —Mateo 11:27.
«Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, mas mi Padre que está en los cielos.» —Mateo 16:17.
“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.” —Judas 3.
7- LA UNIDAD SIN DISCERNIMIENTO
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente… Por lo cual salid en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré.” —2 Corintios 6:14 y 17.
Siempre hay algunos a quienes no les agrada la separación, porque les importa mas su conveniencia humanista que la misma verdad bíblica. Si encuentran más compañerismo entre otros grupos iguales a ellos, es porque se deleitan de lo que les parece común, aunque no tenga relación con la verdad bíblica. Los que siguen la doctrina bíblica, verán necesaria la separación de grupos con lados ecuménicos de unidad sin discernimiento de vida y santidad.
La confusión que genera el movimiento ecuménico, compagina con otro espíritu, pero no con el Espíritu Santo de Dios. No puede haber unidad, si no existe la unidad de la fe, fundamentada en la santidad que dictan las Escrituras. Los términos del compañerismo, la comunión, la concordia, el compartir y estar de acuerdo con la espiritualidad de unos y otros; siempre debe ser probada por medio de las Escrituras. Alguien dijo: No comprometas la santidad, por cubrir una necesidad.
“No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.» -1 Corintios 15:33.
“Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas.” -Efesios 5:11.
8- LAS OBRAS SOCIALES
“Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.” -2 Timoteo 4:1-5.
Una tendencia ecuménica en las iglesias, los llevará a actuar como una institución de beneficencia y obras sociales solamente. La Iglesia no es un instrumento de cambios sociales por medio de programas de tipo humanitario. La iglesia es la columna y valuarte de la verdad. Muchos quieren proyectar a la iglesia con énfasis en las obras y en los eventos sociales, dejando a un lado la verdadera misión de evangelizar. Se pueden hacer obras sociales, pero como un medio, y no como un fin. El propósito final de la iglesia es la predicación y la enseñanza doctrinal de la palabra de Dios. Una necesidad no es prioridad sobre el genuino llamado de entregar la verdad.
9- TENDENCIAS SIN DISTINCIÓN DOCTRINAL
“Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.” -1 Juan 1:5-7.
El movimiento ecuménico se infiltra con el fin de acercar a las congregaciones a un parecido con la iglesia popular, y a la relación y practica con miembros de otras sectas religiosas. La verdadera iglesia entiende que Dios nos ha hecho responsables de la gran comisión (Evangelizar y Enseñar). Dios nos insta a que contendamos por la pureza de la doctrina y el bienestar espiritual de nuestros hermanos en la fe. Toda tendencia a la unidad, sin distinción doctrinal, trae confusión, y prepara el camino para la búsqueda de la asociación ecuménica.
Primordialmente, es necesario recibir el poder por la Palabra de Dios para creer en él. En el mensaje del Evangelio de Cristo, en lugar de ser usado el término «aceptar o recibir a Cristo» se debería decir: “Arrepentirse y entregarse incondicionalmente a Cristo”. Es indispensable que la persona tenga la convicción del arrepentimiento dado por Dios, el cual viene por escuchar su Palabra. Es fundamental además que se entregue de corazón a Cristo, implorando arrepentido el perdón de sus pecados.
“Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé tomando a Marcos, navegó a Chipre, y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor.” -Hechos 16:39,40.
“Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.” -Romanos 8:9.
“Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados.” -1 Corintios 11:19.
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis . Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.” -Gálatas 5:16-21.
10- OTRO EVANGELIO
“No que haya otro (evangelio), sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.” –Gálatas 1:7.
La mayoría de los ecuménicos evangélicos presentan un «evangelio diferente», puesto que se enfocan más en lo emocional y lo sensorial. Los que han cambiado y distorsionado el plan de salvación por medio de Jesús, realmente han apostatado de la fe. El plan de Dios enfatiza que el hombre debe reconocer su condición de pecador, y llegar al arrepentimiento; pedir el perdón divino, y depositar la plena y absoluta confianza en el Señor Jesucristo como el Señor y Salvador. Como resultado de la salvación, se debe mantener la obediencia a la sana doctrina sin dejar de congregarse con fidelidad, sinceridad y amor hacia Dios. La relación personal con Dios te apartará del pecado y de toda práctica mundana.
Dios anhela tener una relación personal e íntima con cada uno de sus hijos a través del estudio de su Palabra y la oración. Cooperar con los que no siguen una sana doctrina produce la unificación sobre programas sociales, trabajos misioneros o campañas evangelísticas. Toda tendencia fuera de los parámetros bíblicos con aquellos que practican doctrinas erróneas, y siguen en las obras infructuosas de las tinieblas, siempre será peligroso y confuso. Dios tiene sus mandamientos muy radicales y estrictos en cuanto a la mezcla en la confraternidad y en el compañerismo con falsos “hermanos”.
“Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras.” -2 Juan 10,11.
“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.” –Judas 3.
PALABRAS FINALES
La Iglesia de trasfondo Pentecostés, muchas veces enseña que aunque una persona reciba a Cristo no será salva «hasta que no hable en lenguas», y hasta ponen requisitos de salvación en el uso del «velo» o «prendas de vestir». Otros explican que hay que experimentar sacudimientos de emoción y mucho más. Hay grupos carismáticos que utilizan la frase «recibir a Cristo» (El cuerpo literal de Cristo), a la manera de la religión católica, y por medio del pan y el vino. La iglesia Adventista Del Séptimo Día sostiene, que aparte de recibir a Cristo, hay que practicar buenas obras para obtener salvación eterna. Ha habido una distorsión muy sutil, y a veces muy marcada en la exposición del Evangelio, que ha dejado secuelas de error y confusión.
No te confíes en lo que te hayan enseñado años atrás, porque si no te mantienes en fe, y escudriñando las Escrituras con devoción, podrías caer en el engaño. Son los últimos días, y la mentira y la corrupción del Evangelio está a la orden del día. Se fiel, y sostente por medio de la palabra de Dios, bajo el poder del Espíritu Santo.
“Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros. Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal. Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.” –Filipenses 3:17-20.
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